El jefe de la Guardia Civil habla de tácticas de resistencia el 1-O con un enfoque "prebélico"

Días previos al 1 de octubre de 2017, el entonces jefe de zona de la Guardia Civil en Cataluña se enteró de que los Comités de Defensa del Referéndum (CDR) "estaban llamando [a través de las redes sociales] a talleres teórico prácticos para defender las urnas, la república, el referéndum...". Así lo ha asegurado este jueves ante el tribunal que juzga la causa del procés el teniente general Ángel Gozalo, quien ha calificado de "lenguaje prebélico" aquello de "defender". 

Una vez llegado el día convocado para celebrar el referéndum, los agentes de la Guardia Civil se encontraron personas "en actitud de resistencia" en los colegios electorales. Empezó con gente sentada en el suelo, en un intento de obstaculizar el acceso público. "Pero luego esa resistencia mutaba en un mayor grado de violencia", ha dicho. 

El que fuera responsable de los agentes de la Guardia Civil durante el 1-O ha cifrado en 71 las intervenciones realizadas en Cataluña por parte de su equipo. Según sus cuentas, 20 de ellas tuvieron un nivel de incidencia "algo menor". Preguntado por la gestión de los Mossos d'Esquadra durante la jornada, Gozalo ha denunciado la actitud de pasividad de los agentes regionales.

De hecho, el teniente general ha admitido que dudaba de la actuación de los Mossos de cara al 1-O desde los días previos. "Salió en medios de comunicación una entrevista a Joaquim Forn que venía a decir que los Mossos garantizarían la normal y pacífica convivencia el 1-O", ha dicho. Se refiere al exconseller de Interior, sentado ahora en el banquillo de los acusados.

Las instrucciones para el 1-O

Gozalo ha mantenido el relato del resto de mandos de fuerzas y cuerpos de seguridad que actuaron aquel 1 de octubre. El dispositivo de seguridad, ha explicado, tenía como premisa el cumplimiento de las instrucciones que recibieron de la autoridad del Ministerio Fiscal. "Los criterios para llevar a cabo todo el dispositivo fueron en atención a estas instrucciones", ha subrayado.

Según ha narrado, se establecieron secciones operativas que estaban distribuidas geográficamente para poder dar "una respuesta adecuada a los apoyos que pudieran demandar los Mossos d’Esquadra". Ha advertido, sin embargo, que también se contemplaba -tanto por parte de la Fiscalía como de la Secretaría de Estado- la posibilidad de ejecutar una intervención.

Al igual que la cúpula del Ministerio de Interior, el jefe de la Guardia Civil ha hecho hincapié en la actitud del major de los Mossos José Luis Trapero. Ha descrito el momento en el que el fiscal superior del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anunció que el coronel Diego Pérez de los Cobos sería el coordinador del operativo policial del 1-O. "El major mostró su disconformidad de manera rotunda", ha dicho e incluso ha recordado que el jefe del Cuerpo catalán llegó a pedir que se le anunciara el nombramiento por escrito para "someterlo a análisis".

"Ni yo vi el plan"

Gozalo también detallado la reunión del 21 de septiembre de 2017, en la que los responsables de los distintos cuerpos de seguridad entregaron al fiscal jefe sus respectivos planes de actuación de cara al 1-O. "Ni yo vi el plan de Policía ni de Mossos. Y creo recordar que en la reunión ellos tampoco vieron el mío", ha puntualizado.

Sobre el encuentro del 27 de septiembre, en el que se les entregó la parte dispositiva del auto de la magistrada Mercedes Armas con las instrucciones para el referéndum. "El auto hablaba de que a partir de ese momento el Ministerio Fiscal cesa en las diligencias que estuviera haciendo. Valoramos que aquellas instrucciones del fiscal que no estuviera en contradicción de la parte dispositiva tenían vigencia", ha explicado.