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Las farmacéuticas cierran 2019 con una cifra récord en fusiones: más de 217.000 millones en sólo un año

Los estragos de la pandemia: en 2020 se dobló el consumo de ansiolíticos y antidepresivos
Imagen de medicamentos

La industria farmacéutica cierra 2019 como uno de los años más movidos de su historia en lo que se refiere a fusiones y adquisiciones de empresas. De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la consultora especializada Evaluate Pharma, durante 2019 el total de operaciones que se han producido en la industria farmacéutica a nivel global ha sumado la friolera de 217.000 millones de dólares en tan sólo un año.

Esta cifra, que es la más alta en más de cinco años, sigue sin superar la registrada en 2014, cuando se registraron fusiones y adquisiciones por un valor de 219.500 millones de dólares. El motivo de esta 'fiebre de compras' es muy simple: hacerse con nuevos medicamentos innovadores. Para muchos de los grandes laboratorios, resulta mucho más sencillo hacerse con una empresa biotecnológica, por ejemplo, que cuente con un medicamento en desarrollo con potencial.

De esta manera, se hacen con nuevos fármacos innovadores, que son la principal fuente de su crecimiento, sin tener que invertir años de investigación. Las cifras que manejan a la hora de adquirir estas empresas, no obstante, siguen siendo suponiendo una inversión elevadísima.

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Sin duda, la mayor operación de la industria farmacéutica de este año -y según muchos analistas, de la historia- ha sido la compra por parte de Bristol-Myers Squibb de la 'biotech' estadounidense Celgene, por la friolera de 74.000 millones de dólares. La magnitud de la operación fue tal que las autoridades de competencia de Estados Unidos obligaron a Celgene a vender los derechos de uno de sus medicamentos más vendidos, Otezla.

La siguiente más grande fue protagonizada por la farmacéutica norteamericana AbbVie, que se hizo el pasado mes de junio con Allergan, el laboratorio propietario del bótox, por un total de 63.000 millones de dólares. Le sigue Pfizer con cierta distancia, que, después de retirar su oferta por Allergan, optó por hacerse con la biotecnológica Array Biopharma. 

El gigante farmacéutico también protagonizó uno de los movimientos más curiosos del año. Después de separar de su matriz su filial de medicamentos genéricos, UpJohn, firmó una alianza con Mylan, uno de los mayores fabricantes de fármacos sin receta, creando así una nueva compañía que se sitúa como uno de los principales actores del mercado de medicamentos genéricos. 

De cara a 2020 se estima que se mantengan estos niveles de inversión, si bien serán algo más moderados. En las próximas semanas se celebrará la conferencia anual de salud que organiza el banco de inversión J.P. Morgan, donde BMS anunció la compra de Celgene. Se espera que se repita lo ocurrido el año pasado y se desvelen nuevas operaciones. 

La española PharmaMar participará en la misma, que acaba de anunciar un acuerdo con la estadounidense Jazz Pharmaceuticals para comercializar su nuevo medicamento contra el cáncer. Un pelotazo de 900 millones de euros. 

España sigue la tendencia 

Y es que la industria española, por otro lado, no se ha quedado atrás en este aspecto. Una de las operaciones más sonadas vino de parte de la multinacional catalana especializada en hemoderivados Grifols, que el pasado mes de marzo anunciaba un acuerdo con la farmacéutica china Shanghai RAAS. La operación, que implicaba un intercambio de acciones entre las dos compañías, estuvo valorada en 1.700 millones de euros. Un "pequeño precio" a pagar por el laboratorio español para abrirse camino en China, el segundo mercado farmacéutico más grande del mundo y uno de los más herméticos.

Otro de los protagonistas ha sido uno de los laboratorios más antiguos de España, Esteve. A finales de año, en plena modernización de la compañía, anunciaban que vendían a la farmacéutica japonesa Towa su filial de fármacos para centrarse en la innovación.

Una ruta que ha marcado el comienzo de su 2020, cuando ha anunciado la adquisición del 100% de la compañía farmacéutica alemana Riemser, propiedad hasta la fecha del grupo de inversión Ardian. Este laboratorio alemán centra su producción en medicamentos oncológicos, entre otras áreas.

También el histórico laboratorio Esteve cerró a final de año la venta de Pensa –filial de genéricos– para centrarse en los medicamentos innovadores. La traspasó por 320 millones al laboratorio japonés Towa, que desembarca en España.

El último de la lista es Almirall, que ha empezado el año bastante fuerte. A principios de esta semana anunciaba que se había hecho con Bioniz Therapeutics, una biofarmacéutica con sede en California por 47 millones para potenciar su apuesta por la dermatología. Este jueves, apenas dos días más tarde, hacía públicos dos acuerdos de colaboración con la empresa 23andMe, un gigante en el mundo de la genérica y la farmacéutica china WuXi Biologics, especializada también en dermatología. Lo que queda claro, por tanto, es que el futuro de las 'farmas', tanto nacionales como internacionales, pasa por la tabla de negociaciones.

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