Pedro Sánchez inicia su carrera hacia las primarias desmoralizado por las traiciones

Lo comenta en privado uno de los diputados socialistas que apostaron por él hasta el final y le siguen siendo fieles: “Pedro parece desfondado y lo que más le ha desmoralizado de todo ha sido el cúmulo de traiciones que ha sufrido por parte de personas que hicieron un doble juego. Le está resultando muy difícil digerirlas y contestar a la pregunta que muchos le hacen : “pero… ¿con qué criterios elegiste a tu equipo de confianza?”.

Después de tantas traiciones, los fieles a Sánchez se preguntan con qué criterios eligió a algunos de sus colaboradores

De momento, Pedro Sánchez no ha dado una respuesta coherente a este interrogante, castigado por el fuerte malestar que le sigue provocando ver como Antonio Hernando, atornillado todavía a la portavocía parlamentaria, el vasco Rodolfo Ares o el propio Miquel Iceta, quien fuera uno de sus puntales en representación del PSC, han acabado por darle la espalda aproximándose de manera más o menos alambicada a la gestora, que es tanto como decir a la presidenta andaluza, Susana Díaz.

El exsecretario general tardó casi un mes, desde su desalojo de Ferraz, en dejar el escaño y ha empleado casi otro en reaparecer ante su parroquia, a la espera de que alguna federación importante de las que le apoyaron hasta el último momento le diera el confort y cobijo suficientes como para confirmar los compromisos contraídos con la militancia: competir de nuevo por el sillón de Ferraz, defender un proyecto autónomo alejado del PP y del Ibex y recorrer toda España en su utilitario para anunciar la buena nueva.

Si, finalmente, Sánchez se ve en condiciones de cumplirlos, algo de lo que dudan algunas de sus personas más próximas, tendrá que hacerlo sin apenas ayudas externas y con la mayoría de sus partidarios orillados en el grupo parlamentario y en el partido, lo que reducirá de forma considerable su número de altavoces. Una auténtica travesía del desierto “solo apta para heroicidades”, comentan personas de su antiguo equipo de confianza.

Algunos de los que acompañaron al exlíder socialista hasta su dimisión y ahora se han distanciado de él, justifican el alejamiento por su cúmulo de incoherencias. No entienden las razones por las cuales fichó al exministro Jordi Sevilla o a José Enrique Serrano, exjefe de Gabinete de Felipe González y de Zapatero, si lo que perseguía al final era un acuerdo de Gobierno con Podemos, ni tampoco como solemnizó tanto su acuerdo con Ciudadanos después de acusarle de ser la marca blanca del PP si sabía de antemano que no serviría a sus propósitos si no contaba con el aval aritmético de Pablo Iglesias.

El retorno de Sánchez tendrá este sábado como escenario la localidad valenciana de Xirivella, donde ha decidido arrancar su precampaña de primarias valiéndose de la humilde infraestructura que le ha facilitado José Luis Ábalos, responsable del partido en esta comunidad, enfrentado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. No está previsto que asistan al acto ninguno de los barones que escoltaron al exsecretario general en el tormentoso comité federal del 1 de octubre y en su lugar lo harán el profesor José Antonio Pérez Tapias, perdedor junto a Eduardo Madina de las primarias de 2014, el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza y la excomandante Zaida Cantera, uno de los fichajes estrella de Sánchez en la campaña electoral.

"Una travesía del desierto solo apta para heroicidades", así califican la ruta de Sánchez hacia las primarias personas de su antiguo equipo

Con esta mochila tan pesada a sus espaldas, la única ventaja que ven los más próximos a Sánchez a su favor es el fuerte desgaste que está sufriendo también Susana Díaz, presionada por las federaciones que hace dos meses empujaron a la formación de una gestora para que dé el paso definitivo adelante y anuncie su candidatura a la secretaría general o calle para siempre, dando margen a la búsqueda de candidatos alternativos. En una clara imagen de debilidad, la gestora que controla la federación andaluza ha contraprogramado el acto del exsecretario general con una actuación de su portavoz, Mario Jiménez, en Sevilla.