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Política

España asume el mando de la misión europea en Malí para evitar otro santuario terrorista

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, visita el contingente español en Malí.

Bamako, 31 de enero. Los malienses amanecen en el tercer día de luto nacional declarado por su presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, en homenaje a todos los que han perdido la vida esta última semana a causa de los atentados terroristas. Un saldo fatal que ya asciende a 40 muertos en siete días, 26 de ellos al estallar una mina terrestre cuando viajaban en un vehículo hacia un mercado en la vecina Burkina Faso. Sin embargo, todo apunta a que no será el último duelo.

Mientras la Presidencia maliense condena los ataques y la comunidad internacional se hace eco de la llamada de auxilio al Papa de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez -secuestrada hace casi un año en el norte de la región-, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM), organización yihadista adherida a Al Qaeda que opera en el Sahel, reivindica con orgullo un par de ataques terroristas en cuarteles militares de la región. La intención de perpetrar atentados es tan cierta como impetuosa.

Malí se ha convertido en un cruce de caminos entre el yihadismo, las luchas étnicas y los tráficos ilegales de drogas, armas y personas

Con un tamaño que llega casi a triplicar el de España y una población de 18,5 millones de habitantes, Malí se ha convertido en un cruce de caminos entre el yihadismo, las luchas étnicas y los tráficos ilegales de drogas, armas y personas. Un santuario para terroristas que, tras los conflictos de Siria e Irak, van conquistando las orillas del río Níger gracias a unas fronteras cada vez más permeables. La no tan lejana Europa trata de frenar el avance a través de EUTM-Mali, una misión de asesoramiento y entrenamiento militar destinada reformar las unidades malienses -devastadas entre 2012 y 2013 por las rebeliones tuareg- y cuyo mando asume España a partir de este miércoles.

Descentralización

"Las amenazas de hoy no tienen por qué estar a la vuelta de la esquina, están en todos los lugares del mundo y hay que ir allí donde está el peligro. Hoy es un día importante para España. Asumir el mando es un honor, es ayudar a que los militares malienses puedan luchar contra aquellos que quieren hacer del país un pasto del terrorismo", ha destacado la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, desde el cuartel general de la misión en Bamako. 

La titular de Defensa aterrizaba en la capital en la madrugada de ayer en un vuelo procedente de Gabón, donde, tras visitar al destacamento 'Mamba' del Ejército del Aire, ha tenido que permanecer más horas de lo esperado por una avería en el avión.

Las amenazas de hoy no tienen por qué estar a la vuelta de la esquina, están en todos los lugares del mundo y hay que ir allí donde está el peligro"

"Vamos a ser el contingente más numeroso con 292 hombres y mujeres. Además de la formación aquí en Bamako, el mando español trabajará para que esta labor de asesoramiento y adoctrinamiento descentralice y se pueda hacer en cuarteles distribuidos a lo largo del país", ha explicado Cospedal frente al general español de brigada Enrique Millán Martínez, que desde este miércoles asume la dirección de la mano del general belga Bart Laurent; el Comandante del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Fernando López del Pozo, y del embajador español en Malí, Miguel Gómez de Aranda. Una descentralización que, en palabras de la misnistra, implica una mayor "complejidad".

Tercer mandato

Tras agradecerles su "labor" por el derecho a la protección y a la seguridad de los ciudadanos y recordar el importante rol de sus familias, la ministra de Defensa se ha dirigido a parte del contingente español, esta vez del Ejército de Tierra, para pedirles que se protejan y tengan cuidado. "Somos un país convencido de ayudar a los que se encuentran en peores circunstancias. Estamos orgullosos de nuestro trabajo por la comunidad internacional, estoy segura de que vamos a dejar el pabellón muy alto", ha celebrado.

No es una misión ejecutiva, con lo que los militares desplegados no participan en actividades de combate ni acompañan a las unidades malienses en sus operaciones"

Se trata del tercer mandato de la misión, que comenzó el 23 de marzo de 2016 y se prolongará hasta el 18 de mayo de 2018, pero tal y como adelantó el propio general Millán está previsto ampliar a un cuarto mandato. Mientras que las dos primeras fases estuvieron centradas en ayudar al Gobierno del país a reconstruir su deteriorado ejército, la tercera puso ya el foco en el adiestramiento de los militares y la cuarta tendrá el objetivo de dotarles de capacidades propias para reestructurar sus fuerzas armadas y ser autónomos en la formación de los nuevos soldados.

Así, EUTM-Mali entrenará, proporcionará asesoramiento y educará a las Fuerzas Armadas malienses (FAMas), bajo el control legítimo de las autoridades civiles, para contribuir a la restauración de su capacidad militar. Pero no es una misión ejecutiva, con lo que los militares desplegados no participan en actividades de combate ni acompañan a las unidades malienses en sus operaciones. "No vamos a hacer las cosas por ellos. No es nuestra misión. Les enseñamos a hacer lo que quieren hacer", explica el nuevo jefe a cargo.

Santuario de terroristas

Según reconoce el general Millán, que , el principal objetivo es afrontar el retorno de yihadistas que combatieron en las guerras de Irak y Siria. "Quieren extenderse desde el norte de Malí hacia el centro del país para hacerse con el control, un interés que nos va a complicar la misión", dice. Y añade que la meta es que Malí no se convierta en "un santuario de terroristas". 

El aumento del contingente, que pasará de los 140 a los 292 efectivos, fue aprobado por el Congreso la semana pasada con la abstención de Podemos, un despliegue que supondrá que el coste de la misión para 2018 ascienda hasta los 88,57 millones de euros, 15 más que el pasado año, aunque España no alcanzará el 2% del PIB en Defensa en 2024, según reconoció en la Cámara baja la propia ministra.

Esta tarde, la capital de Malí acogerá un acto militar en el que España asumirá oficialmente el mando de la misión y contará con la asistencia de Cospedal y sus homólogos belga, Steven Vandeput, y de Malí, Tiena Coulibaly. Mientras tanto, la prensa local añade un nuevo atentado terrorista a sus portadas: la ciudad de Djenne, al suroeste de Mopti vuelve a ser blanco de un ataque terrorista. Aunque está ubicada a 570 km de Bamako, el avance del yihadismo hacia el centro de la región se ha convertido en la principal amenaza para la estabilidad del país.

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