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Política

Jaque del PSOE a las cuentas de Colau y Carmena a un año de las municipales

Manuela Carmena y Ada Colau en una imagen de archivo.

Madrid y Barcelona son los buques insignia que Podemos necesita retener en las elecciones municipales de 2019 para que Pablo Iglesias mantenga sus aspiraciones de Gobierno en las generales de 2020. Pero en ambos consistorios, tanto Manuela Carmena como Ada Colau, se encuentran con las cuentas paralizadas ante la negativa de los socialistas a prestarles su apoyo. 

En el caso de la capital, el PSOE de Purificación Causapié ha mostrado su malestar en las últimas semanas con el acuerdo alcanzado con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por el que se deberán recortar 240 millones de euros. En la ciudad condal, el PSC de Jaume Collboni, ha devuelto el revés a Colau, que decidió romper su pacto de gobierno en noviembre. 

Este el segundo año consecutivo que los socialistas madrileños se resisten a apoyar las cuentas públicas, obligando a Carmena a prorrogar los Presupuestos del año anterior. Pero en esta ocasión, la alcaldesa madrileña tiene más frentes abiertos. Por un lado, destituyó al delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato (IU), hace escasamente un mes, ante su negativa a acatar el Plan Económico y Financiero (PEF) pactado con Hacienda que Ahora Madrid acabó aprobando en el Pleno gracias a los votos del PP.

En el lugar de Mato colocó a Jorge García Castaño, cuyo departamento trabaja ya sobre la hipótesis de que el PSOE se niegue a dar su brazo a torcer. Esto podría suponer una paralización de los fondos cuando apenas falta año y medio para la cita con las urnas. Además, Carmena tiene en el seno de su coalición a cinco concejales de Ahora Madrid críticos con sus decisiones que le pueden dar más de un quebradero de cabeza (Rommy Arce, Mauricio Valiente, Pablo Carmona, Montserrat Galcerán y Yolanda Rodríguez) a la hora de cumplir con la tarea de gobierno.

En el equipo de la alcaldesa confían en que finalmente los socialistas acaben cediendo cuando vean el borrador de los Presupuestos en el que se adaptan determinadas partidas del gasto sin comprometer el techo de gasto que fija la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Las dudas llegan en la recta final para las municipales, en las que el equipo de Carmena -que aún mantiene en secreto si repetirá- debe demostrar que cumple sus promesas electorales: una ciudad más limpia, obras clave como la reforma de la Gran Vía y de la Plaza de España, o aspectos más sociales como la construcción de escuelas o 4.500 viviendas de protección oficial. 

Barcelona

En la ciudad condal, los socialistas de Jaume Collboni, han devuelto el revés a Colau, que el pasado 12 de noviembre decidió romper el pacto de Gobierno mediante una consulta a sus bases, por el apoyo dado por el PSOE a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Sus nuevos aliados son los grupos independentistas del PDeCAT y ERC. Su abstención pactada con Barcelona en Comú no ha servido para sacar adelante los presupuestos.

Ante esta situación, Colau ha convocado una cuestión de confianza para el próximo 2 de febrero. Como previsiblemente no obtendrá los apoyos necesarios, la oposición (Cs, PSC, PP, CUP y un concejal no adscrito) deben presentar en el plazo de un mes una moción de censura con un candidato alternativo. Sin embargo, la aritmética entre bloques hará imposible el acuerdo, por lo que las cuentas serán aprobadas de manera automática como ya ocurrió en el anterior ejercicio.

Ambos consistorios comparten la peculiaridad de que gobiernan en minoría, con apoyos puntuales. A la primera edil no le importó gobernar en minoría, con 11 de los 41 concejales. 

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