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Cataluña necesita 1.000 médicos en sus centros de primaria asfixiados tras años de recortes

La consellera de Salut, Alba Vergés

Cataluña necesita incorporar más de 1.000 médicos en sus centros equipos de atención primaria (EAP) para encarar con garantías las nuevas fases de 'desescalada', según Metges de Catalunya (MC). El sindicato denuncia que la plantilla está diezmada tras años de recortes y que la carga de trabajo comienza a ser "inasumible". Los refuerzos, critican, han sido inexistentes salvo algún caso puntual para suplir las numerosas bajas por coronavirus entre sus compañeros.

Los refuerzos de plantilla, señalan desde el sindicato, son fundamentales para asumir sus nuevas competencias: la atención a las residencias geriátricas, la detección de nuevos casos comunitarios mediante las pruebas PCR a pacientes con sintomatología de infección y el seguimiento de sus contactos. Junto a Madrid, es la comunidad que más casos de coronavirus ha tenido y donde el colapso de los centros sanitarios ha sido más dramático. 

El sindicato advierte que el primer punto de acceso al sistema sanitario público "sigue arrastrando un déficit importante de plantilla". Solo en la red de atención primaria del Institut Català de la Salut (ICS), que gestiona el 80% de los equipos de atención primaria (EAP) -374 en toda Cataluña, según la última memoria del CatSalut de 2018- "se perdieron más de 900 facultativos debido a los recortes, de los que únicamente se han repuesto un centenar de profesionales a raíz del cumplimiento parcial de los acuerdos de salida de huelga de finales de 2018, que preveían una contratación de 309 nuevos médicos de familia", indican desde Metges de Catalunya.

Ni disponen de test, ni de personal

El sindicato considera que la Atención Primaria no está preparada para acometer nuevos cambios de fase. Especialmente en Barcelona, que este lunes, como Madrid, pasa a la fase 1. "En esa fecha, deberíamos de iniciar una campaña para detectar los nuevos casos comunitarios de Covid-19 mediante las pruebas PCR a pacientes con sintomatología de infección y realizar el seguimiento de sus contactos, pero no disponemos de suficientes test, ni de personal para llevarlos a cabo", explica a Vozpópuli Elena Bartolozzi, secretaria del Sector de Primaria ICS de Metges de Catalunya y delegada sindical en Barcelona ciudad.

"Si antes de la emergencia la situación era insostenible, la perspectiva futura es sobrecogedora, si no se inyectan más recursos", señalan desde MC

Además, prosigue, durante estos dos primeros meses de pandemia, se ha prestado una atención prioritaria a la covid-19 y a la urgencia y se han postergado muchas visitas a los pacientes crónicos "que no se han atendido de la manera adecuada. Si antes de la emergencia sanitaria la situación de la atención primaria era insostenible, la perspectiva futura es sobrecogedora, si no se inyectan más recursos", añade.

Bartolozzi asegura que los centros no han contado con refuerzos para atender las fases de 'desescalada'. En algún EAP, precisa, se puede haber incorporado "algún apoyo testimonial, debido al elevado número de bajas por infección de covid-19 entre el personal, pero en general ha ocurrido lo contrario. Incluso se ha tenido que cerrar algún centro por contagio masivo de los profesionales, sobre todo en la fase inicial de la epidemia, cuando la dotación de equipos de protección individual (EPI) era totalmente escasa".

La escasez de personal, prosigue, se ha agudizado por el hecho de que "se han sacado efectivos de la atención primaria para atender otros dispositivos como los hoteles salud o las residencias geriátricas. Es decir, en vez de dotar de personal al primer nivel asistencial, se le ha restado recursos. Los profesionales hemos tenido que afrontar la primera fase de la pandemia con menos personal, más dispositivos que atender y más demanda sanitaria".

Órdenes "cambiantes e inespecíficas" desde gerencia

Desde el sindicato explican que, durante la pandemia, las directrices que han recibido por parte de los equipos directivos "han sido muy vagas, cambiantes e inespecíficas". Cada centro se ha organizado de una manera diferente. Ahora, desgranan, se ha elaborado un documento de desescalada por parte de la Gerencia de Atención Primaria de Barcelona sobre cómo acometer esta nueva fase que, en su opinión, "tiene puntos positivos, pero carece de aspectos tan fundamentales como la distribución del tiempo asistencial y el refuerzo de personal". Por ejemplo, indican que se ha promovido la telemedicina y no ha habido ni dotación de sistemas informáticos, ni soporte técnico para ayudarnos.

La carga de trabajo, señalan, "empieza a ser inasumible". La plantilla, indica Javier O’Farrill, presidente del Sector de Primaria ICS, "está muy agotada tanto física como emocionalmente". Según sus cálculos, necesitan incorporar más de 1.000 facultativos para el trabajo que les viene por delante. 

En los equipos de atención primaria, continúa, la atención se divide en dos líneas. Por un lado, a los paciente respiratorios, asociados más de forma directa a la posibilidad de covid-19 "que pasan por una visita especifica con un tipo de protección individual muy elevado" y, por otro, a pacientes con problemas no respiratorios "que no significa que no puedan estar infectados por el coronavirus, ya que hay un alto índice de personas asintomáticas". 

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