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Las 'no fiestas' y la falta de rastreadores sitúan a Navarra como la segunda comunidad más azotada por la covid

Un bombero desinfecta una camilla del Hospital de Navarra el pasado abril

Preocupación entre los sanitarios navarros por la embestida de la segunda oleada del coronavirus en la Comunidad Foral, que ya se sitúa como la segunda más azotada por la covid-19, tras Madrid. Su presidenta, María Chivite, cree que ambas comunidades no se pueden poner "en el mismo plano", pero lo cierto es que los sanitarios denuncian idénticos problemas en una comunidad gobernada por el PSOE: falta de rastreadores y de refuerzo de Atención Primaria

El Complejo Hospitalario de Navarra ya ha adelantado la apertura de plantas covid para acoger a nuevos pacientes y ya se derivan enfermos a hospitales privados, como la Clínica Universitaria, para no tener que interrumpir las cirugías programadas y evitar el colapso. Tras el aumento de contagios, los sanitarios apuntan a la "no fiestas" celebradas en las últimas semanas, la falta de rastreadores o la presión sobre Atención Primaria. "Toda ayuda es poca", dicen ante las críticas del sindicato LAB que este martes, vía comunicado, mostraba su rechazo a que el Ejército cumpliera esas labores de rastreo en la Comunidad Foral. 

"En Navarra, imagino que también en el resto España, el verano es fiesta tras fiesta. La mayor parte de los repuntes han llegado por las 'no fiestas'", señala a Vozpópuli Alberto Pérez Martínez, secretario general del Sindicato Médico de Navarra cuando se le pide una primera consideración sobre qué ha sucedido en la Comunidad Foral para, según los datos del Ministerio de Sanidad, situarse (el martes) como la segunda comunidad, tras Madrid, con peores datos en incidencia del coronavirus: con una incidencia acumulada en los últimos siete días de 310,75 casos positivos por cien mil habitantes y de 622,77 en los últimos 14. "Entre las fiestas y las 'no fiestas' y todo lo demás, esto se nos ha ido de las manos", secunda su compañera María José Algarra, secretaria general autonómica del Sindicato de Enfermería SATSE

Aumento de casos tras las celebraciones

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, la presidenta navarra, María Chivite (PSN-PSOE), afirmaba este martes que no se descarta adoptar "alguna decisión" en localidades determinadas con incrementos de casos de covid-19, pero remarcaba que "para nada" se puede poner a la Comunidad Foral "en el mismo plano" que Madrid. Eso sí, admitía que le "preocupa" la situación de determinados municipios en los que, transcurridos 15 días de las llamadas "no fiestas" -celebraciones tras la cancelación de fiestas patronales precisamente por la situación de la covid-19- están aumentando "muchísimo" los casos positivos. 

"El mensaje que nos han dado ha sido de tranquilidad y ese mensaje a lo mejor no había que darlo. Además, no han contado con nosotros para diseñar ningún plan de contingencia. En anteriores legislaturas siempre tenían la capacidad de negociar o dialogar con las fuerzas sindicales, pero ahora no nos han hecho partícipes de nada, el plan de contingencia ha sido unilateral, el que han querido ellos, sin contar con nosotros", indica María José Algarra. 

Falta de médicos y de rastreadores

Entre las razones esgrimidas por Chivite para decir que "para nada" Navarra se puede situar en el mismo plano que Madrid figuran dos: que la Comunidad Foral está haciendo "muchísimo más esfuerzo" en la detección y el rastreo de casos y que no se pueden comparar las tasas de positividad o de ocupación hospitalaria. Los sindicatos sanitarios no comparten esa visión de la realidad

El Departamento de Salud detectó el lunes 348 nuevos casos de infección, según los datos facilitados por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), tras realizar en el sistema público de salud 3.346 pruebas PCR. En esa jornada se registraron cinco fallecidos, tres hombres de 78, 85 y 89 años y dos mujeres, de 56 y 84 años.

Según los mismos datos del Departamento de Salud de Navarra, la red sanitaria acoge, tras el balance de altas y bajas, a 206 pacientes (uno menos que el lunes) en los diferentes centros hospitalarios y modalidades. Por modalidades, 25 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 29 en hospitalización domiciliaria. Los 152 pacientes restantes están en planta. Todas estas personas, según Salud, dieron positivo en una prueba PCR, sea esta infección o no el motivo de su ingreso hospitalario, y ocupan espacios covid-19.

"La situación es para estar muy preocupados; si las tasas de contagios siguen avanzando empezaremos a tener plantas llenas y UCIs al borde del colapso", dicen desde el Sindicato Médico

Espacios que, según explica el secretario general del Sindicato Médico, cada vez son más ya que se ha adelantado la apertura de nuevas plantas (dos en concreto) para pacientes con covid -otras dos ya estarían llenas, precisan desde SATSE- en el Complejo Hospitalario y, de cara a la próxima semana, ante el creciente aumento de hospitalizaciones, cerrarán las salas de endoscopias para volver a convertirlas, como sucedió en la primera oleada de la pandemia, en boxes de UCI

"La situación es para estar muy preocupados; es cierto es que no tenemos unas tasas de mortalidad altas, porque parece que efectivamente el tipo de paciente tiene un perfil diferente al de marzo y abril, pero si las tasas de contagios siguen avanzando empezaremos a tener plantas llenas y UCIS al borde del colapso", señala el secretario general del Sindicato Médico. 

Derivación de pacientes a centros privados

Tras recabar datos de sus delegadas en los centros sanitarios -el Hospital de Navarra, el Virgen del Camino, la Clínica Ubarmin o el Centro Sanitario Doctor San Martín forman parte del Complejo Hospitalario de Navarra- María José Algarra, por su parte, habla de una "ligera presión asistencial en Urgencias".

Matiza que ayuda las altas que se están dando y, sobre todo, una circunstancia completamente diferente a la de la primera oleada: ya se están derivando pacientes a las clínicas privadas -entonces se enviaron pocos enfermos, aclara- como la Clínica Universitaria de Navarra o la Clínica San Miguel con el fin de, en el Complejo Universitario, poder continuar con las cirugías programadas de pacientes no covid que habían quedado paralziadas. A los sanitarios les preocupa la cada vez mayor presión sobre la UCI. Entre los momentos álgidos de la pandemia, Navarra llegó a contar con más de 130 camas de críticos.

Falta de médicos y enfermeras

La falta de médicos y enfermeras es otro de los problemas que argumentan los sanitarios para llegar a una situación como la que vive Navarra donde, por cierto, en los hospitales, cuentan, de momento, con suficiente material sanitario (equipos de protección) para afrontar la segunda oleada. "Tenemos para tres o cuatro meses", señalan desde SATSE

" En Primaria hablamos de compañeros totalmente desbordados y de los usuarios cabreados porque no tienen acceso a los centros de salud. Conclusión: se van a los médicos privados", describe Alberto Pérez.

En Atención Primaria la falta de médicos es muy anterior a la pandemia. Por ejemplo, faltan pediatras, señalan desde el Sindicato Médico. "El déficit de personal en Primaria es crónico. El otro día, el propio Departamento de Salud admitía cómo habían descendido los datos de contratación en los últimos años. Primaria ya estaba colapsada antes de la pandemia. Ahora, ya es una locura. Hablamos de compañeros totalmente desbordados y de los usuarios cabreados porque no tienen acceso a los centros de salud. Conclusión: se van a los médicos privados", describe Alberto Pérez Martínez.

Enfermería también está saturada y "muchas enfermeras", tras las condiciones laborales "de cierta discriminación salarial" ofertadas en la primera ola, con una sobrecarga que no se ha compensado con complementos de riesgo, no "quieren trabajar", se queja Algarra al tiempo que recuerda que el Departamento de Salud tuvo todos estos meses pasados para "diseñar un plan y no lo ha cumplido"

Falta de rastreadores

Pero si hay un tema polémico es el de los rastreadores. Los sanitarios consultados por Vozpópuli insisten en que, pese a que la presidenta de la Comunidad señala que, a diferencia de Madrid, en Navarra sí se han reforzado las labores de detección y rastreo de casos, no es así. "Empezaron con treinta y pico, luego hablaron de 130 y, al final, han tenido que llamar al Ejército. Ahora quieren conseguir profesionales y no saben de dónde", señala María José Algarra. Enfermeras, trabajadores sociales y auxiliares administrativos se ocupan del rastreo en Navarra. 

Destacar también que, el pasado agosto, el Gobierno de Navarra anunciaba el refuerzo del equipo de rastreo de contactos con personal de su Servicio de Mediación Intercultural e Intervención Comunitaria, para una mayor efectividad en los casos de contagios posibles o confirmados de personas originarias de otros países. Según el propio ejecutivo autonómico, se contrató a tres profesionales, que trabajarán de lunes a domingo dentro del equipo de personas rastreadoras de contactos.

Alberto Pérez apunta a otro aspecto sobre la carencia de rastreadores. En Navarra, no han permitido que médicos jubilados, que en la primera ola de la pandemia se ofrecieron para ayudar a sus colegas a hacer frente a la epidemia sanitaria, ejercieran labores de rastreo, tal y como se propuso. 

LAB no quiere al Ejército rastreando los contactos

Según los datos oficiales, el equipo de rastreo de la Comunidad Foral está formado por 84 profesionales, además de 110 enfermeras de Atención Primaria y de Urgencias que se incorporan al equipo en función de lo que se vaya necesitando. Precisamente este martes se han sumado 30 rastreadores del Ministerio de Defensa.

En la entrevista realizada por Radio Euskadi, la presidenta Navarra defendía la incorporación de militares para labores de rastreo "coyunturales" respondiendo a las críticas de EH Bildu en este sentido. Una opinión que comparten desde el Sindicato Médico de Navarra: "Es una cerrazón que no quieran que vengan. Cualquier ayuda nos vendría bien", señalan desde el Sindicato Médico.

Hoy mismo el sindicato LAB emitía un comunicado rechazando nuevamente la presencia del Ejército en la Comunidad Foral ante "la inminente llegada de los rastreadores militares" a solicitud del Gobierno de Navarra. "¿Llamar a militares para el rastreo significa que no tenemos o no queremos generar medios propios para hacerlo?; ¿no hay confianza en los profesionales sanitarios, de asistencia social, de Protección Civil para este trabajo?; ¿no hay suficientes personas en el paro formadas para hacer rastreo en esta oleada y en futuras pandemias y emergencias?", se preguntaban en su escrito. 

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