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Política

Sánchez huye del choque con Torra y renuncia a dar la batalla contra los lazos

El presidente del gobierno Pedro Sánchez y el president de la Generalitat Quim Torra.

Pedro Sánchez no quiere indisponerse más con el independentismo catalán, del que depende que salga adelante su investidura tras las elecciones generales del 28 de abril con el voto de los diputados del PDeCAT y ERC, y no va a adoptar ninguna iniciativa gubernamental que le suponga enajenarse ese apoyo.

Por eso se abstendrá de instar a la Fiscalía a querellarse contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por mantener en el balcón del Palau Sant Jaume y otros edificios carteles con el lazo amarillo y esteladas (bandera independentista catalana), que la Junta Electoral Central (JEC) ha ordenado retirar.  

La delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, se limitó a remitir este martes por la tarde a la JEC un informe escrito con fotografías de la sede presidencial y de ocho consejerías que dan fe de que los lazos amarillos y los carteles siguen colgados.

El Gobierno se declara "a disposición" de la Junta Electoral y por eso le ha enviado fotos de nueve edificios en los cuales siguen colgados lazos amarillos y 'esteladas'

A partir de ahí, se puso "a disposición" de la Junta, "la exclusivamente competente, tanto si decidiera remitir los hechos a la Fiscalía como si ordenase al cuerpo de seguridad competente -los Mossos de Esquadra- el cumplimiento de su instrucción de retirar los lazos", matizaron fuentes gubernamentales.

Es decir, que el Gobierno vuelve a 'lavarse las manos' en un momento políticamente delicado para él, con el propio Torra manteniendo su desafío y la JEC conminándole a que cumpla su orden en 24 horas.

 
El president ya había desatendido el primer plazo de 48 horas que le había la dado la JEC ordenando retirar simbología contraria a la neutralidad que se exige a los poderes públicos en periodo electoral. Y este martes, cuando iba a vencer el ultimátum extra de 24 horas, envió un escrito al supervisor electoral pidiéndole que suspendiera ese ultimátum.

En su escrito, que la JEC recibió vía correo electrónico a las 14.30 horas, media hora antes de que Cunillera enviara, por su parte, fotos que prueban la desobediencia, Torra subraya la "imposibilidad" de ejecutar la orden debido al gran número de edificios públicos que gestiona la administración catalana. Y es que, según explica, no sólo la Generalitat tiene muchos inmuebles, sino que además no todos los gestiona de forma directa.

La JEC: "No más aplazamientos"

Además, Torra prometía a la Junta un listado de los bienes e inmuebles propiedad de la Generalitat y le informaba de que se había puesto en contacto con el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), Rafael Ribó, para que emita una opinión sobre qué debe hacer la Generalitat.                                                                                  
Tan sólo una hora y media después de recibir el escrito, el presidente de la Junta Electoral, el magistrado de lo Contencioso Administrativo del Supremo Segundo Menéndez, ha respondido al presidente de la Generalitat que no caben más aplazamientos y que el plazo de 24 horas sigue en pie.

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