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Política

Una queja del Foreign Office desencadenó el cese fulminante del cónsul en Edimburgo

El cónsul español junto a la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.

Poco a poco se van conociendo las piezas del puzzle diplomático que provocó el fulminante cese del cónsul español en Edimburgo, Miguel Ángel Vecino, tras aparecer una carta suya en un diario independentista escocés. Una de esas piezas fue una llamada del Foreign Office a la Embajada española en Londres que hasta ahora se desconocía.

Todo empezó el pasado 6 de junio. Ese jueves, el diario The National publicó una carta en la que el diplomático aseguraba que el Gobierno español no vetaría la entrada de Escocia como país independiente en la UE si dicha secesión se consumaba por vías legales. Curiosamente, la misiva no había sido enviada a The National, sino a otro periódico -The Herald-, que a mediados de abril había decidido no publicarla al tratarse de una carta privada, según explicó Vecino a Vozpópuli.

La carta del cónsul que provocó su cese.

Su contenido, sin embargo, llegó a oídos del Gobierno escocés, quien pidió al cónsul español una copia de la misma ya que resumía la posición oficial del Ejecutivo de Pedro Sánchez. El diplomático español accedió a ello a condición de que no se hiciera pública, pero la ley de Transparencia escocesa obligó al Ejecutivo de Nicola Sturgeon a informar de ella cuando The National se lo pidió por escrito. 

La polémica estalló el 6 de junio cuando el diario independentista tituló a cuatro columnas que España no bloquearía una eventual entrada de Escocia en la UE. Ese día, a primera hora de la mañana, Exteriores pidió a Vecino la carta enviada a The Herald y a la que ahora ha tenido acceso Vozpópuli. Por la tarde se le comunicó por teléfono al cónsul su cese por pérdida de confianza.

Portada de 'The National' el pasado 6 de junio.

"Fue un cese de libro al no comunicar una cuestión tan sensible al embajador en Londres (Carlos Bastarreche) o a sus superiores en Madrid", justificaron fuentes oficiales de Exteriores a este medio. Vecino discrepa de ello al insistir en que la misiva era privada y, en último término, culpa al Ejecutivo de Sturgeon de haber actuado con mala fe en este asunto ya que incumplió lo acordado.

En todo caso, hubo un elemento que condicionó la fulminante destitución de Vecino. El Foreign Office se puso en contacto con la Embajada española ese día por la tarde para quejarse por el contenido de la misiva del cónsul, según admitieron las citadas fuentes. Y la queja se transmitió a Madrid, donde el departamento que dirige Josep Borrell ya estaba valorando desde por la mañana el cese del diplomático.

Extralimitación de funciones

La noticia de su destitución se conocía a los dos días, el pasado sábado. Desde Exteriores se hizo hincapié en ese momento en que Vecino, en su calidad de cónsul general, "no ejerce funciones de representación política de España", por lo que con ese escrito "se ha extralimitado claramente en sus funciones".

"No le corresponde a un cónsul general hacer este tipo de declaraciones de naturaleza política", aseguraron, "y menos sin acordarlo previamente con el embajador de España en Londres o con la Dirección General de Comunicación e Información Diplomática del Ministerio de Exteriores".

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