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El Gobierno paraliza hasta un 22% el presupuesto para la investigación pública

Investigación médica.

Casi un tercio de los investigadores españoles que dependen de la financiación pública de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) para poner en marcha proyectos científicos van a sufrir recortes en su presupuesto de entre un 14% y un 22%, sin motivo aparente. 

La agencia, un organismo dependiente del actual Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha optado por modificar su calendario de convocatorias de ayudas públicas a proyectos de investigación de tal manera que, a día de hoy, todos los proyectos en marcha sufrirán un hueco de financiación de cinco meses en 2020 y ocho meses en 2021. Esto supone un recorte efectivo a nivel económico de un 14% y un 22% en sus becas, respectivamente.

Esto es lo que llevan varios meses denunciando desde la Asociación Española de Investigación contra el Cáncer (ASEICA), que después de reunirse en reiteradas ocasiones con la AEI, critican la falta de voluntad de diálogo y "receptividad" por parte de esta institución. En particular, este recorte se debe a que desde la AEI han optado por modificar el calendario de convocatorias de proyectos -no sólo de índole médica, sino de cualquier tipo de investigación científica- durante los próximos años.

"Dado que la financiación actual de proyectos de investigación está a niveles de hace 15 años, esto supondrá una merma muy importante de recursos para todos los grupos de investigación. Esto es, un tercio del total de investigadores que se benefician en el país de estas ayudas", apuntan desde ASEICA. 

ASEICA lamenta también que esta situación impacta en áreas de alto interés social como es la investigación contra el cáncer. “El reto que tenemos ante nosotros es pasar en la próxima década de las tasas de curación del 55% actuales a niveles que superen el 70%. Difícilmente será posible alcanzar esto con medidas como las que denunciamos. Son una nueva nueva zancadilla a los investigadores y, desde luego, a la esperanza de los pacientes con cáncer”, apunta el Dr. Xosé Bustelo, presidente de ASEICA, en declaraciones a Vozpópuli. 

Hasta ocho meses a la intemperie 

Tradicionalmente, los grupos científicos que obtienen este tipo de 'beca' reciben ayuda económica por parte del Gobierno durante un plazo de tres años, que comienza el 1 de enero del primer ejercicio y finaliza el 31 de diciembre del tercero, como resulta evidente.

Por el contrario, con  el nuevo calendario de convocatorias de proyectos, este año la convocatoria se retrasa hasta el 1 de junio -aproximadamente- mientras que la de 2022 comenzará en septiembre. A simple vista esta afirmación no parece suponer problema alguno, a no ser que se tengan en cuenta a todos los proyectos científicos que ya están en marcha.

El nuevo calendario dejará durante cinco meses a decenas de investigadores sin ayudas públicas, aunque estén trabajando. Los científicos cuyo proyecto finalice en 2021 lo tienen peor, ya que desde la AEI contemplan retrasar el inicio de la convocatoria hasta septiembre de 2021, generando un hueco de financiación de ocho meses

Pérdida de contratos

Desde ASEICA denuncian que este desfase conllevará pérdida de contratos y, desde luego, una perdida de competitividad muy significativa de todos investigadores afectados por esta medida, en especial los más jóvenes. 

Desde el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades alegan que la modificación de este calendario sirve para "evitar que los proyectos empiecen meses antes de la resolución de concesión". En este sentido, desde el Gobierno están en lo cierto, ya que muchos proyectos de investigación en nuestro país se ponen en marcha antes de comenzar a recibir las ayudas públicas, acostumbrados a los retrasos en los pagos.

Desde ASEICA rechazan ese argumento. A su modo de ver, la "cerrazón" de la AEI "refleja simplemente otro objetivo oculto e inconfesable: el ahorro de una suma considerable de dinero que no va a ser destinado a investigación". "Estaría bien, que, al menos, nos tratasen como adultos y no nos vendiesen gato por liebre”, insisten desde la organización.

Retrasan las investigaciones en curso 

Es un conflicto que viene de largo, según explica el Dr. Bustelo. Desde ASEICA, durante sus repetidas reuniones con la Agencia Estatal han ofrecido varias alternativas, como una financiación puente para paliar esos meses sin ayudas, algo que han rechazado desde la institución, que ha propuesto las suyas propias. Para ASEICA, no obstante, no son más que "una cortina de humo". 

Ante las quejas de los investigadores, desde la AEI han asegurado que "flexibilizarán" la fecha de inicio de los proyectos para “apoyar a aquellos grupos que se pudieran quedar temporalmente sin financiación a pesar de haber sido evaluados positivamente”.

"Lo que está pasando es que decenas de grupos de investigación están retrasando sus resultados para que parezca que no han logrado los objetivos, cuando no es así”

Lo que sugiere la Agencia Estatal de Investigación, que ha destacado en un comunicado que "garantizará" la viabilidad de los proyectos, es que los investigadores a los que se les haya concedido el proyecto en el 2020 puedan pedir que este se inicie el 1 de enero en vez de en el mes de junio.

No obstante, esta medida no conlleva una compensación económica, sino que lo único que supone es estirar la financiación para 36 meses a 41 meses. Otra de las medidas anunciadas por la AEI es la de conceder prórrogas a los proyectos que están en marcha para que no queden en el aire. "Lo curioso es que esto crea una situación kafkiana", señala el Dr. Bustelo.

"Lo que está pasando es que decenas de grupos de investigación están retrasando sus resultados para que parezca que no han logrado los objetivos, cuando no es así. Resumiéndolo en pocas palabras, la AEI nos fuerza a pedir prórrogas haciéndonos mentir sobre las razones reales por la que las tenemos que pedir”, explica. 

Las ayudas públicas a la investigación científica en nuestro país se encuentran desde hace años a la cola de Europa, por lo que este nuevo parón burocrático acentúa la precariedad de una profesión que ha sido una de las que más ha sufrido los efectos de la crisis económica. "Estamos cansados de ser los científicos los que pagamos siempre por los ajustes económicos de otros", sentencia. 

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