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Política

¿Por qué los políticos acceden a la prueba y resultados de Covid-19 en tiempo récord?

La ministra de Igualdad, Irene Montero (centro), en la manifestación del 8M.
La ministra de Igualdad, Irene Montero en la manifestación del 8M.

La confirmación de casos positivos en coronavirus por parte de diversos dirigentes políticos está levantando ampollas. Más allá de la dudosa idoneidad de alentar a manifestaciones masivas y participar en actos multitudinarios de algunos de ellos, muchas personas se preguntan si la clase política está accediendo a la prueba de Covid-19 y a los resultados antes que otros ciudadanos sospechosos de estar infectados.

"¿Por qué Pablo Iglesias, que estaba asintomático, se hizo y conoció los resultados de la prueba en cuestión de horas? ¿Por qué el Gobierno y los Reyes conocieron tan rápido su estado tras el positivo de Irene Montero?", se pregunta una ciudadana afectada por el colapso de los hospitales madrileños. 

El presidente del Ejecutivo y los ministros no han especificado dónde y cómo se han hecho los tests. Sí lo han hecho algunos diputados de Vox como Santiago Abascal y Macarena Olona, que han recurrido a un laboratorio privado.

Otros miembros del mismo partido que también han interactuado con Javier Ortega Smith -primer positivo anunciado por la formación- aseguran que son muchos los que están en cuarentena voluntaria esperando a que se les pueda hacer la prueba.  Es el caso de Víctor Sánchez del Real.

"También conozco a políticos esperando pacientemente desde hace días a que les llamen para hacerles la prueba. Son compañeros míos. Políticos desde hace poco. Atrapados solos en una habitación lejos de su casa", aclara el diputado de Vox por Badajoz.

El goteo de positivos de los mandatarios ha puesto sobre la mesa el debate sobre el supuesto aprovechamiento de la condición de cargo público para acceder rápido a los resultados.

"La Sanidad debe ser democrática"

"Mi abuela era una paciente de riesgo, le hicieron el test y tardaron hasta tres días en darnos el resultado. Falleció y no sabíamos si teníamos que enterrarla como un caso de coronavirus o no", cuenta a Vozpópuli. "Me parece genial que los políticos se hagan los tests, pero la sanidad debe ser democrática para todos", opina.

Su abuela, recién fallecida, estaba ingresada en un centro privado por una operación. "El jueves se encontraba bien, pero el viernes cayó en picado y todo derivó en una neumonía. Fue aislada, le hicieron el test, se derivó al Hospital Ramón y Cajal y quedamos a la espera de conocer el resultado", apunta.

"Necesitábamos conocerlo porque se estaba muriendo y ni siquiera podíamos despedirnos de ella en condiciones. Ni tocarla", añade. Finalmente, explica, conocimos su negativo el lunes 9 de marzo a las 19.00 horas. "Los hospitales están desbordados", concluye.

Pero la tardanza en conseguir una prueba para detectar si existe o no el contagio por coronavirus también afecta a los profesionales sanitarios. "Soy médico, he dado positivo, pero hasta conseguir hacerme el test todo ha sido una odisea", reconoce.

Trabaja en un conocido hospital público de la Comunidad de Madrid. La mujer de su compañero dio positivo y él permanece aislado en casa. "El lunes empecé con una tos seca. Por la tarde tenía fiebre y fui comprobando cómo iba en aumento. Me fui a casa y seguí el protocolo", señala la doctora.

"Como no me respondían al teléfono (900 102 112) decidí escribir a una compañera de Salud Laboral. En un principio me dijo que fuese al hospital, pero después me instó a que no lo hiciera y que acudiera al centro de salud para ver si me pueden tomar la muestra", comenta.

"Los recursos son limitados"

En el centro de salud, le derivaran al hospital: "En aquel momento, el protocolo decía que el test solo se hacía a quienes habían tenido contacto directo con un positivo. No era mi caso, así que me dieron la baja por catarro común", afirma.

Finalmente, el hospital en el que trabaja, habilitó una zona para que el personal sanitario que presentaban síntomas pudiesen hacerse la prueba. "Estamos varios en la misma situación", advierte. "Me la hice este jueves y el viernes me comunicaron que había dado positivo", explica.

Sin embargo, la profesional sanitaria asegura que su cuadro clínico era compatible con el coronavirus y aún así tardaron mucho en tomar la muestra. "Hemos llegado a un punto en el que los recursos son limitados y a los pacientes asintomáticos les mandan para casa, pero no era mi caso. Mientras tanto, muchos políticos que no presentan síntomas y que no tienen que estar en contacto con los pacientes sí tienen su prueba en tiempo récord", compara.

Fuentes del Congreso de los Diputados aclaran a este diario que, por su parte, los servicios médicos de la Cámara Baja no tienen competencia para hacer los tests y que no se ha facilitado ningún tipo de prueba a ningún parlamentario.

Primeros políticos contagiados por coronavirus

El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, fue el primer caso de contagio conocido en un diputado. El partido lo anunció el 10 de febrero, dos días después de celebrar un acto multitudinario en Vistalegre en el que el político madrileño ya presentaba síntomas. A mediados de febrero había estado de viaje en Milán. La formación pidió perdón por "fiarse" del Gobierno y por no haber cancelado la Asamblea.

Acto seguido, Vox aseguró que todos sus diputados iban a trabajar desde casa y se sometían a cuarentena de forma voluntaria. El día 11, un segundo integrante de la formación dio positivo en las pruebas. Se trata de Carlos Zambrano, parlamentario por Cádiz.

Ana Vega, diputada de Vox en Las Cortes valencianas, se sumó a la lista. Está embarazada y aseguró que está en casa desde este martes por la mañana porque tenía fiebre.

Ese mismo día, el miércoles, la ex presidenta del Congreso y diputada del PP Ana Pastor informó sobre su positivo en coronavirus. "Desde el sábado por la tarde que tuve fiebre he permanecido en casa siguiendo las indicaciones médicas. Ayer [en referencia al martes] me dio positivo la prueba del Covid-19, por lo que continuaré en mi casa los días que me indiquen mis colegas. Yo estoy perfectamente bien sin fiebre ni otros síntomas", contaba la popular.
Llegó el jueves. Y el coronavirus llegó al corazón del Gobierno. El Ejecutivo, que había estado alentando a celebrar la manifestación del 8M pese a las recomendaciones de los profesionales sanitarios, anunció en un comunicado que la ministra de Igualdad, Irene Montero, había dado positivo en Covid-19. Cuatro días después de la marcha que congregó a decenas de miles de personas.
"La ministra se encuentra en buen estado y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en cuarentena por esta situación, también", añade el texto. Todos los miembros del Gobierno se harían pruebas diagnósticas. Los resultados se conocieron tan solo horas después. Solo la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, dio también positivo. Iglesias, que estaba asintomático, dio negativo.

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