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Política

El 40% de los votantes de IU el 20D rechazó apoyar a Iglesias en junio

Garzón e Iglesias, en un acto en Madrid.

¿Qué falló en Unidos Podemos? La coalición articulada por Pablo Iglesias y Alberto Garzón para superar al PSOE y tratar de disputarle la victoria al PP el 26J quedó muy por debajo de las expectativas. Fracasó en el intento de lograr el sorpasso, se situó doce puntos por detrás de Mariano Rajoy y perdió más de un millón de votos respecto a la suma que Podemos e Izquierda Unida alcanzaron en diciembre por separado. Los impulsores de la operación no tienen una explicación consensuada sobre lo ocurrido, pese a los informes y encuestas que encargaron para analizarlo, y ahí viene a arrojar luz el barómetro postelectoral del CIS, difundido este lunes.

El estudio -cuyo trabajo de campo, 6.200 entrevistas, se hizo del 2 al 21 de julio- demuestra que el electorado tradicional de IU, el que en 2015 se mantuvo junto a Garzón pese al empuje de la formación morada, no se entusiasmó con la idea de integrarse bajo el liderazgo de Iglesias. De hecho, esa maniobra alejó al 39’7% de los 927.000 votantes de IU, que no introdujo la papeleta de Unidos Podemos en la urna seis meses después. Sí lo hizo el restante 60’3%, una fidelidad bajísima que menguó el rendimiento de la coalición.

Todas las demás fuerzas, incluidas Podemos y las confluencias, presentaron índices de fidelidad considerablemente mayores. El que mejor registro marca en este aspecto es el PP, que logró movilizar en junio al 86’3% de los que le votaron en diciembre. En Comú Podem y Compromís-Podem, las marcas de Iglesias y Garzón en Cataluña y Valencia, hicieron lo propio con el 81% de los suyos.

La cifra baja al 80’4% en el caso de Podemos, al 77’3% en el del PSOE, al 71’8% en el de En Marea -la confluencia gallega- y al 64’3% en el de Ciudadanos. La formación de Albert Rivera, con un electorado menos cuajado, sufrió para volver a convencer a sus apoyos de diciembre, lo que explica que cayera un punto pese a seguir pescando en otros caladeros y seducir incluso al 4’6% de los que el 20D apostaron por Garzón.

El PSOE, beneficiado

¿A dónde se fue el electorado de IU descontento con la coalición? Se repartió entre todas las alternativas posibles, según el CIS, pero el principal beneficiado fue el PSOE. Un 16’7% de ese nicho decidió avalar el proyecto de Pedro Sánchez, mientras un 8% optó por la abstención y otro 4’6%, ya citado, respaldó a Rivera. El resto se dividió entre otros partidos (2’9%), voto en blanco (2’3%), PP (2’3%) y nulo (1’7%).

Esos sufragios que los socialistas 'robaron' a Unidos Podemos fueron fundamentales para que Ferraz conservara la hegemonía de la izquierda. Se trata de una bolsa de 155.000 electores, el 41% de la diferencia total que separó al PSOE de Unidos Podemos (375.000).

El CIS aporta más datos sobre la falta de feeling entre Iglesias y el electorado de IU. Así ocurre, por ejemplo, a la hora de valorar el debate electoral que enfrentó en la Academia de la Televisión a los cuatro principales candidatos. Solo el 25’4% de los votantes de IU que lo siguieron cree que Iglesias fue el más convincente, frente al  49’5% de los de Podemos. En la parroquia del PP, un 68’3% da como ganador a Rajoy, lo mismo que hace con Rivera el 42’4% de los votantes de Ciudadanos. Sánchez fue el mejor para el 38’5% de los que el 20D avalaron al PSOE.

Solo un 25% de los votantes de IU vio a Iglesias ganador del debate a cuatro

Y de nuevo encontramos un escenario similar en la valoración de líderes. Los antiguos votantes de IU dan a Pablo Iglesias un aprobado raspado (5'08) que contrasta con el notable que otorgan a su coordinador general, Alberto Garzón (7'51). Los electores de Podemos, por su parte, califican de forma similar a uno y otro, con ligera ventaja para Garzón (7'07 frente a 6'9). En los demás partidos, los líderes obtienen entre un 6'4 y un 7 cuando los que puntúan son sus propios votantes.

¿Por convicción o por voto útil?

Si la atención se detiene en las motivaciones del voto también se encuentran claves importantes sobre la escasa sintonía de la parroquia de IU con la coalición que lideró Iglesias y en la que Garzón quedó relegado al quinto puesto de la lista por Madrid. Los electores de la federación donde se integra el Partido Comunista tuvieron que elegir el 26J entre un abanico donde las siglas de su partido no aparecían más que diluidas en una candidatura multicolor. ¿Votaron entonces por convicción o por pragmatismo? Pues el 49% de ellos se sitúa en la primera categoría, pero un nada despreciable 34’4% afirma que lo hizo “con ciertas dudas” y otro 16’6% porque la opción finalmente elegida representaba “el mal menor”. Una vez más, los datos contrastan con los del resto de partidos, a excepción de un Ciudadanos que también hace vacilar a gran parte de su electorado.

El 51% de los electores de Garzón votó el 26J "con ciertas dudas" o eligiendo "el mal menor"

Los votantes que en diciembre apoyaron a PP, PSOE y Podemos y volvieron a las urnas en junio lo hicieron “con convicción” en un 76%, un 68’6% y un 71% de los casos, respectivamente. Y ya se ha visto que en una gran mayoría era para repetir sufragio. En el caso de las confluencias, el entusiasmo se sitúa en el entorno del 70%. Y en el del partido de Rivera baja hasta el 51'3%.

La radiografía del CIS, en definitiva, viene a avalar en parte la tesis de Ramón Luque, exsecretario de Acción Electoral de IU. "Teníamos 300.000 votantes que no querían votar ni al PSOE ni al Coletas", explicó gráficamente en marzo, en una edición del programa Fort Apache que dirige Iglesias. Finalmente, fueron 370.000 los electores de IU que rechazaron apoyar a Unidos Podemos. Pero Luque erraba en la presunta aversión de estos ciudadanos hacia el PSOE: cerca de 155.000 (el 42%) buscaron cobijo en la formación del puño y la rosa.

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