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Política

Laya pisa el acelerador hacia la OMC y pone en bandeja a Sánchez una crisis de Gobierno

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.

El Gobierno ha intensificado las gestiones en Bruselas para convertir a Arancha González Laya en la candidata de la Unión Europea para directora general la Organización Mundial del Comercio (OMC). La ministra de Asuntos Exteriores está en las quinielas para ser nominada y ocupar el cargo.

Su salida, que podría producirse después del verano, permitiría a Pedro Sánchez acometer una remodelación de su Consejo de Ministros con la excusa de sustituir a Laya. Tal y como ha informado Vozpópuli, el jefe del Ejecutivo busca una crisis de Gobierno que dé un impulso a la legislatura tras el impacto del coronavirus y la crisis económica que se avecina.

El proceso de renovación en la OMC se ha acelerado tras la dimisión del actual director, el brasileño Roberto Azevedo, un año antes de que finalizara su mandato. El nombramiento de González Laya como ministra de Exteriores fue una sorpresa para muchos por su escasa vinculación con la diplomacia y la Administración española.

Laya, obligada a ser ministra

Sin embargo, es una experta en comercio mundial y se conoce al dedillo las tripas de la OMC al haber sido jefa de gabinete del antiguo director general, el francés Pascal Lamy. Por eso, el movimiento de colocar a Laya en Exteriores, tal y como admiten fuentes del Gobierno, tenía como objetivo estratégico dar un impulso a su candidatura a dirigir la OMC. El consenso en Bruselas es que el candidato o candidata europeo tenga al menos el rango de ministro.

El problema para España es que la salida de Azevedo ha precipitado los acontecimientos. Las candidaturas a presidir la OMC deben presentarse entre el 8 junio y el 8 de julio. El Gobierno trabaja para reunir el apoyo de los 27 a la candidatura de Laya. La ministra tiene a su favor el veto expreso que Estados Unidos ha puesto a la aspirante que lideraba las quinielas europeas, la exministra sueca y excomisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom.

Otros factores, sin embargo, juegan en su contra. La experiencia de González Laya en el Gobierno es de apenas meses. Y la ministra deberá sortear, por un lado, la pugna entre EEUU y China por el control de este organismo. Y, por otro, a los países africanos, a quienes corresponde la dirección de la OMC por el turno rotatorio no escrito entre continentes. Fuentes conocedoras del proceso explican que la UE tiene el músculo suficiente como para estimular su maquinaria de cooperación con África y saltarse la rotación.

Más compleja será la posición que adopte Estados Unidos. La OMC es escenario de las batallas arancelarias que han afectado a España y otros países europeos. Varias fuentes creen que la de Laya no es una "candidatura amistosa" para la administración de Donald Trump. Su figura es más proclive a la globalización el multitulateralismo, en contra de los criterios más proteccionistas de Trump.

Crisis de Gobierno en septiembre

De todos estos inconvenientes ha empezado ocuparse la titular de Exteriores esta semana, en la que muchos dan por hecho que ha empezado su campaña. Laya ha mantenido diversas conversaciones bilaterales con sus homólogos africanos. Y ha participado en un foro sobre el futuro de la OMC organizado por el think tank norteamericano German Marshall Fund. La ministra defendió que la organización de reformarse pero no desmantelarse, pidió reglas claras para la economía digital y un terreno de juego nivelado para China, Estados Unidos, la UE o Rusia.

Una de las preocupaciones que existe en ciertos círculos es de carácter geoestratégico. Es año electoral en Estados Unidos y se teme que Trump retire sus fondos de la OMC, como lo ha hecho de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta situación podría seguir desnivelando los equilibrios en las Naciones Unidas. China controla actualmente cuatro de los 15 organismos especializados de la ONU (Alimentación y Agricultura, Telecomunicaciones, Aviación Civil y Desarrollo Industrial).

El proceso al que se enfrenta Laya es complejo, pero el Gobierno confía en su candidatura. Si tiene éxito, su salida del Consejo de Ministros abriría una puerta a Sánchez para acometer la crisis de Gobierno y dar un impulso a la acción del Ejecutivo en septiembre. La emergencia sanitaria ha desgastado a algunos ministros y el presidente podría optar por adelgazar una estructura excesivamente grande -22 ministerios- para tiempos de crisis económica

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