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Mascarilla sí, guantes no: expertos en salud pública advierten que "es un error porque son una fuente de contaminación"

Dos personas protegidas con mascarillas y guantes graban con sus móviles durante el estado de alarma.

A medida que comenzamos a ver la luz al final del túnel, siguen surgiendo dudas entre la población sobre cuáles son las medidas de prevención que tenemos que tomar cuando podamos al fin salir a la calle. Si bien este domingo millones de padres han podido pasear con sus hijos, el resto de la población podrá salir a hacer deporte este sábado, 2 de mayo. ¿Cómo protegerse? Los mensajes tienen que ser claros, dicen expertos en salud pública. Es adecuado usar mascarillas pero salir con guantes es un error porque, lejos de protegernos, pueden resultar altamente contaminantes. 

Las incógnitas se mantienen, a pesar de la enorme cantidad de información disponible. ¿Tengo que llevar mascarilla mientras hago deporte? ¿Y guantes? ¿Basta con mantener la distancia de seguridad? El Gobierno ha sido bastante claro en lo que respecta al uso generalizado de mascarillas, cuya utilización recomienda, sobre todo en transporte público y en espacios cerrados, pero quedan dudas respecto a los guantes. 

Las despeja desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), Alberto Torres. Utilizar guantes en las salidas a la calle "es un error", afirma tajante el experto, catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública.

Sensación de falsa seguridad

¿Por qué?. Primero, señala, porque dan "una sensación de falsa seguridad, pensamos que por llevarlos ya estamos protegidos, pero es al revés, vamos a tener mayor probabilidad de recoger el virus y acercárnoslo a la cara, con lo cual en realidad el riesgo aumenta".

Ponerse guantes, señala Torres, que trabaja en medicina preventiva del Hospital de La Arrixaca, en Murcia, tiene sentido en atención sanitaria, si se debe cuidar de un familiar que es positivo en coronavirus o si, por ejemplo, se está realizando algo que pueda ensuciarnos las manos.

"Tienen la función que tienen. Muy precisa: cuando uno hace una actividad con riesgo biológico o químico para la mano, pero a nadie se le ocurre, por ejemplo, que un carnicero que está trabajando en su establecimiento salga con esos guantes a la calle".

Fuera de esos escenarios, añade el experto, "no es una buena idea ni una buena estrategia de protección para el resto de población, como sí se sabe que lo es tener buena higiene de manos, mantener la distancia o una protección respiratoria (mascarilla). Esas cosas son las importantes". 

Un virus muy sensible a los desinfectantes

Alberto Torres fundamenta su recomendación de la siguiente manera. Primero, se pregunta, "¿cómo debo protegerme?". Su respuesta: "Los primero sería no tocar las superficies que pueden estar contaminadas, lo que no siempre es factible si estamos en un lugar compartido. Siempre hay un ordenador, un teclado, un pomo de la puerta que no podemos evitar tocar y tampoco sabemos qué parte está contaminada. Si lo he tocado, lo primero es la higiene de manos, porque es un virus muy sensible a cualquier desinfectante, también al agua y jabón".

Pero, ¿qué sucede si me pongo guantes?. Lo explica muy claro: "Uno se lo coloca y tiene una barrera entre la piel y la mano. Pero supongamos que toco cuatro  superficies: pomo, barandilla, el grifo del baño y vuelvo al ordenador. ¿Qué he hecho con los guantes? ¿Los he cambiado cada vez que hice eso?. Porque las manos me las puedo lavar constantemente, pero el guante no lo voy a cambiar todo el rato, cada vez que toco algo". 

Al no cambiarse, precisa, si se toca una superficie contaminada "lo que hago es distribuir el virus de un lado a otro. Aunque no me haya contagiado porque no me he tocado la cara. El guante me protege la piel pero se convierte en elemento de difusión del virus de un sitio a otro. Si lo llevo un rato es raro que no toque algo: el móvil, la mascarilla...al final ese virus que estaba en uno de los sitios que he tocado lo estoy pasando cada vez más cerca de mí".

"Acaba siendo un elemento de riesgo para mí y para el resto de la población, aunque crea que llevo una armadura y me da seguridad. En su hospital, por ejemplo, dice que si un paciente o un familiar llega con guantes puestos les dicen que se los quiten y se laven las manos.

Con el gel siempre en el bolsillo

¿Y en el supermercado?. Ahí puede tener sentido, señala el catedrático murciano. Por eso los supermercados obligan a los clientes a ponerse guantes al entrar en el establecimiento. Siempre se han puesto, por ejemplo, para tocar los productos perecederos, como la fruta, precisa. 

"Yo recomiendo higiene de manos al entrar, al salir y, quizá, una pequeña limpieza de los productos que vienen envasados al llegar a casa.  Y llevar una solución hidroalcohólica que puedes usar las veces que quieras y te mantiene las manos desinfectadas", aconseja.

¿Por qué entonces tanta gente va con guantes por la calle?. Alberto Torrres tiene una explicación: "porque igual que con las mascarillas parece que las recomendaciones han sido más claras; con los guantes han sido más difusas y, por parte de las autoridades sanitarias, no ha existido una buena política de comunicación, quizá porque tampoco había un buen asesoramiento". 

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