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Las pruebas ELISA: ¿por qué se llaman así y por qué son las más recomendadas para detectar anticuerpos?

Una auxiliar preparada para hacer test PCR en el Hospital de Aranda de Duero (Burgos).

Los test para detectar coronavirus cada vez son más y más variados. Primero nos tuvimos que acostumbrar a las pruebas PCR, que siguen siendo las más comunes a día de hoy, y después llegaron los test rápidos, con toda la controversia que vino de la mano. El tipo de prueba que hoy nos ocupa no es ni un test rápido ni un test PCR, sino una prueba de anticuerpos conocida por las siglas ELISA que es de las más recomendadas para identificar si una persona ha superado el virus.

Al contrario que una prueba PCR, no detecta si el virus está presente o activo en el organismo, sino que se trata de un test serológico: es decir, no detecta ni diagnostica si un paciente tiene covid-19 en ese momento, sino que detecta si el sujeto ha pasado en algún momento la enfermedad. Al igual que las pruebas rápidas, determina si el paciente ha generado anticuerpos contra el SARS-CoV-2, sólo que de manera bastante más fiable.

No, no tiene nombre de mujer. El nombre de este tipo de test, ELISA, es un acrónimo en inglés que hace referencia al proceso de análisis que lleva a cabo esta técnica: enzyme-linked immunosorbent assay, o lo que es lo mismo, ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA). También son conocidas como CLIA, en referencia a quimio-luminiscencia, ya que durante el proceso, los reactivos que se usan en estas pruebas reaccionan y cambian de color.

Al contrario que los test tápidos, estas pruebas para detectar antígenos son más eficientes, ya que cuentan con una alta sensibilidad y una alta especificidad. ¿Qué significan cada una de estas dos características? Pues que esa elevada sensibilidad detectará a los verdaderos positivos y la especificidad, a los verdaderos negativos. Es decir, cuando un test tiene poca sensibilidad, que era lo que ocurrió con los famosos test defectuosos comprados al principio de la epidemia por el Ministerio de Sanidad, es muy probable que se produzcan falsos negativos. Si por el contrario, un test tiene una baja especificad, es probable que clasifique casos como positivos que no lo son. 

Lo curioso de esta técnica es que no es nueva ni única para el SARS-CoV-2, sino que lleva utilizándose durante años para detectar anticuerpos en sangre de otras enfermedades, como el SIDA o el sarampión. Como hemos señalado antes, detecta si el paciente ha sido capaz de superar la patología y por tanto, generar una respuesta inmune.

A pesar de que se suelen relacionar con las pruebas rápidas, ya que al igual que algunas de ellas, detectan anticuerpos, no lo son. No se pueden hacer con un kit ni con una simple muestra de sangre a partir de un dedo, sino que normalmente requiere un pinchazo tradicional. El proceso en total tarda unos 20 minutos, pero luego deben enviarse a un laboratorio, por lo que el resultado suele tardar unas 24 horas. Más tiempo de espera, sí, pero un resultado sin errores ni necesidad de realizar una segunda prueba.

Los médicos piden que sólo se usen estas pruebas para detectar anticuerpos 

Después de tantas idas y venidas, parece que este tipo de pruebas han generado consenso entre la comunidad científica como uno de los métodos más eficientes para detectar anticuerpos. Están respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de hecho, el Ministerio de Sanidad está usando estas pruebas como test complementarios en su estudio de seroprevalencia, cuyos resultados preliminares determinaron que apenas un 5% de la población española está inmunizada contra el virus.

De hecho, los representantes de médicos reclaman que sean estas las pruebas que se hagan a los profesionales sanitarios junto a las PCR, y no los test rápidos, como se viene haciendo. Es una de las principales demandas que hizo hace unos pocos días el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) en un informe donde desarrollan en qué consisten todos los distintos tipos de test y cuáles son los más recomendables.

Y se muestran contundentes, ya que en el documento establecen que las pruebas PCR y los test ELISA/CLIA deberían ser el único método de diagnóstico para los profesionales sanitarios, ya que los resultados de cualquier otro tipo de prueba "no servirían para tomar decisiones clínicas". "Su sensibilidad y especificidad son mayores al 95%, lo que indica que el número de falsos positivos o falsos negativos es bajo, siempre que tengamos en cuenta su realización, tras al menos 1-2 semanas del inicio de los síntomas", explican en el informe.

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