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Política

La ministra de Exteriores desvela que fue Guaidó quien pidió ser degradado en su visita a Madrid

La ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, asegura que fue el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, quien al llegar a España prefirió no ser recibido por los servicios de Exteriores como un jefe de Estado, sino que optó por ir "por donde pasan los ciudadanos" porque había mucha gente que lo estaba esperando. 

Así lo indica González Laya en una entrevista que publica este domingo El País. La ministra explica también que fue Guaidó el que pidió entrevistarse con ella en Casa América por la cercanía con el Ayuntamiento de Madrid, donde iba a celebrar un acto, y porque esa tarde iba a recibir "a otras personas a quienes no puede ver en el Ministerio de Exteriores porque no corresponde". "Me preguntan si lo puedo recibir allí y por supuesto acepto. Esa es la verdadera historia", añade.

Preguntada sobre la coincidencia de la visita de Guaidó con el encuentro del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la 'número dos' de Maduro, Delcy Rodríguez, González Laya responde que le gustaría que se le diese "un poco de crédito" al Ejecutivo cuando asegura que no ha cambiado su postura respecto a Venezuela. "No hemos dejado de apoyar los esfuerzos para buscar una solución ni de amparar discretamente, sin hacer publicidad, a cientos de personas. La polémica estéril nacional no ayuda a resolver la situación y siembra dudas sobre el compromiso de España", asegura.

"No ayuda a resolver el conflicto en Venezuela"

Sobre la negativa de Pedro Sánchez de recibir a Juan Guaidó, la ministra considera que el "uso partidista" de la visita "no ayuda a resolver el conflicto en Venezuela".

Para la responsable de la cartera de Exteriores, la forma de avanzar en la situación que se ha enquistado en Venezuela es "construir un consenso internacional lo más amplio posible" que apoye a las partes "en torno a la celebración de elecciones democráticas".

Sobre el Brexit y Gibraltar, indica que conoce pocas negociaciones que empiecen hablando de soberanía: "Hemos empezado por una cuestión muy importante para la soberanía: la ausencia de competencia fiscal desleal. Buscamos una soberanía versión siglo XXI. Vamos a ver hasta donde llegamos".

Para la ministra de Asuntos Exteriores, la diplomacia económica supone "ajustar el papel de la diplomacia al siglo XXI. Apalancar la economía en todas sus expresiones: cultural, empresarial, investigadora, científica".

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