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La apuesta prudente de Castilla y León, la comunidad que no tiene prisa por pasar de fase

Francisco Igea

Este miércoles a las dos de la tarde finalizaba el plazo ofrecido por el Ministerio de Sanidad para que todas las comunidades autónomas que quisieran pasar a la fase 1 de la desescalada el próximo lunes, 11 de mayo, presentasen sus solicitudes.

Prácticamente todas las CC.AA. han aprovechado esta oportunidad y han optado por pedir pasar de fase, menos dos: Cataluña y Castilla y León, que han solicitado un cambio de fase parcial. Es decir, sólo para zonas concretas de la región, las denominadas como zonas sanitarias. Andalucía, por otro lado, ha pedido el cambio de fase para todas sus provincias pero ha solicitado que se excluyan tres áreas sanitarias de su comunidad, ya que presentan una incidencia más elevada del coronavirus.

La posibilidad de pedir el cambio de fase por zonas sanitarias en vez de por provincias es posibilidad venía contemplada en la orden ministerial que publicó el pasado domingo el Gobierno en un BOE extraordinario. En el caso de Cataluña, la decisión de la Generalitat no sorprende: después de Madrid, es la comunidad autónoma con más fallecidos y contagios de covid-19. Lo que sí ha sorprendido, por otro lado, es la decisión de Madrid de optar por un cambio de fase, teniendo en cuenta que es la región más afectada de todo el país.

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No obstante, la excepción que nos ocupa no es esa, sino la de Castilla y León. Sus autoridades han optado por una gestión de la pandemia mucho más transparente que otras regiones y en esta ocasión, han decidido pedir el cambio de fase sólo para 26 de las 247 áreas sanitarias que tiene, todas ellas en en áreas rurales con muy poca población.

De hecho, el número de personas que podrán pasar de fase en la comunidad autónoma es de 53.509 habitantes del total de 2,4 millones de personas que viven en la región, toda una señal de la terrible despoblación que sufre el entorno rural en esta comunidad autónoma. Segovia es la única provincia que permanecerá entera en la la fase 0 porque ninguna de sus áreas sanitarias cumplen las condiciones para seguir avanzando.

La decisión de Castilla y León llama especialmente la atención al tener en cuenta que ocupa la cuarta posición en número de fallecidos, superada por Madrid, Cataluña y Castilla La Mancha, dos de las cuales sí que han solicitado el cambio de fase. No obstante, sí que es la segunda comunidad con más contagios nuevos y una de las regiones cuya población más envejecida del país.

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"Prefiero que se rían de nosotros a llorar por un repunte"

¿A qué se debe esta apuesta por la prudencia frente al resto de comunidades? Según apuntaba el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, es una decisión con la que esperan poder evitar posibles rebrotes. "Dentro de 15 días veremos: si todos los demás van bien la gente se reirá de nosotros, si se produce un rebrote todos lloraremos con ellos. No tengan duda de que prefiero la primera opción", ha aseverado el vicepresidente de la Junta, médico de profesión, en un tuit.

Este jueves, durante su rueda de prensa diaria, la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, aseguró que en la región se había producido "un repunte claro" durante la última jornada, después de registras hasta 950 posibles casos sospechosos de covid-19. "La prudencia puede llevar a un verano más tranquilo; si no, podemos volver a la casilla de salida", advertía ayer la consejera.

Aunque en el informe diario del Ministerio de Sanidad sólo han aparecido un total de 105 positivos por PCR, la Junta de Castilla y León también lleva de manera paralela un registro de posibles casos sospechosos, por lo que según su contabilización puede haber hasta 950 personas nuevas infectadas por coronavirus.

Una de las comunidades más transparentes 

Y es que esta comunidad autónoma es una de la que más información ha proporcionado sobre la situación epidemiológica de la región. De hecho, es una de las pocas comunidades que ofrece datos desglosados del número de camas que tiene. Uno de los pocos requisitos conocidos de Sanidad para el cambio de fase, de hecho, es contar con 1,5 camas por cada 100.000 habitantes: Castilla y León tiene 1,95 camas por cada 100.000 personas, según ha recogido Civio.

Por otro lado, también es una de las pocas CC.AA. que ofrece los datos de ingresos, altas y fallecimientos no sólo por provincias, si no por hospitales. No sólo eso, si no que también proporciona información desagregada sobre la mortalidad en residencias, a modo de ilustrar todos esos casos de covid-19 que han pasado desapercibidos. Un ejercicio de transparencia que desde la Junta de CyL también han exigido al resto de autonomías.

De acuerdo con su registro propio, los fallecidos a causa de la enfermedad de la COVID-19 en Castilla y León ya ascienden hasta 3.109 personas, frente a los 1.864 contabilizados por Sanidad. La Junta suma los decesos acontecidos en hospitales, residencias y domicilios desde el pasado 1 de marzo, según se extrae de los datos del portal de transparencia de la Junta sobre la pandemia.

De este modo, según el dato de la mortalidad total en la comunidad en estos últimos 68 días, de los 10.236 fallecimientos que se han producido en la Comunidad desde el 1 de marzo, el coronavirus habría causado un 30% de esos decesos:3.109 muertes.

Pero estos datos únicamente hacen referencia a las muertes registradas con COVID confirmado, de modo que habría que tener en cuenta a las más de mil personas -1.092- que han muerto solo en las residencias con síntomas compatibles al coronavirus, pero sin confirmar, y que no computan en este dato de mortalidad en la Comunidad.

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