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Política

¿Investidura in extremis? El Rey allana el camino a la parálisis del PSOE

El Rey Felipe VI saluda a Rajoy tras recibirle en Zarzuela el pasado enero.

El Rey desatasca el camino hacia una posible investidura.  Ha convocado a los representantes de las fuerzas políticas trece días antes de comenzar su quinta ronda de consultas. Exactamente igual a lo que hizo en la anterior oportunidad. El comunicado de la Casa Real es idéntico al de abril, con la sola excepción de que se sustituye el nombre de Patxi López por el de Ana Pastor, actual titular del Congreso.

La convocatoria de la Corona tiene lugar incluso antes de que se reúna el Comité Federal del PSOE que deberá decidir sobre su abstención a la investidura de Mariano Rajoy y despejar así el camino hacia la formación de un nuevo Gobierno y atajar definitivamente el atasco institucional. Zarzuela le allana el camino a la Gestora del PSOE, que está encontrando enormes dificultades para suturar las heridas internas y abandonar el camino del ‘no es no’ que puso en práctica Pedro Sánchez durante casi un año.  Javier Fernández, presidente interino del PSOE ya ha insinuado este martes que su postura está a favor de la abstención pese a que hay una parte importante de diputados de su grupo, en especial los catalanes, que se mantienen en un rechazo frontal a permitir un gobierno del PP.

El calendario es endiablado. En Moncloa se trabaja con la casi certeza de que finalmente el ‘nuevo PSOE’ logre imponer su criterio de facilitar una salida al laberinto mediante la abstención. En ese caso se señala que la sesión de investidura tendría un desarrollo muy peculiar, para permitir que el Monarca pueda estar presente en la Cumbre Iberoamericana prevista para los días 28 y 29 de este mes.

Tras celebrar la ronda preceptiva en Palacio los días 24 y 25, la presidenta de la Cámara convocaría el pleno para los días 26 y 27, con el objeto de votar sobre el candidato propuesto por el Monarca, en el caso de que lo haya. Se necesitaría, en esa ocasión, la mayoría absoluta del Congreso. Dado que tal posibilidad se antoja imposible,  y como han de pasar 48 horas hasta la siguiente votación, debería celebrarse una nueva reunión de la Cámara 48 horas después.

Hay dos opciones. Bien que este pleno tenga lugar el día 29, que es sábado o bien posponerlo hasta el día 31, es decir, en el último minuto señalado por la Carta Magna, con lo que se cumpliría con el plazo constitucional de que el nuevo gobierno sea elegido antes de que culmine el mes. Esta segunda opción resulta heterodoxa y algo forzada, aunque en Moncloa no se descarta ya que Don Felipe quiere estar presente en el encuentro iberoamericano de Colombia, ya que se trata de un cónclave que puso en marcha su padre y que simboliza la unidad entre los países del área hispana.

Un viaje trascendental

Don Felipe, de esta forma, podría acudir a Cartagena de Indias los días 28 y 29 y regresar a nuestro país el domingo 30 y así encontrarse ya en territorio español durante la elección del nuevo Ejecutivo. Ese mismo 31, el Jefe del Estado debería sancionar el nombramiento del presidente electo y publicarse a continuación en el BOE. Si se elige esta opción, ni el presidente del Gobierno, todavía por entonces en funciones, ni el ministro de Exteriores, podrían acompañar a Su Majestad en viaje americano, ya que uno sería candidato y el otro es diputado.

Un esprint  final agobiante, que exigirá enorme ‘flexibilidad’ y ‘cintura’, de acuerdo con las palabras utilizadas este martes por la presidenta del Congreso tras su audiencia con el Monarca. Todo queda pendiente de lo que decida finalmente el PSOE y de la orientación de su voto. Sin una abstención de al menos 11 diputados en la segunda jornada, todo cuanto está ahora previsto sobre el papel, quedaría fuera de lugar y nos encaminaríamos a unas nuevas elecciones.

El Rey ha mantenido la pauta se sus trece días de aviso para arrancar la roda con una jugada sorpresa. Algunas versiones daban por descontado que no movería ficha hasta haberse despejado la incógnita del Comité Federal del PSOE. Ha optado por calcar el esquema de la anterior ocasión y evitar así que el pulso interno de la familia socialista pueda contaminar la absoluta neutralidad de la Corona en un trance tan especialmente complicado.

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