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Política

El adiós a Rubalcaba propicia un acercamiento de Pedro Sánchez a la 'vieja guardia' del PSOE

Pedro Sánchez firma el libro de condolencias por el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PSOE lleva cuatro días tratando de reconciliarse consigo mismo. En una organización que vive sus afectos y enfrentamientos de forma tan intensa, la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, líder espiritual de una de las facciones que se enfrentaron a cara de perro en aquel fatídico Comité Federa que defenestró a Pedro Sánchez, no podía pasar sin pena ni gloria. Y el presidente del Gobierno parece aparentemente dispuesto a alzarse sobre las 'cenizas del odio'. 

Como anfitrión de las exequias junto a la viuda, Pilar Goya, no rehuyó abrazar a la entrada del Congreso a un muy emocionado Felipe González -al que no invitó a participar en la pasada campaña electoral-; saludar al 'gran traidor' para el 'sanchismo', el exportavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, y a su 'íntima enemiga' y rival en las primarias, Susana Díaz; o verse las caras en el velatorio con los ex vicesecretarios generales José Blanco y Elena Valenciano, y con el portavoz de la gestora, el asturiano, Javier Fernández.

Es el propio jefe del Gobierno el que, sentado en soledad a uno de los lados del féretro, les invita a varios a compartir silla, relatan a Vozpópuli diversas fuentes. Y estuvo departiendo con ellos. "La verdad es que Pedro se ha portado muy bien", señalaba el viernes por la noche uno de ellos con el ataúd recién instalado en el Salón de los Pasos Perdidos del viejo edificio del Congreso, reservado a las grandes celebraciones.

"Si es listo, sabrá aprovechar para cerrar heridas", señala un ex diputado ahora alejado de la primera linea política

A esa hora ya se había desalojado a los políticos para que miles de personas que rodeaban el viejo Caserón de la Carrera de San jerónimo y calles adyacentes pudieran entrar a despedirse del ex secretario general. "Si es listo, aprovechará este clima para cerrar heridas", señala un ex diputado. 

Será difícil con Susana Díaz, señala un 'sanchista' viejo conocedor del partido, porque el problema con ella, además de personal, es orgánico: "El PSOE-A necesita una renovación en el liderazgo; Susana ya no es creíble. Lo saben sus alcaldes, lo saben todos en Andalucía". Otra cosa es que la ex presidenta de la Junta de Andalucía llegue a un acuerdo con Sánchez en la elección de su sucesor al frente de la secretaría general de la principal federación socialista.  

Por lo demás, la Dirección federal, a la que se puede tildar de todo menos de 'rubalcabista', preparó sorprendentemente las exequias como si el muerto hubiera sido el propio Sánchez: Decreto de 24 horas de luto oficial en el Estado, lona gigantesca colgando de la fachada de Ferraz, regreso del presidente a todo correr el jueves de una cumbre de la UE en Sibu (Rumanía); hasta cancelación, el viernes, de un viaje con el Rey a Barcelona -algo que incluso ha sido objeto de crítica soterrada-, cuando ya se sabía que el óbito era cuestión de horas.

"Integrar" a Blanco y Valenciano 

Sincero o no, lo cierto es que Pedro Sánchez aparece hoy más líder de -todo- el PSOE que hace cuatro días... y eso que venía de ganar las elecciones del 28 A con 123 diputados. Y el expresidente Felipe González le ha instado a aprovechar el fallecimiento de Rubalcaba para hacer una "reflexión interna" y "volver a integrar talento" de personas cercanas a él y ha puesto nombres y apellidos: Blanco y Valenciano, apartados de la lista europea, algo que le produce "sensación de tristeza.

González ha reivindicado en Antena 3 el valor de la lealtad "a los proyectos", no a las personas que, a su juicio, practicaba Rubalcaba, y de "no callarse y decirte todo lo que pensaba", en una entrevista en Antena 3 en la que ha admitido que compartía con él la "sensación de tristeza" por ver que nombres como Elena Valenciano y José Blanco eran apartados de las listas. "No es el momento de evaluar eso, pero es un buen momento para volver a integrar talento", ha defendido.

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