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Política

Presión a la desesperada sobre la CUP para que ceda sus cuatro diputados

El presidente del Parlament, Roger Torrent (d) junto al diputado de la CUP, Carles Riera (i).

La CUP tiene de nuevo secuestrada a Cataluña. Sus cuatro diputados son clave para dar luz verde a la investidura exprés de Jordi Turull. Se repite el episodio de la investidura de Carles Puigdemont, el 11 de enero de 2016. La CUP forzó la renuncia del candidato Artur Mas y obligó a las dos fuerzas mayoritarias del independentismo a suscribir un documento programático. En ese texto se comprometían a proclamar la independencia en 18 meses.

La CUP prestó ocho de sus diez diputados al candidato Puigdemont. Los otros dos se abstuvieron. En esta ocasión, Turull necesita al menos dos votos de los antisistema para resultar elegido al menos en segunda vuelta. El partido de candidato pretende sacar adelante la investidura en primera vuelta. Caso contrario, Turull deberá presentarse este viernes ante el juez del Supremo sin haber sido designado 'president'. El 'plan C' de Puigdemont, entonces, se vendría abajo.

La CUP se resiste. Esta mañana se reúne con los dirigentes de los grupos de JxCat y de ERC. Un 'pressing' total sobre este grupo anarcoide. Su postura oficial es la abstención con lo que no se alcanza la mayoría absoluta requerida, que es de 68 escaños. Los dos grupos mayoritarios suman 66. Deberían 64 de hecho porque ni el expresidente, fugado en Bruselas, y el exconsejero Toni Comin no podrán estar presentes en el Hemiciclo. Los cuatro de la CUP son imprescindibles para a primera vuelta. "Necesitamos a la CUP", acaba de declarar Comin desde Bélgica. En caso de no resultar esta opción, entonces los dos prófugos podrían renunciar a su escaño para que corriera la lista y, de este modo, redondearían, entonces sí, la mayoría suficiente para proclamar a Turull.

El consejo político de la CUP, que decidirá la posturaa de esta formación, está compuesto por 68 miembros, de posiciones muy dispares. Los hay antisistema, anticapitalistas, independentistas..un conglomerado heterogéneo sin un rector claro. Las la salida de Anna Rovira, ahora huída en Ginebra, lo hay un rostro reconocible al frente de esta amalgama. Carles Riera, líder del grupo parlamentario es quien ejerce de portavoz en estos momentos de tensión. Las espadas están en alto y hay riesgo incluso de que el pleno no llegue a celebrarse. 

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