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Política

El PSOE impone un férreo control a sus diputados por temor a un 'tamayazo'

Pedro Sánchez, junto a Adriana Lastra (i) y Carmen Calvo (d) en el debate de investidura de este domingo.

La investidura de Pedro Sánchez en la segunda votación pende de un hilo tan fino que se puede romper el martes si uno de los 'síes' se pasa al 'no'. O también si dos señorías se ausentan del hemiciclo en el momento decisivo.

El PSOE no quiere sorpresas y por ello ha pedido a sus 120 diputados que se presenten en el Congreso unas horas antes del pleno fijado para el martes, a las 12:00 horas, con el fin de hacer recuento y comprobar que están todos para la decisiva votación, según explicaron fuentes socialistas a Vozpópuli.

Cada uno de los diputados del PSOE tendrá que dirigirse a la planta de los despachos que tienen los socialistas en la Cámara baja para 'fichar' en una hoja y acreditar de esta forma que ya están en la sede parlamentaria. Es un trámite que ya se ha realizado en otras ocasiones antes de una ajustada votación, subrayan las citadas fuentes, y con ello se pretende reaccionar a tiempo ante una posible ausencia.

Además, la portavoz del grupo parlamentario socialista, Adriana Lastra, ha pedido a los suyos que este lunes festivo, 6 de enero, duerman en Madrid ante el riesgo de que el martes pueda haber problemas con los medios de transporte habituales -trenes y aviones, sobre todo- que muchas de sus señorías utilizan para desplazarse a la capital.

Nuestros diputados son perfectamente conscientes de lo que está en juego y que tienen que acudir al Congreso con margen"

Odón Elorza, por ejemplo, tenía previsto subirse a un avión en San Sebastián a primera hora de la mañana del martes, pero ha tenido que cambiar de opinión tras el requerimiento interno y regresará la víspera de la votación, según explicó él mismo a este medio. Aún más precavida ha sido la canaria Victoria Rosell, de Podemos, que tenía vuelo este lunes por la tarde y no ha querido arriesgarse lo más mínimo. Al final, ha preferido quedarse en Madrid para Reyes, incluso cuando sus dos hijas están en el archipiélago.

A pesar de las órdenes estrictas sobre la presencia de sus diputados, en el PSOE existe la plena confianza de que Sánchez sacará adelante la investidura. No esperan deserciones, ni 'tamayazos'. También recuerdan cómo el Gobierno de Mariano Rajoy sacaba los Presupuestos por un solo voto la pasada legislatura. “Nunca fallaron”, recuerdan. “Nuestros diputados son perfectamente conscientes de lo que está en juego y que tienen que acudir al Congreso con margen”.

Los llamamientos de ayer de Inés Arrimadas a que un diputado socialista cambie el signo de la investidura han indignado al seno del grupo. Y la realidad es que ha hecho más por unirlo que por dividirlo. Así lo ha expresado en público el propio Sánchez. El presidente del Gobierno, al igual que Lastra, calificó de lamentables los mensajes de “transfuguismo” que había trasladado la líder parlamentaria de Ciudadanos. “Esperemos que no (cambie ningún voto)”, dijo convencida la vicepresidenta Carmen Calvo a la salida del debate.

Los casos del PNV y Bildu

La pírrica mayoría de Sánchez no depende únicamente de los 155 escaños que suman PSOE y Unidas Podemos. Y aunque no hay dudas entre los grupos que han dado su apoyo a Sánchez, al menos públicamente, los desplazamientos de los diputados crean algo de incertidumbre.

Los seis diputados del PNV, por ejemplo, han decidido irse el día de Reyes al País Vasco y volver para la segunda sesión de la investidura el martes. Los cinco de Bildu, sin embargo, se han dividido. Algunos han optado por quedarse en Madrid, como la portavoz Mertxe Aizpurua. El diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, cuyo sí a Sánchez es clave, ha optado también por regresar a casa y acudir al hemiciclo el mismo día del pleno. 

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