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Insuficiencia respiratoria, vómitos... los médicos recuerdan que el MMS no cura la covid-19 y es peligroso

Clorito de sodio intervenido por la Guardia Civil en Zaragoza el pasado junio

Es un producto cuya venta está prohibida por la Agencia Española del Medicamento desde hace una década. Sus promotores llevan años vendiéndo sus bondades para todo curar todo tipo de enfermedades, desde el Sida, hasta el ébola, pasando por la artritis reumatoide. Incluso dijeron que revertía el autismo. Ahora han encontrado un filón con el coronavirus. Pero el dióxido de cloro o MMS no sólo no acaba con el virus. Es un peligro. El Observatorio de la Prescripción de la Organización Médica Colegial (OMC) ha emitido un informe en el que alertar sobre las reacciones adversas que provoca ingerir este producto: insuficiencia respiratoria, hipotensión grave potencialmente mortal causada por deshidratación,  insuficiencia hepática grave o vómitos y diarréas. 

Aunque la OMC, al igual que numerosas asociaciones científicas, llevan años advirtiendo sobre los peligros de este producto, los médicos se han visto obligados a alertar nuevamente de las terribles consecuencias de su consumo. En esta ocasión, indican, ante las declaraciones realizadas en las últimas fechas por médicos que componen el COMUSAV (Coalición Mundial de Salud y Vida), una comunidad internacional que ha llegado a afirmar, en medios de comunicación de México, que han documentado un 100% de recuperación de pacientes con covid-19 tratados con dióxido de cloro. 

"Aseguran que el dióxido de cloro acaba con el coronavirus", apuntan desde el Observatorio de la Prescripción de la OMC que ha procedido a la elaboración de un informe a fin de valorar estas afirmaciones. En el documento se pone de manifiesto que el compuesto de dióxido de cloro o Miracle Mineral Solution (MMS) pone en peligro la salud del paciente en las dosis y métodos mencionados, por lo que se desaconseja su uso en tratamientos con el fin de tratar y eliminar la enfermedad.

"Este informe deja claro que el dióxido de cloro no cura y que no existe evidencia científica que avale su eficacia y seguridad, por lo que se trata de una sustancia nociva para la salud", indica el coordinador de este Observatorio, el doctor Pedro Hidalgo

Años vendiéndose en Internet

La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) tuvo conocimiento de la comercialización a través de Internet (este producto no se comercializó a través de canales farmacéuticos) de un producto llamado MMS (Miracle Mineral Solution) que consiste en una composición de clorito de sódico. De eso hace una década y, hasta no hace tanto, plataformas como Amazon continuaban permitiendo que se ofertara en sus canales de venta. 

Desde hace muchos años, asociaciones como Círculo Escéptico o a la Asociación para Proteger al Enfermos de Terapias Pseudocientíficas (APETP) llevan alertando sobre la impunidad con la que los promotores de este producto -en España el polémico horticultor catalán Josep Pàmies es uno de sus mayores defensores- vendían sus beneficios para todo tipo de enfermedades. Incluso, otro de sus impulsores, el alemán Andreas Kalcker -quien durante años se paseó por España publicitando la fórmula en conferencias- llegó a afirmar que revertía el autismo. 

Una denuncia archivada en Lérida

Sin embargo, cercar a los promotores de este mejunje en forma de lejía no ha sido fácil. Tampoco lo es ahora. El pasado mes de junio, la Fiscalía de Lérida archivaba las las diligencias de investigación contra el agricultor leridano y la Cooperativa Dolça Revolució tras las denuncias emitidas por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Cataluña y Alicante.

Las  instituciones médicas denunciaron que Pàmies había publicitado el MMS como una terapia efectiva para acabar con el coronavirus. Curiosamente, Pàmies forma parte del colectivo de negacionistas de la covid que recientemente se manifestaron en Madrid generando una enorme controversia y duras críticas a la Delegación del Gobierno por permitir esa concentración en la que ni se usaron mascarillas ni se mantuvieron las distancias de seguridad.

Muchos de los asistentes a ese tipo de concentraciones defienden el uso de este producto contra la covid. El propio cantante Miguel Bosé cantó sus bondades en más de una ocasión cuando dio a conocer en redes sociales sus postulados frente al virus. 

Sin embargo, en Lérida, la Fiscalía optó por archivar las diligencias al no poder acreditar que los denunciados -léase Pàmies y su organización- "fabriquen o vendan" el MMS, tampoco que publiciten su venta en el mercado o que "elaboren, despachen, suministren o comercien con dicho producto". Según informaban entonces desde el ministerio público de Lérida no se había podido intervenir y analizar MMS a los investigados, por lo que "no se ha podido justificar el perjuicio en forma de riesgo para la salud de los consumidores".

Los efectos adversos de la lejía industrial

Desde la OMC recuerda que este producto -una suerte de lejía industrial- cuando se consume siguiendo las indicaciones del fabricante produce efectos adversos que pueden ser graves. Desde el Observatorio recuerdan que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha recibido notificaciones de personas que han sufrido efectos adversos tras ingerir dióxido de cloro.

Entre otros, insuficiencia respiratoria causada por una situación grave en la que la cantidad de oxígeno transportado por la sangre se reduce considerablemente
(metahemoglobinemia);  cambios en la actividad eléctrica cardíaca que puede
llevar a arritmias potencialmente mortales; hipotensión grave potencialmente mortal causada por deshidratación; insuficiencia hepática grave, vómitos o diarreas graves. Y recuerdan: pone en peligro en peligro la salud del paciente y no se ha demostrado que los productos de dióxido de cloro sean seguros y eficaces para ningún uso, incluyendo el tratamiento de la covid-19.

El pasado mes de junio la Guardia Civil de Luna, en Zaragoza, detenía a una mujer en Piedratajada por un supuesto delito contra la salud pública con resultado de lesiones, tras vender a una vecina un "bebedizo" como remedio a la cura de la covid-19. La Guardia Civil recibía una llamada de facultativos médicos del Centro Salud de Luna comunicando que habían asistido a una vecina de 67 años en su domicilio para tratar una intoxicación grave, tras la ingesta de una bebida, por la que tuvo que ser trasladada de urgencia en UVI móvil a un centro hospitalario de Zaragoza.

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