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Los laboratorios españoles critican el plan de genéricos del Gobierno porque creen que favorece la entrada de 'farmas' extranjeras

Medicamentos en una farmacia de Madrid.

La industria farmacéutica está en contra del último plan presentado por Sanidad para fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares como una nueva forma de recortar el gasto farmacéutico. Según la patronal de las empresas farmacéuticas españolas, Farmaindustria, es una reforma que “no aporta ventajas ni al paciente ni a la calidad del sistema sanitario” y que “podría generar desequilibrios entre compañías, saliendo perjudicadas las industrias que comercializan medicamentos originales”.

Ahorrar en esta partida se ha convertido en uno de los focos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que dirige la ministra María Luisa Carcedo, ya que lleva creciendo varios años sin parar. En particular, según los últimos datos disponibles por el Ministerio de Hacienda, durante 2018 alcanzó los 17.482 millones de euros, un 4.63% más que el año anterior.

El lobby farmacéutico español ha criticado duramente el documento, ya que propone medidas como la prescripción generalizada por principio activo, en vez de por marca, algo que va en detrimento de principalmente los grandes laboratorios, que se centran en desarrollar fármacos innovadores que les reporten más beneficio.

No obstante, no es lo que más les preocupa, según ha podido saber Vozpópuli. Farmaindustria denuncia que las nuevas medidas no sólo no generarán más ahorro, sino que favorecerán la entrada de laboratorios extranjeros, en su mayoría procedentes de China e India, provocando un “desequilibrio” en el mercado español.

Este factor no sólo afecta a los laboratorios que apuestan por medicamentos caros y nunca vistos en el mercado, sino que también tiene un impacto negativo en el tejido industrial farmacéutico español, donde una gran parte de sus empresas se centra en la producción de medicamentos “maduros” es decir, que ya cuentan con un genérico en el mercado y compiten con otras compañías desde hace años.

El 80% de los principios activos vienen de China e India 

La irrupción de decenas de farmacéuticas chinas e indias en la producción global de medicamentos no es algo nuevo. Se estima que a día de hoy, el 80% de los principios activos con los que se fabrican medicamentos a nivel mundial proceden de laboratorios localizados en estos países, que se han centrado en la producción de compuestos simples, exportables y con cientos de clientes potenciales. Y lo que es más importante, también fabrican genéricos que luego ofertan por un precio menor que las empresas españolas, europeas y norteamericanas que llevan años en nuestro país, algo que temen mucho dentro del sector.

La entrada de estos nuevos actores en el juego ha conllevado ciertos riesgos en lo que respecta a la calidad de los productos que suministran, que llegan a pacientes de todo el globo, ya que son adquiridos por cientos de farmacéuticas de todas partes del mundo para formular con ellos medicamentos de todo tipo.

De hecho, el año pasado, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a ordenar la retirada de un centenar de medicamentos de hasta 17 laboratorios diferentes que contenían el principio activo valsartán, utilizado para tratar a pacientes con problemas de hipertensión. Según explicaron las autoridades, se había detectado que en algunos lotes de estos medicamentos había una impureza cancerígena.

La retirada no sólo se produjo a nivel nacional, sino que afectó a toda Europa, ya que los lotes afectados habían sido elaborados por el laboratorio chino Zhejiang Huahai Pharmaceuticals, que suministraba el principio activo a farmacéuticas de todo el mundo.

Este caso, bautizado por los medios de comunicación como el “caso valsartán”, puso de relieve los riesgos que implica para el consumidor final la 'globalización' que ha sufrido la producción farmacéutica, ya que los procesos de garantía de calidad en estos países normalmente distan mucho de equipararse con los que se producen en la Unión Europea, por ejemplo.

Perjudica a los productores de medicamentos de marca

No obstante, otra de las principales quejas por parte del sector radica en que el Gobierno que dirige Pedro Sánchez tiene el objetivo de primar la prescripción de medicamentos genéricos por encima de los de marca, como medida social. Es por ello que Farmaindustria, a través de un comunicado, considera que la propuesta de Sanidad puede generar “desequilibrios” entre compañías y "comprometer” la “viabilidad” de “muchas compañías innovadoras” y que comercializan fármacos originales.

En este punto, ha destacado que, si el objetivo es reducir el gasto farmacéutico, “lo que importa no es cuánto representa el mercado de genéricos, sino el mercado que está a precio de genérico”. Lo cierto es que la cuota de mercado de los medicamentos genéricos lleva cinco años estancada en valores cercanos al 20%, uno de los principales argumentos que utiliza el Gobierno para poner en marcha este plan.

El lobby farmacéutico, sin embargo, hace una puntualización importante: desde el años 2016, la regulación farmacéutica de nuestro país obliga a los fabricantes de medicamentos de marca a poner su producto al mismo precio que el genérico una vez este sale al mercado: es decir, con un descuento aproximado de un 30% con el objetivo de favorecer la competencia.

Es por ello que han precisado que en España “cuatro de cada cinco" recetas que se dispensan en las farmacias están a precio de genérico, ya que los medicamentos originales identificados con una marca están obligados por ley a bajar su precio al del genérico para poder seguir siendo financiados.

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