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Política

Génova ve en el idilio entre PSOE y Podemos "un bucle sin salida"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Más que una "moción antes de Navidad", como anunció Pablo Iglesias, en el Gobierno piensan que se trata de "un cuento de Navidad", según confesaba este miércoles una alta fuente. El gesto de acercamiento de José Luis Ábalos, portavoz interino de los socialistas, carece de recorrido, añaden. Era sólo eso, un gesto de distensión, enmarcado en un escenario ya conocido: el acuerdo imposible con Podemos y Ciudadanos. "El año pasado fue imposible. Ahora, las cosas están aún peor", subrayan.. 

Pedro Sánchez, en un artículo en El Mundo, retoma este miércoles esta misma cuestión. La búsqueda de "una mayoría que desbanque al actual Gobierno". Poner de acuerdo a las "fuerzas del cambio y los colectivos sociales" para lograr ese objetivo. Pide, además, a Podemos y Ciudadanos que "levanten sus vetos cruzados", que tan sólo le sirve al PP "para atrincherarse en la Moncloa". Una invocación con los pies muy alejados de la realidad.

Tras la moción de censura, Mariano Rajoy repasó la nueva situación con dirigentes del grupo parlamentario amen de algunos asesores, en un largo almuerzo celebrado en un restaurante próximo al Congreso. Una comida relajada y estimulante, en la que Rafael Hernando tuvo un cierto papel protagónico, y en la que se analizó este pretendido acercamiento entre PSOE y Podemos, ante un posible viraje en el panorama político. Nada inquietante, menciona uno de los comensales.

Rajoy "tiene más olfato e intuición que sus rivales", comentan en Génova. Se les ha adelantado. Para que Sánchez intente con garantías otra posible moción, de la que ya hablan en Podemos, necesitaría no sólo la abstención, sino el 'sí' de Ciudadanos, una misión por ahora impensable a la vista del odio visceral que mostraron en la Cámara los líderes de ambas formaciones. 

Albert Rivera ha subrayado este miércoles que nada tiene que hablar con Podemos en ese sentido, aunque insinuó que quizás "con Errejón sería más fácil". Sembrar cizaña. Iglesias y el líder del partido naranja no se soportan, una situación que carece de marcha atrás, al menos por ahora, según fuentes de Ciudadanos. "Iglesias no sólo estuvo faltón, sino prepotente, chulesco, despreciativo", mencionan. 

Rajoy, comentan en el PP, está muy tranquilo, tal y como él mismo confesó a la salida del Hemiciclo. Satisfecho del resultado de la moción, en la que la mayoría de los analistas le conceden el título de vencedor, tan sólo le inquieta en forma muy especial su declaración ante la Audiencia por el caso Gürtel, el próximo 26 de julio.

El acuerdo con el PNV

El amago de principio de idilio entre socialistas y Podemos quedará en nada. "Vuelven a la casilla de salida del pasado año, cuando Sánchez intentó sin éxito la investidura. Entonces le falló Podemos, ahora que no cuente con Ciudadanos. Lo reconoció Ábalos en su discurso: "Sabemos que Ciudadanos no está ala izquierda, pero en política hay momentos en los que hay que sumar y tenemos que entendernos". Un bucle sin solución y sin fin.

El jefe del Ejecutivo, además, ya se ocupó de garantizarse el desarrollo dela legislatura al menos hasta 2019 al cerrar personalmente un acuerdo con el PNV que va más allá de los presupuestos de 2017. "Sería muy raro que el PNV decida, de pronto, apoyar con un sí esa entelequia de moción que plantea Iglesias", dicen en el Gobierno. "El PSOE puede que le haya planteado a Podemos el principio de una larga amistad. Pero no llegará a noviazgo. Los socialistas no se fían de Iglesias", concluyen.

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