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Política

Al PP le crece un 'Vox' a su derecha y dificulta el margen de maniobra de Casado

El líder del PP, Pablo Casado, en Génova tras conocerse los resultados de las elecciones del 10-N.

Noche agridulce en la sede del PP en la calle Génova. Alegría no disimulada por haber subido más de 20 escaños tras haber obtenido hace solo seis meses, el 28 de abril, el peor resultado de su historia -66 diputados-, pero preocupación por el 'monstruo' que le ha crecido a su derecha: un Vox con 52 diputados convertido, nada menos, que en tercera fuerza del Congreso.

Pablo Casado y los suyos saben que, aún cuando sus 87 escaños dan la llave de la gobernabilidad en esta legislatura, no va a ser lo mismo competir de reojo con un Albert Rivera por la bandera que hacerlo con alguien como Santiago Abascal, quien este domingo demostró haberse quedado, al parecer, con el copyright de la enseña nacional a ojos de una buena parte de la derecha española en medio del vendaval catalán.

Eso por no hablar de las políticas más identitarias contra la violencia de género o la inmigración irregular 'marca' Vox, un territorio que Casado va a tener que vigilar mucho si no quiere perder pie en su electorado más tradicional. La práctica desaparición de Ciudadanos le centra, pero la dificultad aritmética de Pedro Sánchez para ser investido por la izquierda, agravada desde anoche, hace que todos los ojos se pongan desde hoy sobre el PP.

Resultados del PP desde 2011

Con Sánchez "ni a la vuelta de la esquina"

El principal partido de la oposición sabe que va a tener que soportar la presión del empresariado, los medios de comunicación y el propio PSOE para que se abstenga y facilite el desbloqueo de la legislatura porque, si no, las terceras elecciones serán una realidad más pronto que tarde.

Pero el entorno del presidente del PP lo tiene claro. "Con Sánchez ni a la vuelta de la esquina", y toda la estrategia de los populares en la noche de este domingo es trasladar la presión a la sede socialista de la calle Ferraz y a los barones socialistas para que fuercen la renuncia del candidato socialista, tras caer de 123 a 120 diputados.

Aunque es pronto para valorar qué otro candidato a la investidura estaría dispuesto el PP a apoyar, los populares nunca han visto con malos ojos alguien tipo Josep Borrell. No en vano, cuando más encalló en la breve legislatura pasada la candidatura de Sánchez a la Presidencia del Gobierno, ya hubo en la sede de Génova quien sacó a la palestra el nombre del ministro de Asuntos Exteriores. 

Antes de que empezara el escrutinio oficial, Casado ya mandó a su 'número dos' García Egea a advertir al PSOE en público que para empezar a hablar Sánchez debe irse

La suma de los socialistas con Podemos y Más País (158 diputados) supera a la de PP, Vox, Navarra Suma, Coalición Canaria, Foro Asturias y un Ciudadanos casi en liquidación (155), pero necesita el sí a la investidura del PNV y, sobre todo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) porque el no de JxCat (Puigdemont) y de las CUP (otros ocho diputados) lo tiene asegurado.

De ahí que este domingo por la noche, cuando ni siquiera se conocía el escrutinio oficial, mandó salir al secretario general, Teodoro García Egea, a señalar que si Pedro Sánchez perdía un escaño -y ha perdido tres, quedándose en 120-, el presidente del Gobierno en funciones tiene que irse a su casa.

Pablo Casado sabe que el PSOE no va a entregar la cabeza de su líder así como así, pero esta es una negociación que se presume larga y en la que cada cual va a jugar sus piezas como buenamente pueda. Anoche quedó claro en la comparecencia del líder ante sus seguidores. 

Casado: el PP va a ser "exigente" con el PSOE y esperará a ver qué propone Sánchez porque debería irse tras una repetición de elecciones "que no ha servido para nada"

Les dijo en un escenario improvisado en la puerta de la sede de la calle Génova que el PP va a ser "exigente" con Sánchez. "Vamos a ver qué plantea" porque ahora "la pelota está en su tejado" y el PSOE debería empezar a pensar en prescindir de alguien que ha "fracasado" como él.

"El PP ha tenido un buen resultado electoral, pero España ha tenido un mal resultado para su gobernabilidad y su futuro", recalcó el candidato popular a la Presidencia del Gobierno. "Somos claramente alternativa al gobierno de la izquierda", advirtió, pero no se cerró en banda a algún tipo de acuerdo con los socialistas porque España no puede seguir en la interinidad.

"Sánchez ha perdido su referéndum, ha fracasado  y ahora lo tiene mucho más difícil para gobernar. Nosotros lo que le decimos al PSOE es que debería valorar su futuro (el de Sánchez). No es justo seguir dependiendo de los intereses personales del señor Sánchez", inisistió en su mensaje.

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