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La industria farmacéutica tira sus precios hasta un 60% a cambio de entrar en China

Medicamentos.

Varias compañías farmacéuticas internacionales de primer nivel han llegado a un acuerdo con las autoridades chinas para introducirse en su sistema sanitario, el segundo mercado farmacéutico más grande del mundo.

China es la nueva meta de la industria farmacéutica internacional. Con más de 1.400 millones de habitantes y una regulación muy opaca que excluye a los grandes laboratorios internacionales, son muchas las compañías del sector que están dispuestas a pasar por el aro con tal de reforzar su posición en el país. Una de las que más ha avanzado en ese sentido es, de hecho, la española Grifols.

Según ha adelantado este jueves el Financial Times, un notable grupo de farmacéuticas internacionales ha aceptado recortar hasta un 60% los precios de 70 medicamentos en China a cambio de que se incluyan en el sistema sanitario estatal.

Compañías como AstraZeneca, Sanofi, Roche o Gilead son algunas de las que han aceptado las condiciones impuestas por el Gobierno chino.Los descuentos afectarán a algunos de los tratamientos más vendidos de estas empresas, como Humira, el medicamento de AbbVie contra la artritis reumatoide que a día de hoy ostenta el título de ser el fármaco más vendido del mundo.

Las farmacéuticas incluidas en el acuerdo han aceptado reducir sus precios a más de la mitad a cambio de poder alcanzar más consumidores en el mercado chino y ser incluidos en la financiación pública de Gobierno, que cubre una importante parte de los costes y cubre más de 2.700 medicamentos.

La bajada de precios ha sido tal, que China será el país donde más baratos se vendan estos medicamentos en el mundo, según afirmaba al anunciar el acuerdo Xiong Xianjun, un funcionario de la Administración del Sistema Sanitario público chino.

China, el mercado farmacéutico más deseado

La realidad es que el crecimiento económico que ha sufrido China en las últimas décadas y el nivel de población que tiene han convertido al gigante asiático en uno de los mercados más deseados entre la industria farmacéutica. Por otro lado, su población cada vez está más envejecida, por lo que su sistema sanitario se ve en la obligación de comenzar a dar entrada a fármacos extranjeros que antes no podían acceder al país. 

Pekín comenzó a mostrar cierta apertura en su lista de fármacos financiados en 2017, ya que puso en marcha una campaña para poder dar acceso a su creciente clase media a medicamentos de última generación de la forma más rápida y barata posible. Las 'farmas' internacionales están dispuestas a reducir los precios con tal de entrar en un mercado de más de 132.000 millones de dólares, que en su mayoría está completamente cubierta por la 'Seguridad Social' china. 

Antes de que diera comienzo esta campaña, la lista de medicamentos financiados era actualizada de manera esporádica.Las necesidades sanitarias de la población -China cuenta con el mayor número de enfermos de pacientes del mundo y registra casi cuatro millones de enfermos de cáncer cada año- han obligado a Pekín a cambiar de estrategia. 

Las autoridades se congratulan de utilizar su poder de negociación para lograr "obtener los mejores precios del mundo" en medicamentos, según aseguraban en el comunicado donde han anunciado el acuerdo. Tres tratamientos contra la hepatitis C incluidos en la nueva lista han logrado un recorte del 85% en comparación con Europa, por ejemplo.

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