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SOS de los médicos de los centros de salud: "Ya no podemos más, estamos ahogados"

Protesta de sanitarios gallegos el pasado mayo en Pontevedra

Es un SOS que recorre todas las comunidades autónomas. Lo lanzan los sanitarios de Atención Primaria que, si ya llevan años denunciando un déficit histórico de profesionales, ahora van un paso más allá: el coronavirus les ha echado encima una carga insostenible. Hay centros de salud donde los médicos están triplicando los cupos de pacientes que, a su vez, se quejan de retrasos en las citas, los resultados de pruebas o de no poder acudir a la consulta de forma presencial lo que está incrementando las agresiones verbales e, incluso, físicas. Hay facultativos que atienden hasta 90 pacientes al día. Llevan meses pidiendo refuerzos pero "ni están ni se esperan y ya no podemos más", denuncian desde Galicia, Cataluña, Canarias o Madrid y advierten: están hartos de la situación. 

"La situación está mal, sobre todo por la carencia de recursos humanos. Estamos ahogados", resume el doctor José Polo, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y médico en el centro de salud el Casar, de Cáceres sobre la situación que atraviesa Atención Primaria. Su sociedad lleva años denunciando el déficit histórico de profesionales y ya advirtió que temía a la postpandemia porque, aparte de las secuelas de la onda epidémica, tendrían que atender todo lo que les quedaba pendiente de cuando estalló la crisis sanitaria.

"Nosotros hemos estado atendiendo pacientes covid desde el primer momento. Cuando se complicaba, se le derivaba al hospital. Pero, con la 'desescalada' nos tocó todo. Más la sobrecarga en guardias o el riesgo de que el compañero caiga enfermo o, muy importante, el problema que se nos puede venir en unas semanas con el cambio de tiempo y es la patología respiratoria estacional", señala el doctor Polo.

Un problema de difícil solución

Las quejas se suceden desde todas las comunidades autónomas. El clamor es común: los profesionales dicen que ya no pueden más. En Valencia, la consellera de Sanidad Universal, Ana Barceló, admitía hace días que en la comunidad hay "un déficit de profesionales" en Atención Primaria que ahora mismo, reconocía, "no se puede resolver".

La consellera indicaba que las bolsas de trabajo de facultativos, especialistas, médicos y enfermeros están agotadas, tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España, apuntaba "No se pueden tener más profesionales donde no los hay", afirmaba al tiempo que pedía "disculpas" por la situación y los retrasos en los centros de salud.

Retrasos de los que se quejan los pacientes que, en muchos casos, no entienden porqué no se les atiende de forma presencial o, si van a su centro de salud, deben esperar en la calle para ser vistos por su médico. Hace apenas unos días, desde el Sindicato Médico (CESM-CV), compartían las quejas y denuncias que están recibiendo por parte de médicos de familia y pediatras de los diferentes departamentos de la Comunidad Valenciana sobre "el continuo e inadmisible aumento de agresiones verbales e, incluso, conatos de violencia física que están desgraciadamente padeciendo los profesionales de estos centros".

Las nuevas medidas de seguridad derivadas de la crisis de la covid-19 en los centros de Atención Primaria -al ser lugares de mayor riesgo de transmisión de la infección-  como la entrada escalonada a los centros o los triajes de pacientes antes de acceder al centro "están provocando malestar e incomprensión entre algunos usuarios y están teniendo como consecuencia el aumento de quejas hacia el personal que tiene que organizar los circuitos y los facultativos que atienden las consultas. Quejas que desgraciadamente, en no pocos casos, están derivado en agresiones verbales e incluso en violencia física", denunciaban.

Lo corroboran desde otras comunidades autónomas. "Los pacientes no entienden lo que está pasando, porque nadie se lo ha explicado bien. Están nerviosos y desesperados", dice una médico madrileña a Vozpópuli. 

Los médicos gallegos, al límite

"La gente está cansada, creen que es que no queremos verles y no entienden que es por su seguridad, que no pueden venir al centro de salud y estar juntos en la sala de espera. Además se les está vendiendo que no estamos viendo a los pacientes y sólo hacemos un filtro por teléfono, cuando no es verdad", indica desde Galicia Matilde Maceira, delegada de Atención Primaria en la comunidad de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

Este sindicato ha remitido una carta al conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, en la que hace un diagnóstico de la "situación real" de los médicos y en la que avisan de que "la Atención Primaria ya no puede más, debido a la sobrecarga de trabajo que soportan los facultativos que prestan sus servicios" en los centros de salud desde la irrupción de la pandemia. Exigen al Servicio Gallego de Salud, Sergas, "los recursos humanos suficientes para evitar una crisis irreversible".

Pero, se queja Maceira, el prometido refuerzo, "ni está ni se le espera". Precisamente hoy, Alberto Núñez Feijóo, candidato popular a la Presidencia de la Xunta, intervenía en el pleno de investidura con un discurso centrado en el coronavirus. Entre sus objetivos, el impulso de una reforma de la ley gallega de salud o el impulso de un nuevo sistema de test masivos de saliva. Además, el presidente en funciones,  avanzó una renovación integral del Sergas que empezará por la Atención Primaria.

Triplicar el cupo de pacientes

Desde CESM Galicia explican que, por ahora, la situación es límite en los centros de salud. Es más, que ha ido empeorando con el avance de la 'desescalada'."Estamos trabajando muchos días con agendas de 50/60 pacientes por médico", indica Maceira Hay compañeros que, incluso, han llegado a triplicar su cupo de pacientes diarios, hasta los 90 cuando, dice, tendrían que estar viendo entre 25 y 30 pacientes.

"Si a una agenda con 90 citas en una jornada le sumas las visitas domiciliarias que tienes que hacer cuando acabas, se convierte en inasumible", denuncian desde CESM Galicia.

"Hace mucho que no es así -es lo que recomiendan los estándares de calidad  en España, matiza-, pero, salvo algún centro con características especiales, esos ratios no se cumplen", apunta. Maceira alude a"agendas de compañeros que, de ocho de la mañana a tres de la tarde, han tenido citados 90 pacientes. Eso es inasumible. A esto le sumas las visitas domiciliarias que tienes que hacer cuando finalizas una agenda de ese calibre", añade.

Bajas de médicos que no se cubren

Una realidad especialmente grave, apunta Matilde Maceira, porque hay "muchísimas bajas de compañeros, por enfermedad -no siempre asociadas al coronavirus-; otros por aislamiento por contacto pacientes positivos; por vacaciones (se nos pidió que las cogiéramos ahora en presión de una segunda ola...A esas bajas le sumas la demanda asistencial, ahora telefónica en gran parte, y estamos al límite", describe. Y utiliza el siguiente ejemplo: "Cada paciente es un juicio rápido. Si lo extrapolamos a otros profesionales, sería como hacer 70 juicios rápidos en 7 horas".

En su día a día, señala, atienden a sus pacientes de siempre con patologías crónicas; pero también urgencias complicadas o patologías agravadas por el miedo a acudir a un centro sanitario. Cita el caso reciente de una paciente que llevaba dos días cursando un ictus y no quiso acudir al centro por temor a contagiarse. "Estamos viendo muchos dolores crónicos que se reagudizaron durante la pandemia; deterioro cognitivo por el mismo motivo; mucha patología psiquiátrica, personas con cuadros depresivos importantes o ansiedad por el encierro y crisis económica", relata la delegada de Primaria de CESM Galicia. 

"Las consultas de mañana se solapan con las de la tarde. Dejas una consulta sucia para que tu compañero empiece a trabajar por la tarde o para los pacientes que vayan a entrar. No se puede ni ventilar, ni limpiar adecuadamente", se queja la doctora Maceira

Matilde Maceira señala que hay compañeros que estiran sus horas tanto para poder atender a todos los pacientes que las consultas, de mañana, se solapan con el siguiente turno, el de tarde. "Esa es otra. Dejas una consulta sucia para que tu compañero empiece a trabajar por la tarde o para los pacientes que vayan a entrar. No se puede ni ventilar, ni limpiar adecuadamente" critica. 

Seguir a los pacientes covid

Pero, junto a ese trasiego diario, desde CESM denuncian lo que está suponiendo absorber a todos los pacientes con sospecha de coronavirus. "Tenemos que dar información de palabra y luego información por escrito. Aunque eso lo tienen que hacer los rastreadores, también están desbordados". El sindicato médico denuncia que, a la sobrecarga de trabajo, añaden las labores de diagnóstico y seguimiento de pacientes con coronavirus, funciones de rastreadores que "la propia consellería atribuye a los médicos de Atención Primaria, ante el fracaso del sistema de seguimiento de contactos infectados impulsado por el Sergas al no contar con el personal necesario para realizar estas tareas".

Los facultativos indican que "por si no fuera suficiente", también la decisión de solicitar PCR a todos los trabajadores sanitarios que se incorporen a su trabajo, y a los nuevos ingresos en las residencias "recae en el médico de Atención Primaria, un trabajo puramente burocrático", que, destaca CESM, "requiere al menos dos consultas como la solicitud de prueba y la comunicación de resultados, con lo que la carga de trabajo continúa creciendo".

Madrid, en el ojo del huracán

En Madrid, relatan pacientes consultados por Vozpópuli, contactar con algunos centros de salud, para consultar patologías ajenas al coronavirus, es, en algunos casos, misión imposible. Están colapsados, según vienen denunciando los sindicatos CC.OO., Amyts, CSIT Unión Profesional y UGT, miembros de la Mesa Sectorial de Sanidad, que piden a la Consejería de Sanidad una solución para Primaria.

"Desde el inicio de la 'desescalada' estamos avisando a la Administración Sanitaria de cuáles son las prioridadesincremento del número de profesionales, rastreo de casos, capacidad de pruebas diagnósticas y dotación de material de protección", señalaban recientemente las organizaciones sindicales en un comunicado conjunto. Desde Amyts precisan a este digital que, antes de que estallara la pandemia, ya había "400 huecos de medicina familiar y comunitaria sin cubrir y 150 de pediatras".

La recién nacida organización sindical Enfermería de Madrid Unida, un movimiento profesional independiente que representa a miles de enfermeras de la región, denunciaba este lunes que "la realidad laboral asociada al marco asistencial de las enfermeras españolas es dramática y precaria, siendo el colectivo profesional más despreciado en España por las diferentes administraciones públicas en los últimos años". 

En su manifiesto de presentación, las enfermeras enumeran un decálogo de sus principales reclamaciones. Entre otras, mejora de las ratios enfermera-paciente tanto en Atención Especializada, en Atención Primaria, y en todos los centros Socio-sanitarios de la Comunidad, privados o concertados. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la UE, que recogen, la ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes es de 8,8, mientras que en España es de 5,3, denuncian.

Encuesta a los médicos catalanes 

En Cataluña, el sindicato Metges de Catalunya (MC) lleva días insistiendo en reclamar la incorporación de facultativos en los Centros de Atención Primaria (CAP) para poder asumir "la elevada demanda provocada por la pandemia y para reducir la sobrecarga extenuante del personal médico del primer nivel asistencial". Según una encuesta realizada por la organización a 1.339 médicos Primaria, el 63% de los médicos achaca al déficit de personal la reducción forzada de la actividad presencial en los CAP, mientras que un 56% también considera que la limitación de visitas se debe a las condiciones de espacio físico de los mismos centros.

Además, el 54% de los encuestados asegura que la sobrecarga de trabajo y la precariedad de las condiciones laborales son "difíciles de soportar", y el 82% cree que la pandemia empeorará la saturación de la atención primaria, anterior a la actual crisis sanitaria. 

Desde el sindicato señalan a Vozpópuli que la sobrecarga que sufre la atención primaria "es asfixiante". A la espera que el Govern de la Generalitat concrete los detalles del plan que anunció a principios de agosto para reforzar el primer nivel asistencial, Metges de Catalunya no tiene "muchas esperanzas que este conlleve un incremento real de la plantilla de facultativos". Calculan que hacen falta, como mínimo, mil médicos más. 

En Cataluña, aunque se ha reducido la actividad presencial, se ha incrementado la actividad telemática y hoy en día se contacta casi con un 20% más de pacientes en total, dicen desde Metges de Catalunya

La Atención Primaria en Cataluña, recuerdan, ya partía con un déficit importante de profesionales antes de la pandemia: durante los recortes se perdieron más de 900 médicos de familia. Además, añaden, que, aunque se ha reducido la actividad presencial, se ha incrementado "exponencialmente la actividad telemática y hoy en día se contacta casi con un 20% más de pacientes en total (presencial y a distancia) que antes de la pandemia".

El sindicato reitera al Departament de Salut la "necesidad imperiosa de reforzar con personal los dispositivos de salud comunitarios para evitar que estos acaben convirtiéndose en centros exclusivos de atención al coronavirus y garantizar una atención a la población en condiciones".

El día a día de la covid en Canarias

Desde Canarias, la Plataforma de Médicos de Atención Primaria admite a este digital que el coronavirus les come el día a día. "Llevamos varias semanas con bastante sobrecarga laboral, agendas sobredimensionadas de inicio, pacientes forzados y durante la jornada se van sumando más pacientes de compañeros ausentes a los que no se sustituye y a los que hay que dar respuesta", explican.

La gestión de la covid-19, añaden, "se vive de una manera más intensa en Las Palmas de Gran Canaria, ya que tenemos unas incidencias acumuladas muy elevadas". Describen una gestión del tema covid diferente en la isla de Gran Canaria, a diferencia del resto de islas, que "optó desde el inicio por grupos centralizados de covid que se constituyeron sacando a los profesionales sanitarios de los centros y que se ocuparían del seguimiento de los enfermos positivos. También se apostó por la extracción de pruebas PCR en grandes centros. Todo esto que, cuando hubo baja incidencia funcionó más o menos bien, ahora que ha aumentado la incidencia está sobrecargado", relatan.

Esa situación les lleva a encontrarse con problemas como centros "bajo mínimos en personal" por vacaciones, personal que sacaron para los grupos centralizados, bajas y cuarentenas del personal; agendas de rastreo tan desbordadas "que dejan de ser operativas, terminamos gestionando las PCR también de los contactos nosotros en las consultas" o listas de espera para realizar PCR de los sospechosos, aunque, especifican, han empezado a habilitarse más puntos de recogida de PCR en los mismos centros de salud.

Desde Canarias piden una "campaña mediática intensa dirigida  a la población sobre la necesidad de respetar las cuarentenas y aislamientos". 

Entre las reclamaciones del colectivo: más personal -piden que vuelvan los compañeros que sacaron de los centros de salud para los equipos covid centralizados; protección mínima necesaria a la hora de atender a los pacientes presencialmente -"necesitamos mascarillas FPP2 para evitar que pacientes asintomáticos que posteriormente salen positivos nos envíen a casa más de 10 días por estar atendiéndoles con mascarillas quirúrgicas", reclaman- o una "campaña mediática intensa dirigida  a la población sobre la necesidad de respetar las cuarentenas y aislamientos

El doctor Polo, desde Semergen, no ve una solución a corto plazo a las reivindicaciones de sus compañeros desde toda España. "Es complicado. Y además, si se siguen haciendo contratos basura, lo que pasará es que los profesionales emigrarán a otros países donde, además de una mejor retribución económica, tienen una mayor consideración social", concluye.

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