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Política

¿Hasta dónde la sentencia, los indepes y las urnas?

Imagen de la protesta de grupos independentistas tras las detenciones de nueve CDR

Los espectadores de la entrevista que Antonio García Ferreras le hizo en La Sexta unas noches atrás a Pedro Sánchez subrayan dos cuestiones. Primera, aquel momento en que aceptó que la coalición con Pablo Manuel Iglesias le habría proporcionado una prórroga segura en Moncloa como presidente pero también le habría impedido dormir tranquilo. Y de los insomnes ¡libera nos Dómine!. Recordemos al presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, lloriqueante en la evocación de la lucecita inextinguible del Pardo al dar cuenta de la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975.

Pero ese caudillo insomne, cuyos restos el Tribunal Supremo ha autorizado exhumar, se mantuvo en el poder cultivando la división y el odio cainita entre España y la AntiEspaña, cuarenta años antes, la noche en que se iniciaba la sublevación en Melilla, se retiró a su despacho en la Comandancia General de la Plaza dando a entender que lo hacía para continuar sus reflexiones por cuenta propia. Poco después llegó un telegrama que los mandos alzados juzgaron necesario entregarle. Esa misión le fue encomendada al general Beigbeder, quien al entrar al despacho donde encontró a Franco durmiendo plácidamente en un catre de campaña. Al salir, a los que aguardaban impacientes para saber la reacción de Franco, Beigbeder les dijo “Franco duerme, la guerra está ganada”.

Segunda, la repetición incansable del ruego de Pedro Sánchez a los electores para que digan en las urnas aún más claro que le quieren con mayoría absoluta. La convocatoria electoral se ha desencadenado de manera automática tras la fallida investidura y aparece en el BOE firmada por el Rey y refrendada por la presidenta del Congreso. El calendario electoral pasa de 54 a 47 días y tanto la campaña como las subvenciones quedan en la mitad. La semana de campaña oficial será la comprendida entre el viernes 1 y el viernes 7 de noviembre. Los partidos y coaliciones deberán haber confirmado sus candidaturas antes del 7 de octubre para que sean publicadas en su versión definitiva el 15 de octubre en el BOE. Todos estos plazos serán utilizados por los 'indepes' para poner a prueba a las Juntas Electorales situando en las listas a personas que están ya o lo estarán para esas fechas inhabilitadas por la sentencia del procés que se espera sea pública antes de finales de octubre.

El conocimiento de la sentencia será el fulminante de esa respuesta para asombro del mundo que viene propugnando el president de la Generalitat, Quim Torra. Nada importa la gravedad de la condena, ni el tipo penal que les sea aplicado a los encausados. Sólo la absolución -y ya veríamos- se consideraría aceptable. Pero como la absolución queda descartada, se trata ahora de observar hasta dónde llevaran la provocación los indepes incardinados en las instituciones y quienes les acompañan bajo su amparo, de forma que logren de modo inevitable que vuelva a aplicárseles el artículo 155 de la Constitución y quede en suspenso la autonomía. Esa decisión que bajo la iniciativa del gobierno de Pedro Sánchez deberá ser aprobada por la diputación permanente del Senado, dejará al candidato socialista fuera de toda duda y le catapultará unos días después para alcanzar la mayoría absoluta que solicita.

P.S. De la temperatura ambiente en Cataluña puede dar una primera idea que centenares de personas se hayan manifestado durante la tarde de ayer ante el cuartel de la Guardia Civil en la Travessera de Gràcia de Barcelona al grito de “Todos somos CDR” solicitando la libertad de los independentistas detenidos de madrugada a quienes la Fiscalía imputa delitos de terrorismo, rebelión y sedición con pruebas adicionales obtenidas en los registros que afianzan los indicios de que se proponían confeccionar explosivos para producir atentados. Los manifestantes han increpado a los partidos: “Esquerra y PDeCAT, la paciencia se ha acabado” y han coreado consignas a favor de la huelga general y contra los Mossos y la Guardia Civil. Gritaban “Fuera las fuerzas de ocupación”, “Esta es su democracia”, “Basta de represión”, “Fuera, fuera, fuera la policía española”, “Nuestro conseller está en prisión”, “Puigdemont, nuestro presidente”, “Puta España”, “Guardia Civil hijos de puta”, “Pim, pam, pum, que no quede ni uno” o “Gora Altasasu”. En las inmediaciones, bendiciéndolo todo, se ha podido ver a los diputados de Junts per Catalunya Elsa Artadi, Pep Riera y Anna Tarrès. Un disfrute ver como aprietan nuestros muchachos.

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