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Política

Los estudiantes de Selectividad alzan la voz: "Las terrazas llenas, ¿y estudiar en la bibliotecas?"

Una grupo de alumnos se prepara para examinarse de selectividad en Barcelona.

La Selectividad está a la vuelta de la esquina. Pero la posibilidad de hincar los codos en las salas de estudio de las bibliotecas no ha sido una de la prioridades en el plan de 'desescalada' del Gobierno. Con las universidades cerradas, los alumnos vieron una oportunidad para estudiar fuera de sus habitaciones en las bibliotecas de la red estatal, autonómica y municipal. Pero estas abrieron en la fase 1 solo para el préstamo y devolución de libros.

Las salas de estudio de estos centros han permanecido cerradas desde la declaración del estado de alarma a mediados de marzo hasta la denominada fase 3. Una vez alcanzada esta fase, los municipios y autonomías tienen permiso para habilitar estos espacios, pero muchas aún siguen sin abrir sus puertas o lo hacen durante muy poco tiempo. 

Los bares y las terrazas están llenos de gente, pero nosotros no tenemos un espacio para poder concentrarnos y estudiar"

Los estudiantes de Bachillerato han comenzado a alzar la voz. Están en plenos exámenes de fin de curso y entre finales de junio y principios de julio toca Selectividad. "Los bares y las terrazas están llenos de gente, ¿y estudiar en las bibliotecas? Muchos no tenemos un espacio para poder concentrarnos", comenta a Vozpópuli Clara Duqueso, estudiante de Bachillerato de Artes en Sevilla.

El confinamiento lo ha pasado con su familia en Extremadura, la región de la que procede. "Estudiar en estado de alarma ha sido desconcertante. Las dos primeras semanas no tuvimos noticia alguna por parte de los profesores ni del centro. Nadie sabía nada. Después ya comenzamos a tener contacto y, aunque el temario de la tercera evaluación se ha impartido, los conceptos no han quedado tan claros como en el resto de trimestres. Nada que ver con la educación presencial", explica.

La estudiante pacense asegura que se ha tenido que organizar bien para poder prepararse los exámenes tranquila. "Mis padres estaban teletrabajando y mi hermano pequeño también tenía deberes. A veces le he tenido que ayudar yo porque mis padres no podían", dice.

"Estamos en plenos exámenes, me parece fatal"

"Mis hábitos de estudio y mis rutinas han cambiado por completo y ha sido difícil concentrarme. Creo que podían habilitar las salas de estudio, estamos en plenos exámenes y me parece fatal que esto no se tenga en cuenta. La biblioteca de mi pueblo no ha abierto hasta hace poco y solo por tres horas, de las cuales solo puedes estudiar dos", apunta.

Con ella coincide Beatriz González. Está en Valencia y las bibliotecas de su localidad habilitaron los espacios para estudiar este lunes, cuando la comunidad entró en la fase 3. "Me parece que facilitarnos las salas de estudio a mediados de junio ha sido muy tarde. En la fase 1 ya estaban abiertas las terrazas y al principio lo entendí porque eran sitios al aire libre, pero es que luego también se priorizó que pudiésemos estar dentro de los bares y no estudiando en las bibliotecas", compara.

"Me ha costado muchísimo concentrarme para estudiar en casa. Por suerte, tengo una hermana mayor, pero no ha sido fácil. Los profesores te explican las cosas en clase y te presionan para estudiar. No tiene nada que ver con las clases presenciales", señala.

González quiere ser enfermera y reconoce que no se siente "muy segura" para afrontar los exámenes. "Saldrá como tenga que salir", comenta.

"No hay un criterio que unifique"

La Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) constata la indignación. "Hemos recibido muchas quejas por parte de alumnos porque en casa no se pueden concentrar y creen que esto va a influir en sus notas", afirma Andrea G. Henry, presidenta de CANAE.

"No hay un criterio que unifique cómo actuar a nivel estatal, por lo que hay comunidades que están en la misma fase, pero sus medidas son distintas. En algunos sitios, los centros han habilitado salas de estudio, pero en otros no", apunta.

Desde Málaga, Adriana Rodríguez opina que el hecho de que las terrazas estén abiertas está "bien" ante tantos meses de encierro, pero cree que las bibliotecas deberían abrir para estudiar porque "muchas están cerradas" y esto "dificulta" la preparación para Selectividad. "Ha sido muy difícil estudiar en estas condiciones.

La pandemia ha agravado las desigualdades que existían entre unos y otros estudiantes"

"La pandemia ha agravado las desigualdades que existían entre unos y otros estudiantes. Los estudiantes sin recursos, que no pueden acceder a una academia o con un menor acceso a al tecnología han sido los más perjudicados", considera Rodríguez, que pertenece al Sindicato de Estudiantes (SE). Además, destaca que muchos alumnos han tenido que estudiar mientras sus familiares estaban enfermos e, incluso, habían fallecido a causa de la covid-19.

El sindicato pidió eliminar la Selectividad este año y acceder con la nota de Bachillerato. Ainhoa Murcia, portavoz en Andalucía denuncia que no hay plazas suficientes para garantizar el acceso a la Universidad a todos y que los estudiantes con menos recursos saldrán peor parados. "Muchos han estudiado hacinados, a sus padres les han hecho ERTEs... Concentrarse es complicado", apunta. "Los medios no presenciales no garantizan la misma formación y esto va en perjuicio de miles de estudiantes", zanja.

En el caso de Madrid, ñas salas de estudio situadas en las bibliotecas públicas municipales no reabrirán al público hasta el lunes 22 de junio "con todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios y de los trabajadores", según ha informado el Ayuntamiento de la capital a través de un comunicado. 

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