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Política

La Fiscalía culpa a los votantes del 1-O: “¿Sabía usted que la consulta era ilegal?”

El joven independentista Joan Porras, más conocido como Joan BonaNit

Este martes desfilaron por el Tribunal Supremo hasta 19 votantes del 1-O. Comparecieron en calidad de testigos solicitados por las defensas de los acusados. La mayoría eran seguidores reconocidos del 'procés', les delataba su lazo amarillo en la solapa. Alguno como Joan Porras, alias Joan BonaNit era incluso conocido por acudir a diario a la cárcel de Lledoners (Barcelona) para dar las buenas noches a los líderes independentistas a gritos desde fuera. Había otros que, en caso de serlo, disimulaban más, sin ningún distintivo.

Tras las preguntas de los abogados de las defensas, tuvieron que hacer frente a la insistencia de las acusaciones: ¿Sabía usted que el 1-O era un acto ilegal y que las fuerzas de seguridad tenían orden de cerrar los colegios? Casi todos contestaron que sí. La Fiscalía y la Abogacía del Estado buscan con ello demostrar al tribunal que estos votantes eran conscientes de la ilegalidad de la situación y eso legitimaba el uso de la fuerza por parte de la Policía en caso de resistirse a cumplir las órdenes judiciales.

“¿Sabía que era ilegal?”, “¿Conocía que se había prohibido?”, “¿Cuando llegaron los policías, se quedó allí? “¿Por qué se quedó tantas horas?”, “¿Sabía que la Guardia Civil acudió allí a cumplir su orden?“, ”¿Por qué fue al colegio a las cinco de la mañana?”. Estas fueron algunas de las preguntas formuladas por los fiscales y la abogada del Estado a los testigos.

Marchena pide evitar "reproches"

En uno de los primeros interrogatorios el presidente del tribunal, Manuel Marchena, Interrumpió una de estas preguntas y pidió no hacer "reproches" al declarante. Solo lo hizo esa vez, pero fue suficiente para que el resto del día las acusaciones formulasen las mismas preguntas, pero de otro modo.   

Las respuestas de los testigos iban en la línea de justificar su presencia aquel día en los colegios electorales: “Porque queríamos salvaguardar nuestros derechos”,  “estaba suspendido, sí que lo sabía. Lo que pasa es que, pssss... votar es la esencia de la democracia”, “yo no imaginaba en ningún momento que pudieron venir ahí Dosrius, es un pueblo pequeño”, “no quería perderme si llegaba o no llegaban las urnas”...

Lo que hacen las acusaciones es una contraofensiva a las citaciones de estos testigos, solicitados por las defensas con el objetivo de destacar un carácter pacífico de los votantes frente a la violencia ejercida por los policías y no al revés. Con sus interrogatorios, la Fiscalía y la Abogacía del Estado trata de poner de relieve el llamamiento de los acusados a la ciudadanía para que fuesen a votar, desobedeciendo las órdenes judiciales. A su juicio, aquello fue una invitación a que se generasen enfrentamientos violentos derivados de la resistencia, según fuentes jurídicas consultadas por este periódico.

"La verdad espero que nos haga libres"

Cada vez que un testigo se sienta ante el tribunal, el juez Marchena, cumple con un protocolo legal que consiste en preguntarle si conoce o tiene alguna relación con los acusados y si eso le impedirá decir la verdad sobre lo que le pregunten. Nadie contesta que no. “La verdad espero que nos haga libres”, dijo uno de ellos. A la hora de relatar la actuación de la policía, el Tribunal Supremo asistió a otra sucesión de golpes y agresiones de los agentes.

“Me agarraron por los testículos”, “me zarandearon, lloré, escuché cómo los guardias civiles decían ‘esta se va a enterar’”, “empezaron a repartirnos todo lo que pillaron por delante con los escudos y las porras”, “había guardias civiles quitándole pantalones a señores”... Otro testigo dijo que no miraban los móviles “para que la gente no se asustara”. El primero en declarar fue el tal Joan BonaNit, muy celebrado en las redes sociales (20.700 seguidores en Twitter) entre el sector independentista. Aprovechó el juicio para desvelar su rostro ya que siempre se fotografiaba de espaldas, muchas veces con los líderes del 'procés', de Artur Mas a Carles Puigdemont.

Al finalizar sus relatos varios de ellos pedían al juez Marchena quedarse en la sala a presenciar el resto de interrogatorios. “Claro que sí, está usted invitado”, les respondía el magistrado. Y pasaban a integrar la bancada del público en la que este martes estaba también el jugador del Atlético de Madrid Juanfran Torres. Acudió ahí acompañando a su mujer que acaba de terminar un máster de la Abogacía.

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