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Política

Novena semana del procés: El abogado Melero y ‘El puente de los espías’

Javier Melero es el abogado que defiende en el juicio del 'procés' al exconseller de Interior Joaquim Forn, ahora candidato a la Alcaldía de Barcelona por designación de Puigdemont. Sin embargo, Melero fue noticia hace unas semanas a raíz de que este periódico informase de que estaba entre los abajofirmantes de un manifiesto en contra de la Generalitat y a favor de Arcadi Espada, candidato perfecto a un escrache en la universidad Autónoma de Barcelona. “Se conocen desde hace veinte años”, dicen fuentes de su entorno. No en vano, ambos estuvieron en el origen del partido que hoy lidera Albert Rivera.

Melero presume en la intimidad de ser del Atleti, no se sabe si como traviesa provocación a lo que en Cataluña es més que un club o porque sabe que después de esto el mayor reto que le queda ya como abogado es defender a Diego Costa. Fue el primero que puso freno a sus propios compañeros en el Tribunal Supremo a los que invitó a jugar el partido en lugar de levantar una barricada. “Esto es como un juicio por estafa”, zanjó en feliz comparación con lo que el 'procés' fue.

Esta semana le ha entrevistado Mónica Terribas, quien desde los micrófonos de la radio pública catalana dio los buenos días el 28 de octubre a sus paisanos en calidad de ciudadanos de la nueva república independiente. No le avisaron de que todo era simbólico. Ni a ella ni a nadie, todo hay que decirlo. La periodista se interesó acerca de si Melero había variado sus ideas políticas (minuto 35) a medida que ha avanzado el juicio. “No, están como estaban”, replicó el abogado.

Terribas insistió y le preguntó por la calidad de la Justicia en España. “Este Estado es como los de nuestro entorno. Cuando Francia responde a los chalecos amarillos nadie cuestiona que sea un país democrático”. Parece claro que Melero no consume el mantra independentista y es como si de pronto hubiésemos descubierto que un abogado no tiene que estar de acuerdo con su cliente para proporcionarle una defensa eficaz.

Un acto patriótico

Bienvenidos al Estado de Derecho donde un profesional defiende a un presunto rebelde y eso resulta un acto perfectamente patriótico en el bien entendido sentido de que un país se reivindica, sobre todo, protegiendo el reglamento. La democracia será militante hasta el punto de aceptar estas contradicciones o no será. Dicho de otro modo, el populismo no se apagará con más populismo, sino con la aburrida defensa de las conquistas democráticas que igualan a todos.

Recuerda al caso del abogado James Donovan, cuya vida llevó Spielberg al cine en El Puente de los espías. Con guión de los hermanos Coen e interpretado por Tom Hanks, narra la historia de un reputado penalista norteamericano que en plena Guerra Fría asume la defensa de un espía ruso.

Melero tiene sentado a su lado al de Junqueras, Andreu van Den Eynde, para quien la sentencia ya está escrita y lo de Marchena y compañía no es más que un juicio político. Muchos en la calle piensan lo mismo y otros muchos piden en cambio una condena ejemplar(izante) para los rebeldes.

Hay una escena en El puente de los espías en la que un agente de la CIA pide al abogado que se salte su secreto profesional y le cuente las confesiones del detenido soviético en aras de la seguridad de sus conciudadanos. La respuesta es la siguiente: ”Usted es agente Hoffman, ¿verdad? De origen alemán. Mi nombre es Donovan, irlandés por parte de madre y padre. Soy irlandés, tu alemán, pero ¿qué nos hace americanos (iguales, quería decir)? Sólo una cosa, el reglamento.

Perfectamente Melero podría decirle a su compañero algo parecido. “Usted es Van den Eynde, ¿verdad? De origen holandés. Mi nombre es Melero, quizá de origen mesetario. ¿Que es lo que nos hace iguales en Cataluña? Justo eso que los presuntos rebeldes se saltaron a la torera y que ahora sigue siendo el bien a proteger, el reglamento.

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