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Política

El "órdago" de Puigdemont convence al PSOE de que España va otra vez al bloqueo político

Pedro Sánchez durante un mitin en A Coruña

El PSOE sabe que Carles Puigdemont está en el cuanto peor, mejor, pero el 'órdago' que ha hecho este fin de semana en la elaboración de las candidaturas del PDeCAT al Congreso, dejando fuera de la lista a posibilistas como Carles Campuzano y Jordi Xucla, para postular a los encarcelados Jordi Sánchez como cabeza de lista por Barcelona, Jordi Turull por Lérida y Josep Rull por Tarragona, ha llevado a la sede de Ferraz el convencimiento de que "habrá bloqueo", admiten fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli.

Se complica reeditar la mayoría de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa el uno de junio -todos los partidos menos el PP y Ciudadanos- no solo por la "internacionalización" del conflicto catalán que busca Puigdemont -exige reconocer la autodeterminación para empezar a hablar-, sino porque la ERC del más posibilista Oriol Junqueras tendrá muy difícil desmacarse de esa estrategia. Y los sondeos, todos, indican que PSOE y Podemos solos no suman

De ahí que en la Dirección socialista se empiece a mirar de reojo al denostado Ciudadanos, al que se va a presionar por "tierra , mar y aire" para que renuncie al 'cordón sanitario' impuesto al PSOE mientras Sánchez esté al frente.

El desbloqueo pasa por no aceptar la autodeterminación que exige el PDeCAT, reeditar el pacto con Ciudadanos y esperar la abstención del PP en la investidura de Sánchez

Creen además que la actual irreductibilidad de Albert Rivera, con el viento de las encuestas en contra y fiascos como el de Silvia Clemente en Valladolid, le coloca en una situación más 'bizcochable' para reeditar el fallido Pacto del 'El abrazo', que él y Sánchez solemnizaron el 23 de febrero de 2016 bajo el célebre cuadro que Juan Genovés pintó en la transición.

La idea es que, si el PSOE llega a 130 escaños y Ciudadanos a 40, será "muy difícil" otra mayoría que no pase por ellos. Y ahí es donde entra el PP, al que ambos partidos solicitarían que devuelva el favor a los socialistas con una abstención patriótica como la que protagonizó el PSOE de la gestora en noviembre de 2016 para investir presidente a Mariano Rajoy

En el Gobierno también se ha llegado al "convencimiento", admiten fuentes del Ejecutivo, de que mientras Carles Puigdemont no sea desactivado -y eso solo ocurrirá cuando los tribunales logren traerlo a España- la política catalana, y la española, van a seguir desestabilizadas. Habrá que encontrar "vías" para que esa entrega España sea factible, es la reflexión que se impone.

La "debilidad" de Rivera

Mientras tanto, la línea oficial va a seguir siendo tratar a Ciudadanos como rival electoral, no como potencial socio, y exigirle que rompa el cordón sanitario, y ofrecerse para conformar un Gobierno que siga aprovechando el todavía crecimiento de la economía española dentro del negro panorama que se cierne sobre Europa. 

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, insistió este lunes en que su formación no veta a nadie y cargó contra la "debilidad" de los de Rivera, que necesita unirse a PP y UPN en Navarra -"y Vox, que está detrás"- para alcanzar sus objetivos políticos. 

Y respecto al escándalo de la elección fallida del fichaje popular de Clemente, el número tres de los socialistas hurgó en la herida; se centró en los niveles "tremendamente bajos" de participación en las primarias de Cs en Castilla y León y sentenció: "un proyecto político que genera expectativas mueve a más gente". Además, se refirió a un "problema de influencia política" porque "ésta (por Clemente) fue presentada como la gran alternativa del señor Rivera; fue presentada así, era la candidata oficial". "Para hacérselo ver", concluyó.

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