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Política

Preocupación en Bruselas por la limpia que prepara Casado en la lista europea del PP

Esteban González Pons, actual jefe de la delegación del PP en el Parlamento Europeo.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, pretende renovar buena parte de las listas que su partido presentará en todas las elecciones que se van a celebrar esta primavera en España. Es su particular manera de alejarse de Mariano Rajoy y de intentar recuperar los miles de votos que se han ido a Ciudadanos y Vox.

Ya ha dado pasos concretos en esa dirección y ha cambiado alrededor del 80% de los cabezas de lista del PP en las elecciones autonómicas y municipales. Y para las generales y europeas también quiere hacer una "modernización" parecida.

Esa intención de cambiar la mayor parte de los representantes institucionales del partido es lo que ha hecho saltar las alarmas en Bruselas. Primero, entre los 16 eurodiputados que actualmente tiene la formación en el Parlamento Europeo, y que ven con preocupación la posibilidad de no repetir como candidatos. Y, segundo, en los propios dirigentes del Partido Popular Europeo, la familia política del PP en Europa, que preferirían perfiles curtidos en los despachos comunitarios para que puedan ocupar puestos de más responsabilidad en la nueva Eurocámara.

Que González Pons irá en las listas no lo cuestiona casi nadie, pero cada día está más en duda que vaya a ser el cabeza de cartel de los populares

Según indican fuentes populares, se da por hecho que Casado cambiará al menos dos tercios de sus eurodiputados en un intento por introducir "gente más dinámica", si bien subrayan que ello no tiene por qué suponer la llegada de políticos mucho más jóvenes o sin experiencia internacional.

Los que pueden salir

Es segura la salida de Luis de Grandes, Santiago Fisas o Agustín Díaz de Mera, que superan los 70 años de edad, y están en el alero otros como Francisco Millán, que es cuñado de Rajoy, Pilar Ayuso o Ramón Luis Valcárcel.

Sin embargo, lo que más inquieta en los círculos comunitarios es que el PP quede completamente descapitalizado de eurodiputados que sepan manejarse bien por los intrincados pasillos de Bruselas. Es el caso de, por ejemplo, Esteban González Pons, Antonio López Istúriz o José Ignacio Salafranca. "Siempre tiene que haber en la lista al menos cinco o seis personas con trayectoria europea que enseñen a los demás cómo funciona esto", subraya una fuente comunitaria.

En principio, el cabeza de lista del PP en las elecciones europeas iba a ser González Pons, entre otras cosas porque existe un preacuerdo para que sea él quien suceda al alemán Manfred Weber cuando éste deje el liderazgo del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE) para desembarcar en la Comisión Europea.

Que González Pons irá en las listas no lo cuestiona casi nadie, pero cada día está más en duda que vaya a ser el cabeza de cartel de los populares, lo cual complicaría la ejecución de ese pacto con Weber, que no quiere a nadie inexperto en Bruselas al frente de una delegación tan poderosa como la del PPE.

La experiencia en Bruselas y el dominio de algún idioma extranjero son condiciones casi imprescindibles para poder ocupar puestos de responsabilidad en la Eurocámara. Y, dado que el PP es el segundo partido más importante de la familia del PPE, sus opciones de conseguir asientos de relieve son importantes. De ahí la necesidad de que disponga de eurodiputados con cierto cuajo.

Los que pueden entrar

Entre los nombres que suenan como alternativa para liderar la lista europea del PP están los de Ana Pastor, José Manuel García Margallo o Íñigo Méndez de Vigo, aunque ninguno de los tres sería una apuesta coherente con el deseo de Casado de pasar página del marianismo.

Otras fuentes populares no descartan que Casado acabe utilizando la lista europea para pagar compromisos o aparcar a gente que no pueda ubicar en las listas al Congreso. En este sentido, no se descarta que políticos como Carlos Floriano o Rafael Hernando acaben yendo a Bruselas. Y entre los jóvenes que suenan con más fuerza para ir en la candidatura europea está Pablo Arias, político muy cercano a Casado y yerno de Manuel Pizarro.

Las listas para la Eurocámara deberán cerrarse apenas unos días antes de que se celebren las elecciones generales

El dilema se resolverá como muy tarde el 17 de abril, que es la fecha tope para que los partidos registren sus listas para las elecciones europeas del 26 de mayo. Curiosamente, las listas para la Eurocámara deberán cerrarse apenas unos días antes de que se celebren las elecciones generales, por lo que no habrá ninguna posibilidad de recolocar en la candidatura europea a aquellos políticos de fuste que se hayan podido quedar sin escaño en la Cámara Baja.

Y otra cuestión que reduce todavía más el margen de maniobra de Casado es que se espera un descenso del número de escaños para su partido. Según los últimos sondeos, el PP podría perder hasta seis asientos en el Parlamento Europeo.

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