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Política

La víctima silenciada con campanas en Alsasua: “Pronto dirán que vivir en un cuartel también era provocar”

Beatriz Sánchez Seco durante su intervención en Alsasua

Una fuerte explosión despertó abruptamente a Beatriz Sánchez Seco la mañana del 11 de diciembre de 1987. Aquel día iba a celebrar su quinto cumpleaños, pero se adelantó un atentado de ETA en la casa cuartel de Zaragoza donde vivía con sus padres y su hermano. Murieron once personas, entre ellas cinco niñas, amigas suyas de juegos infantiles. Su familia en cambio se salvó de milagro. Para calmarla, su padre, guardia civil, le dijo que los fuegos artificiales de su fiesta habían llegado antes de tiempo. Pasaron años hasta que se volvió a hablar del tema en casa.

Esta es la historia de la víctima que 30 años después se subió el domingo al escenario del acto convocado en Alsasua (Estella) por España Ciudadana. Pero cuando empezó a hablar, las campanas de la iglesia comenzaron a tañer de una forma desordenada e histérica en un intento de silenciar sus palabras. “Como insulto nos decían: ‘¡madrileños iros a casa!’”, relata para Vozpópuli esta víctima del terrorismo nacida en Estella, a 40 kilómetros de la plaza en la que se encontraba. Allí estaban también los vascos Fernando Savater o Santiago Abascal o el catalán Albert Rivera, entre otros.

¿Qué siente cuando les dicen que fueron a provocar?

¿Quién provoca a quién? Nosotros no lanzamos piedras ni pusimos petardos. Simplemente yo fui como invitada a esa ponencia. Fuimos a hacer un manifiesto en homenaje a esos dos guardias civiles que fueron agredidos ¿Ir a honrar a una persona atacada es atacar?

Algunos dirigentes que han opinado estos días creen que sí.

Sí, claro, te refieres a Ander Gil, ¿verdad? Entonces ni yo ni Abascal hemos tenido que mirar debajo de los coches ¿verdad? Primero que tenga la dignidad de llamarme o a los compañeros de mi padre -fallecido hace ocho años- cuando llegó a Zaragoza, que todos los días según llegaba a hacer la ronda miraba debajo de los coches y le decían: “que obsesionado estás”. Él contestaba que eso era el día a día en Navarra. Y al final llegó.

¿Ha escuchado las declaraciones del ministro Grande-Marlaska?

No he llegado a escucharlas. Lo que me ha llegado es que dijo que podíamos haberlo hecho de otra forma. Tres cuartos de lo mismo, no fuimos a provocar, fuimos a homenajear. Que un asesino (Por Josu Zabarte, el ‘carnicero de Mondragón’) de un niño de 13 (José María Piris) años esté allí a una calle de nosotros... creo que no hay mucho más que decir. Es lamentable que un ministro del Interior sea capaz de decir eso y más si es juez.

Lo que dijo Marlaska exactamente es que “había una alta posibilidad de que los incidentes que finalmente acontecieron, surgieran”. “Podemos creer que el mundo es perfecto, que todo el mundo va a respetar el derecho de terceros a manifestarse, pero la realidad no es esa. En ese contexto, entiendo de una forma tranquila que quizás para defender a la Guardia Civil y la españolidad de Alsasua y Navarra se pueden plantear acciones que no determinen la posibilidad de crispación o de incidentes”, dijo el magistrado, nacido en Bilbao y objetivo de ETA.

Beatriz Sánchez Seco lamenta que “en unos años dirán que el mero hecho de vivir en un Cuartel ya era provocar” y que la frase del ‘estábais provocando “es el nuevo ‘algo habrá hecho’” con el que se justificaban los atentados antaño. A esta víctima no le importó el sonido de las campanas y siguió hablando en un duelo contra el ruido del campanario y los gritos de las calles aledañas. La paradoja es que el discurso -que tenía escrito en su móvil- arrancaba así: “Quiero dar las gracias por haber sido elegida para ser la voz de las víctimas que han sido silenciadas”.

¿Se esperaba un ambiente tan hostil?

En Alsasua, como si hubiese sido en Estella, hay aún mucho movimiento y no se para desgraciadamente. Incluso en otras localidades se les sigue pagando a chicos de 14 años para que acudan a estos actos a tirar piedras, actos de kale borroka, para que sean menores, que no se les pueda identificar y que se si se les identifica no les pueda pasar nada.

¿Le han dado alguna explicación a lo de las campanas?

Al parecer el sacerdote dijo que habían sido los borrokas los que le quitaron las campanas y que fueron ellos los que estaban repicando, pero no sé hasta qué punto creerlo. Si tu eres el jefe y cierras las puertas, ahí no entra ni Dios. A mi que no me vendan la moto, si entraron es porque tuvieron forma de acceder, no fue trepando. Para que ellos entren, otro tiene que colaborar.

Además de los 11 asesinados, entre ellos las cinco niñas, el atentado se saldó con más de ochenta heridos. Por estos hechos sigue huido el histórico dirigente terrorista ‘Josu Ternera’, encargado de anunciar la disolución definitiva de la banda por medio de un mensaje grabado. Beatriz Sánchez Seco confiesa que cada 11 de diciembre se levanta sobresaltada a las 6.05 recordando como la puerta de su habitación se le viene encima y su hermano de once años se refugia debajo de su cama.   

En su casa el atentado siempre fue tema tabú.

Fue tabú hasta que yo cumplí 18 años. En el año 2003 nos enteramos de que había una sentencia del año 1994 en la que se decía que éramos damnificadas. Fue por un cotilleo de un compañero del cuartel que le preguntó a mi padre cuánto había cobrado. Nadie nos dijo nada. Yo le dije a mi padre que iba a reclamar lo que la ley les reconocía. Lo que no se reclama se deroga y no hemos pasado por lo que hemos pasado para que se derogue lo poco que se va consiguiendo.

Usted tiene un hijo de 3 años, ¿le contará  lo que pasó?

En todo momento sabe lo que hay. Él ha estado en todos los homenajes. Para mi hijo la muerte y los atentados los va a ver con mucha naturalidad. Va a conocer la historia de primera mano por si mañana alguien quiere manipularla va a poder decir que eso no es lo que vivió su familia.

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