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Política

Sánchez no tira la toalla: insiste en ver a Torra tras el Consejo de Ministros en Barcelona

Pedro Sánchez y el president de la Generalitat, Quim Torra, el 9 de julio en La Moncloa

El entorno de Pedro Sánchez considera "ni mucho menos" cerrada la posibilidad de que el presidente del Gobierno mantenga un encuentro "a solas" con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tras el Consejo de Ministros del 21 de diciembre en Barcelona, como hizo con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el pasado 26 de octubre, tras la reunión del gabinete en Sevilla. Ello, a pesar de la negativa expresada por Torra a una cita que no sea de los dos gobiernos en pleno, de Estado a Estado en términos simbólicos, y para hablar de la situación de los encarcelados por el 1-O.

El Ejecutivo va a dejar pasar el tiempo -"quedan tres semanas"- en la esperanza de que se enfríen las últimas invectivas del presidente catalán quien, ante la negativa de La Moncloa a ese formato de Estado a Estado, ha exigido que sea Sánchez quien comparezca ante el Parlament y no él como presidente de la Generalitat ante el Congreso, porque "el Parlament es donde reside la soberanía del pueblo catalán y ahí es donde debe explicarse".  

La discrección es crucial en este tema, recalcan diversas fuentes a Vozpópuli. El peso de la negociación la llevan la vicepresidenta, Carmen Calvo, con el vicepresidente catalán, Pere Aragonés, y la consejera, Elsa Artadi. Sobre el terreno, la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, que ya el lunes avisaba que "si somos alguna cosa es del diálogo y estamos abiertos a hablar con todo el mundo". El fin último es que apoyen el Presupuesto 2019, pero "por algo se empieza" si finalmente se consigue esa cita Sánchez/Torra el día 21, añaden las fuentes consultadas.

Quim Torra ha quedado preso de la dialéctica entre los dos sectores en que ahora se divide la 'calle' en cataluña: los independentistas que le exigen república ya y quienes exigen fin de los recortes ya

Y es que en La Moncloa, en el PSOE y en el PSC están convencidos de que la confluencia ahora de protestas contra La Generalitat por los recortes que en 2012 hizo Artur Mas, han puesto en "serios apuros" a un Torra que está haciendo en las últimas horas serios esfuerzos por aparentar normalidad y poner el foco en que la "infrafinanciación" es la causante del malfuncionamiento en los servicios:

Su problema es que tiene las manos atadas: por un lado, la CUP, Carles Puigdemont y los sectores más intransigentes del soberanismo presionándole para que la Generalitat dé pasos hacia la república, y, por otro debe, afrontar el "baño de realidad" que suponen las manifestaciones ante el Parlament de colectivos indignados, señalan las fuentes del Ejecutivo central consultadas.

"Están en una contradicción insalvable: dicen que Cataluña está infrafinanciada pero se niegan a apoyar los Presupuestos 2019 que llevarían 2.000 millones más a esa comunidad", explica un alto dirigente del PSC a este periódico. De ahí la ofensiva tanto desde La Moncloa como desde el PSOE para que PDCat y ERC apoyen los presupuestos.

Pesimismo con el Presupuesto

No obstante, ésta y casi todas las fuentes gubernamentales consultadas son pesimistas porque, pese a los esfuerzos de Calvo y a la fortaleza de las manifestaciones ciudadanas contra los recortes, para los dos partidos independentistas la agenda soberanista prima sobre la social y apoyar el proyecto de ley de presupuestos les haría pasar como "traidores" a la causa.

La prueba la dio el mismo miércoles uno de los prohombres del sector duro del PDCat, el portavoz parlamentario, Eduard Pujol, afeando a quienes estaban asediando el Parlament que no pongan el foco en lo importante, la independencia, y no los recortes; aunque luego intentara arreglarlo:

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