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¿En qué consisten las pruebas para diagnosticar coronavirus?

Un médico militar estadounidense con mascarilla durante una investigación de enfermedades infeciosas

A medida que aumenta el número de casos de coronavirus en España, cada vez son más personas las que se tienen que someter a una prueba para determinar si han sido contagiados de SARS-CoV-2, el virus que provoca la Covid-19 y que ha causado la muerte de al menos 17 personas en nuestro país.

A pesar de que se trata de un virus nuevo y relativamente desconocido para la comunidad médica -que cada vez tiene más información sobre el mismo- la prueba para determinar si una persona está o no contagiada es bastante sencilla y se puede hacer en el domicilio de los propios pacientes.

De hecho, es una de las principales recomendaciones hechas por el Ministerio de Sanidad, que advierte que, en caso de presentar síntomas y haber estado en alguna de las zonas de riesgo o en contacto con alguien que sí lo haya hecho, lo primordial es autoaislarse y llamar al 112 para explicar su situación. En caso de que los profesionales sanitarios consideren que puede tratarse de un posible caso de coronavirus, se trasladará a su domicilio para recoger las muestras necesarias para hacerle las pruebas.

Según explica a este diario el doctor José Manuel Ramos Rincón, coordinador del Grupo de Enfermedades Innfecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la muestra que se toma es una muestra de secrección nasal o un exudado faríngeo.

Es decir, por lo general, se hace un frotis de garganta: se coge una muestra con una torunda de algodón, una especie de bastoncillo pero más largo. Esa muestra luego se pasa a analizar en un laboratorio, un proceso que suele tardar unas cinco horas en arrojar los resultados. Según las fuentes consultadas, es una prueba cuyo coste ronda entre los 50 y los 100 euros por paciente, aproximadamente.

¿Cómo lo hacen?

Lo que se analiza en concreto es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés), una técnica que estudia los pequeños fragmentos de ADN presentes en la muestra para intentar identificar rastros de virus microscópicos, o en este caso, del SARS-CoV-2.

¿Cómo lo hacen? A través de lo que se conoce en el sector como "kits de diagnóstico" unos dispositivos donde se introduce la muestra y se provoca una reacción química que permite extraer el ADN concreto. Son numerosas las compañías que se han lanzado a producir estos kits, con el objetivo de rentabilizar el brote, como es el caso de la farmacéutica española PharmaMar, que acaba de lograr el visto bueno de la UE.

En caso de dar positivo, el protocolo puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad exige que se haga una segunda comprobación a través de una analítica de sangre. Esta se envía al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda y tras unas 24 horas, se confirma o no el caso de coronavirus. Mientras que es una prueba relativamente sencilla, el auge de casos está sobrepasando a los sanitarios, por lo que se están comenzando a producir demoras en la presentación de los resultados, o incluso a la hora de hacer las pruebas.

No, las radiografías no detectan el virus

No obstante, este es el protocolo en España, lo que no quiere decir que sea igual en todas partes. Es uno de los llamamientos que hacía esta semana el ministro de Sanidad, Salvador Illa, después de reunirse con sus homólogos en Bruselas: la necesidad de poner en marcha medidas comunes, tanto de prevención como de diagnóstico. Desde la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) lanzan una advertencia: ni las radiografías simples ni los TC (tomografía computarizada) torácicos son técnicas diagnósticas en la infección COVID-19.

En China, explican, se está incluyendo el estudio de TC torácico como criterio diagnóstico por su alta sensibilidad para detectar opacidades pulmonares, pero ese criterio, remarcan, no se considera universal. Por ahora, añaden, no está indicado como técnica diagnóstica.

Según Pablo Valdés, presidente de la SERAM, el hecho de que el TC muestre una patología pulmonar no significa que se deba a una infección por coronavirus. Añade que todavía no existe un protocolo generalizado de pruebas radiológicas necesarias en caso de infección por virus procedente de la ciudad china de Wuhan. “Por ahora, las pruebas de imagen que se realicen las indicará la clínica del paciente y no la infección en sí”, remarca.

En el caso de las radiografías simples, apuntan desde la sociedad, los hallazgos son más difíciles de valorar. La SERAM ha elaborado un documento explicativo sobre el manejo en el área de Radiodiagnóstico ante una sospecha de infección por coronavirus.

Entre las pautas principales establecen que, hasta que un caso se confirme, se tratará como si el paciente pudiera estar infectado; se procurará movilizar al paciente lo menos posible (siempre que se pueda, las exploraciones se harán portátiles) o que los pacientes deberán llevar una mascarilla quirúrgica y seguir las medidas de cualquier caso de aislamiento de contacto y por gotas.

Además de las medidas de protección, la SERAM recomienda llevar un registro de todos los estudios realizados a pacientes y casos sospechosos. Además, en el Sistema de Información Radiológico, añaden, se debe registrar el personal que ha realizado la prueba, para que se pueda comprobar los sanitarios que han estado potencialmente expuestos en los casos que inicialmente no son sospechosos y se diagnostican más adelante.

Falta de recursos

Una de las problemáticas que se está generando es la enorme cantidad de llamadas diarias que recibe el 112, así como el colapso de los servicios sanitarios por culpa de la preocupación que ha generado el brote. Es por ello que desde la comunidad médica advierten sobre la necesidad de no abusar de estas pruebas y realizarlas solo a personas que tengan síntomas, ya que suponen un coste importante.

Desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) señalan a Vozpópuli que en estos momentos “la prioridad debe ser el uso responsable de las pruebas diagnósticas de Covid-19, y realizarlas solo a personas que tengan síntomas y esté fundamentada la posibilidad de que puedan tener la enfermedad”.

Una de las problemáticas que se está generando es la enorme cantidad de llamadas diarias que recibe el 112, así como el colapso de los servicios sanitarios

Para la sociedad “realizar la prueba a personas asintómáticas no aporta información nueva, ya que la persona puede estar hoy sin síntomas y la prueba dar negativa, y, al día siguiente, comenzar a tener síntomas y dar positiva. Por lo que, además de hacer un mal uso de los recursos disponibles, hacer la pruebas a personas que no hayan tenido contacto estrecho con un caso confirmado crea una falsa sensación de seguridad”.

La Sociedad también ha urgido a las autoridades a que, de forma inmediata, doten de más personal a los servicios hospitalarios de Preventiva, especialmente de personal de enfermería. La epidemia de coronavirus, apostillan, les obliga a recordar que todos los servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública de los hospitales españoles están infradotados de personal.

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