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Dejar de financiar medicamentos contra la artrosis le costará al Gobierno 40 millones

Dejar de financiar medicamentos contra la artrosis le costará al Gobierno 40 millones.

Desde hace varios meses, los más de siete millones de españoles que sufren artrosis en nuestro país esperan con angustia que llegue el momento en que el Ministerio de Sanidad anuncie que deja de financiar los medicamentos conocidos como sysadoas, unos fármacos que llevan prescribiéndose durante años para paliar el dolor que supone esta enfermedad en las articulaciones.

A pesar de que el Ministerio de Sanidad abrió el expediente para empezar a retirar estos medicamentos de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud a finales del año pasado, cuando todavía estaba al frente la exministra María Luisa Carcedo, la medida aún no se ha materializado.

No obstante, desde la Fundación Internacional de Pacientes con Artrosis (OAFI) llevan meses denunciando la decisión, ya que aseguran que dejará a miles de personas en nuestro país sin tratamiento, a no ser que puedan pagarlo de su propio bolsillo. Es necesario apuntar que la artrosis es una enfermedad degenerativa que no tiene cura, por lo que lo único que se puede hacer por los pacientes es ayudarles a reducir el dolor.

Las sysadoas son un fármaco que desde su inclusión en el SNS ha sido objeto de controversia, ya que su eficiacia está cuestionada. A día de hoy, existen numerosas alternativas para tratar la artrosis, como los antiinflamatorios, analgésicos o incluso opiáceos. No obstante, desde OAFI denuncian que todos estos medicamentos vienen acompañados de graves efectos adversos y toxicidades a los que más de 500.000 enfermos con artrosis en nuestro país no pueden hacer frente, ya que sufren otras patologías. Debido a las contraindicaciones que tienen esos fármacos, se ven obligados a usar sysadoas.

Desde la industria, capitaneados por la farmacéutica catalana Reig Jofre, afirman que no sólo perjudicará a los usuarios, sino que encima no supondrá ahorro alguno para las arcas públicas, sino al contrario. Según un informe elaborado por orden de la compañía a la consultora especializada Health Value, acabar con la financiación pública de las sysadoa podría costarle al Gobierno más de 40 millones de euros en los próximos años.

Más de 40 millones de coste 

¿Cómo es eso posible, si lo que va a hacer la Administración es dejar de subvencionarlos? Según explican los autores del informe, al retirar este tipo de fármacos de la cartera de servicios del SNS, la sanidad pública tendría que hacer frente al coste que supondría tratar a ese medio millón de personas por culpa de los efectos adversos.

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En particular, han hecho la siguiente estimación:el uso de las sysadoas en los próximos tres años evitaría en el próximo trienio 55.098 episodios gastrointestinales leves o moderados, 3.060 acontecimientos gastrointestinales graves, 204 cardiopatías isquémicas, 1.089 episodios de insuficiencia renal aguda y hasta 733 acontecimientos de insuficiencia renal crónica. De retirarlas, el coste de tratamiento de todos estos episodios podría ascender hasta 40,9 millones de euros cada tres años.

Si se siguieran financiando, la administración podría ahorrarse entre 21,9 y 29,7 millones de euros cada tres años -ya que no tendrían que pagar dichos tratamientos, pero sí financiar las sysadoas-.

De hecho, desde el punto de vista económico el coste de lidiar contra la artrosis ya equivale al 0,5% del PIB nacional. De media, se destinan unos 1.500 euros por paciente al año. Es una enfermedad que a nivel mundial, afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres. El 24% de las españolas mayores de 15 años sufren esta enfermedad, que afecta al 50% de la población mayor de 65 años.

¿Por qué quieren retirarlos?

Los sysadoa, llamados así por sus siglas en inglés (Symptomatic Slow Action Drugs for Osteoarthritis), son un tipo de medicamentos a los que se les atribuye un efecto condroprotector, es decir, preventivo del deterioro del cartílago. Son fármacos, por otro lado, cuyos efectos se producen semanas después de iniciar el tratamiento y se mantienen después de retirarlo.

Su uso lleva años cuestionándose a nivel internacional. En 2014, la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias publicó un informe en el que se revisaban las evidencias disponibles sobre este tipo de medicamentos. En sus conclusiones, aseguraban que los sysadoas no "son más efectivos que el efecto placebo en el tratamiento de la artrosis" por lo que no recomendaban su empleo para esta enfermedad y apuntaban a su eliminación del SNS.

Desde Sanidad consideran ahora que son un medicamento "no necesario", sumándose así a los gobiernos de multitud de países dentro de la Unión Europea donde también han sido desfinanciados. En particular, las autoridades de Francia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, Irlanda, Islandia, Lituania, Noruega, Países Bajos o Malta han retirado la financiación de estos fármacos, que consideran suplementos alimenticios que no requieren prescripción médica.  Desde la Organización de Consumidores y Usarios (OCU), defienden su retirada del SNS, ya que considra que se trata de un fármaco de utilidad terapéutica baja.

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