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Política

Podemos reprocha a Sánchez la mala gestión de la negociación: "Faltó diálogo, ahora esperamos más gestos"

Pablo Iglesias en el Congreso de los diputados

Podemos asume la nueva coyuntura política tras la votación de la cuarta prórroga del estado de alarma con el apoyo de Ciudadanos, pero no quiere dar por terminada la que se fraguó en la moción de censura a Mariano Rajoy. La traición de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha suscitado un profundo malestar en la cúpula morada, aunque consideran que los puentes no han saltado por los aires. “Faltó diálogo, ahora esperamos más gestos de Sánchez”, resumen fuentes del partido de Iglesias, que incluyen al presidente del Gobierno en la ecuación del fracaso de la mayoría de la investidura.

Para los miembros de Podemos la palabra "socio" para referirse a ERC empieza a sonar a oxímoron. Pero no renuncian al pragmatismo y comparten la lectura de que hace falta volver a entablar el diálogo con Oriol Junqueras de cara a las próximas votaciones de los estados de alarma y, sobre todo, a la aprobación de los presupuestos de 2021.  

El malestar hacia ERC es palpable. Aunque también cierta justificación. “Los nacionalistas han actuado por criterios partidistas. Es así y no es la primera vez", comentan en Podemos. "Lo hacen porque miran más a Torra que al gobierno de izquierdas, pero también es verdad que ha faltado diálogo, conversación, cercanía”. La crítica interna en Podemos es doble: tanto hacia ERC como al aliado Sánchez.

El anuncio de Casado desata el pánico

El partido morado cree que antes de la votación del pasado miércoles el equipo de Sánchez perdió mucho tiempo. La Moncloa dirigió en todo momento las negociaciones. Pero su trabajo fue insuficiente porque cuando el pasado lunes el líder del PP Pablo Casado anunció en una entrevista en Onda Cero que su partido no apoyaría la prórroga, el Gobierno entró en el pánico. En aquel momento el Ejecutivo tampoco tenía amarrados los apoyos de los nacionalistas.

Pedro Sánchez y Carmen Calvo en el Congreso

Desde el 27 de abril en la sala de máquina de Moncloa llegaba la información de que ERC podía votar en contra del decreto. Pero Carmen Calvo hizo las llamadas clave de la negociación solo el lunes 4 de mayo. Habló con el PNV, al PP Gallego y Ciudadanos. Iglesias se mantuvo leal y dejó a Sánchez el control de las conversaciones, pero ahora la sensación es de fracaso y frustración. “No estuvieron a la altura”, rematan en conversaciones con Vozpópuli.

Entre los responsables también tiene su parte Jaume Asens. El dirigente catalán de Podemos es el encargado de las relaciones bilaterales con ERC. El miércoles en el Congreso dio la cara en dos intervenciones en las que lanzó dos dardos contra Gabriel Rufián, pero también le tendió su mano.

“Hoy le he visto incómodo”, le espetó para achacarle que ERC se estaba alineando a Vox y “la derecha” de Torra. Aunque reiteró el espíritu de diálogo y escucha. “Hay otro virus, que se llama elecciones”, respondió Rufián mirando a Iglesias de la misma manera que lo hizo el año pasado cuando le alertó sobre las intenciones de Sánchez de repetir los comicios. En Podemos creen que más que una amenaza fue una recomendación y que hubo una mirada de cierta complicidad con Iglesias.

Sánchez tampoco atacó a Rufián: "Este Gobierno siembre escucha y este es el planteamiento que vamos a tener. Se lo he dicho otras veces, y a lo mejor hoy no ha sido el día, pero siempre agradezco su tono y aportaciones constructivas al debate". Para algunos esas palabras revelan la búsqueda de un acercamiento con los republicanos, pero para otros fue una manera "para decirle con guante blanco: te he sustituido".

"Hace falta cambiar de tono"

La traición de ERC se mira de manera diferente en Madrid y Barcelona. Las fuentes consultadas en la capital consideran que será difícil reanudar la relación, aunque aseguran que “Pablo hará de todo; no tiene más remedio porque con Ciudadanos es como convertirse en el jamón del sandwich”. 

En Barcelona, en cambio, matizan los movimientos del partido de Junqueras. Creen que ERC hizo “teatro” porque sabía que el decreto de prórroga iba a pasar con o sin ellos. "Por lo tanto no se ha roto ninguna relación”, comentan. Aunque añaden: “Hay que entender que el independentismo catalán se ha convertido en una religión”.

Más allá de la trifulca parlamentaria, Podemos pudo respirar con alivio tras conocerse el resultado de la votación. A varios niveles del partido coincidían en que un fracaso en la votación del decreto de alarma habría hecho caer el Gobierno. Ahora, no obstante, quieren preparar el terreno para la votación del 27 de mayo.

Gabriel Rufián

El cuartel general de Iglesias quiere más “gestos” de Sánchez hacia los nacionalistas. “Hace falta cambiar de tono”, alertan. Incluso hacia el PP, de quien dicen entender algunas quejas. “Sabemos que Pablo [Iglesias] lo haría mejor, al menos intentaría que se viera que se ha intentado todo y que los otros rechazan el decreto por razones partidistas”, acusan.

Iglesias sabe que cuanto más tiempo pasa, más subirá el precio del apoyo de Ciudadanos. Los suyos agradecen el respaldo de la formación naranja, de la que dicen ser "un nuevo partido" tras la salida de Albert Rivera. Pero no quieren salir del foco. Con la entrada de Arrimadas, el Ejecutivo entra en una dinámica centripeta. Así que Iglesias no se quedará quieto. Ha dado su visto bueno de manera instrumental al acercamiento, pero volverá al ataque. “Hará todo lo posible para recuperar ERC, pero no será fácil”, admiten en el partido.

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