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Grifols obtiene luz verde de Estados Unidos para dar el salto a China

Grifols gana 286,9 millones en el primer semestre de 2019, un 10% menos

Grifols sigue logrando desbloquear barreras para lanzarse al mercado chino. La multinacional española, uno de los fabricantes líder del mundo de productos hemoderivados, ha conseguido la aprobación por parte del Comité para la Inversión Extranjera de Estados Unidos (Cifus, por sus siglas en inglés) para que la farmacéutica china Shanghai Raas adquiera el 45% de los títulos de Grifols Diagnostic Solutions, la filial norteamericana de la compañía catalana.

Ahora, la única operación pendiente para concluir la introducción del gigante de hemoderivados en el mercado chino es que las autoridades del país asiático aprueben la compra por parte de Grifols del 26,2% de las acciones de Shanghai Raas, un acuerdo anunciado por las dos compañías el pasado mes de marzo.

En total, el intercambio entre las dos empresas está valorado en 1.700 millones de euros, una cifra algo menor de lo inicialmente previsto por la empresa catalana. De hecho, a raíz de la noticia, uno de los valores que ha impulsado durante la jornada de ayer el Ibex 35 fue la farmacéutica.

El departamento de análisis de Bankinter ha calificado la autorización por parte del Cifus de “muy buena noticia” para Grifols. “Además de ser un paso adelante en la cadena de aprobaciones supone eliminar un factor de riesgo que estaba pesando negativamente sobre la cotización de Grifols en el actual escenario de incertidumbres respecto a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China”, han apuntado, haciendo referencia a la guerra comercial existente entre las dos potencias económicas más importantes del mundo.

El efecto Trump

En un principio, la estrategia inicial de Grifols era hacerse con una parte mayoritaria de la compañía china, especializada en la fabricación y desarrollo de proteínas plasmáticas, pero tuvo que adaptar el acuerdo como consecuencia del deterioro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos -el país en el que la compañía catalana concentra la mayor parte de su negocio- y China.

Es por ello que las dos empresas se vieron obligadas a reestructurar el acuerdo para garantizar la aprobación de las autoridades chinas y norteamericanas. Bajo las nuevas condiciones, Shanghai Raas tuvo que aceptar tener solo el 40% de los derechos políticos y dejar en manos de Grifols el control operativo, político y económico de su filial, que se valora en unos 3.800 millones de euros. La empresa asiática, por su parte, seguirá controlada por Creat Group y la empresa estatal china RAAS China.

Más allá de las tensiones comerciales, otra de las barreras de entrada a la que se ha tenido que enfrentar la compañía catalana es el hecho de que en China no está permitida la exportación de productos derivados de la sangre, por lo que todo el plasma que produzca junto Shanghai Raas estará destinado directamente al mercado chino. Es lo que ya hace con la también farmacéutica china Boya Bio-Pharmaceutical, con la que llegó a un acuerdo en la primavera de 2018 para abrir centros de donación de plasma en el país asiático.

Centros de plasma en China

La creación o adquisición de centros de donación de plasma en China también forma parte de la hoja de ruta de Grifols, según adelantaron hace unos meses. Hasta la fecha, Estados Unidos ha sido sin ningún tipo de competencia la principal fuente de plasma para Grifols.

En la actualidad, de los 256 centros de donación de plasma que maneja la empresa, 220 se encuentran en Estados Unidos. Ahora, la compañía quiere pasar de los 256 centros de plasma a 316 en 2022 y a un total de 370 en 2024. De esos 370 centros, 264 estarán en Estados Unidos, otros 52 en la Unión Europea y los 54 restantes en una localización “todavía por determinar”.

No obstante, han apuntado que es "muy probable" que para entonces la multinacional ya tenga centros de donación en China, entre otros países. Los centros de plasma son muy importantes para Grifols, ya que el plasma -la parte líquida de la sangre que queda tras retirar plaquetas, glóbulos rojos, leucocitos y otros componentes celulares- es la materia prima usada para producir los medicamentos plasmáticos que comercializa esta multinacional. Actualmente, Shanghai RASS dispone de 41 centros de recogida de plasma que le permiten obtener cerca de 1,1 millones de litros de plasma al año.

Compromiso a largo plazo

La historia de Grifols con China comenzó, no obstante, en los años 80, cuando el fundador de la compañía viajó por primera vez al gigante asiático, uno de los mercados de plasma más grandes del mundo, sólo por debajo de Estados Unidos. Una de sus primeras alianzas comerciales en el país fue con la empresa Liaoning Huiming, en 2002, y fue en 2010 cuando la empresa catalana fundó su primera oficina de representación en Pekín. El año pasado estableció su primera sede en el país.

En la actualidad, la principal actividad comercial de Grifols en China es la exportación de derivados de la albúmina, la proteína más común que se encuentra en la sangre. China es el mercado más grande del mundo en lo que respecta a este producto, y, en los últimos años, sus ventas no han hecho más que crecer.

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