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Los hospitales multiplican por 10 sus camas de cuidados respiratorios para aliviar la presión de las UCI

UCRI del Hospital de Guadalajara

Los hospitales de toda España han multiplicado en algunos casos hasta por diez el número de camas de sus Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIs) para aliviar la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) en plena pandemia del coronavirus. En estas unidades, los neumólogos ofrecen a los pacientes con Covid-19 soporte respiratorio sin llegar a la intubación. Su objetivo, ganar tiempo y que los los enfermos muy graves no tengan que llegar a cuidados intensivos. Lo están consiguiendo, tanto en pacientes mayores como jóvenes.

Las UCRIs están dirigidas por neumólogos y dotadas con un equipamiento específico que no tienen las habitaciones convencionales. Su misión es dar a los pacientes soporte respiratorio no invasivo (sin intubación), básicamente a través de oxigenoterapia de alto flujo, ventilación mecánica no invasiva y presión positiva continua en la vía respiratoria (sistemas de CPAP), explica la neumóloga Olga Mediano.

Mediano, coordinadora del Área de Sueño, Ventilación Mecánica y Cuidados Respiratorios Críticos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) trabaja en el Hospital de Guadalajara donde han pasado estos días de 3 a 30 habitaciones equipadas como UCRIs. Un aumento que se reproduce en muchos otros hospitales españoles, explica a Vozpópuli la médico. 

"El aumento de camas de UCRI o en las UCI nos da una visión del número de pacientes críticos que están soportando los hospitales", señala la neumóloga Olga Mediano

Cita el caso de hospitales como el de Getafe o el Infanta Sofía, en Madrid, con cifras similares. "También es verdad que existen más camas de UCI. En mi hospital hemos pasado de 6 a más de 40, lo que nos da una visión del número de pacientes críticos que están soportando los hospitales", subraya. 

Evitar el ingreso en la UCI

El objetivo de estas unidades es "ayudar a nuestros compañeros de intensivo ofreciendo una terapia respiratoria previa para intentar retrasar o evitar el ingreso en la UCI o bien atendiendo a  pacientes que no son susceptibles de una medida tan agresiva como la intubación” explica Mediano que añade “lo que estamos logrando con éxito es ganar tiempo a que pase la inflamación pulmonar grave y aguda que causa la Covid-19 con la medicación recomendada y un soporte respiratorio adecuado”.

La experiencia, prosigue, está siendo muy buena. "Al principio la situación fue mucho más estresante, tanto por el número de pacientes como porque nos enfrentábamos a una enfermedad completamente desconocida. El perfil del pacientes es distinto, su manejo también y no teníamos muchos datos", relata.

Bajan los ingresos en Guadalajara

Había, además, que adaptar los hospitales. En el suyo, por ejemplo, salvo un par de plantas, el centro está dedicado casi al completo a pacientes con coronavirus. "Ahora notamos el cansancio físico de mucha carga de trabajo y también de mucha carga emocional. Pero seguimos al pie del cañón. Es cierto que el número de ingresos totales va bajando y eso se agradece", indica.

Matiza que, en unidades como la suya, con pacientes críticos, no se nota tanto: "Los enfermos se ponen peor o desarrollan insuficiencia respiratoria grave entre el cuarto o décimo día". La UCRI del Hospital de Guadalajara acaba de recibir nuevos ventiladores para el tratamiento de ese tipo de patología. Tres equipos de última generación que permitirán atender a más pacientes.

Pacientes con obesidad o ELA

Antes, detalla la doctora Mediano, la mayoría de pacientes de este tipo de unidades eran personas con enfermedades neuromusculares, como esclerosis lateral amiotrófica (ELA); con enfermedad pulmonar respiratoria crónica (EPOC) o pacientes con gran obesidad. "Grupos muy concretos. Pero en coronavirus el fallo respiratorio es porque el oxígeno baja muchísimo y necesita flujos muy altos para mantener la estabilidad. El manejo es muy distinto", aclara la médico. 

Otro de los valores fundamentales de las UCRIs, destaca la médico, es el apoyo a las UCIS en la salida de los pacientes "tras una IOT, o lo que se conoce como el proceso de destete". Las camas de cuidados respiratorios intermedios permiten que el proceso proceso se realice de forma precoz, optimizando el tiempo de estancia en cuidados intensivos de las personas ingresadas.

Espacios muy contaminantes

Pero el principal problema de las UCRIs es que los sistemas de apoyo a la respiración que emplean, a diferencia de la intubación que ofrece la UCI, provocan una importante aerosolización y por eso se convierten son espacios altamente contaminantes para sus trabajadores.

"Cuando a un paciente se le intumba en la UCI, el circuito para mantener la ventilación es cerrado", indica Olga Mediano. En las UCRIs, sin embargo, los sistemas ventilatorios empleados no son cerrados. El paciente exhala a través de mascarillas lo que provoca fugas de aire que lanzan al aire incontables gotitas.

Las UCRIs son zonas muy contaminadas; sus trabajadores llevan equipos de alta protección porque el riesgo de exposición es máximo.

Para los trabajadores el nivel de riesgo es máximo. Sus unidades, son la zona más contaminada del hospital y deben llevar "equipos de alta protección: gafas estancas, doble guante, trajes de buzo/bata impermeables y mascarillas FFP2 o 3”, explica la neumóloga. En Guadalajara, utilizan unos 30 trajes diarios. 

Habitaciones de presión negativa

"Lo ideal es utilizar una habitación de presión negativa, pero estas habitaciones son anecdóticas en los hospitales. En el mío, hay una. Y si ocurre una pandemia de este tipo, es imposible. Lo que hemos hecho es una zona cerrada en la que todo el personal está todo el tiempo trabajando con los equipos de alta protección", señala Mediano. En su caso, señala, nunca les faltaron los trajes

“Como neumólogos, estamos haciendo un buen trabajo, hemos reaccionado bien y a tiempo incrementado el número de efectivos en las UCRIs y nuestra labor está dando sus frutos, cada vez que un paciente sale recuperado de una de nuestras unidades sin pasar por la intubación es un gran éxito colectivo”, concluye Olga Mediano.

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