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Política

El farol de Colau: se hace la equidistante pero tiene un preacuerdo con el PSC

Ada Colau

“El manifiesto a favor del tripartido con ERC y el PSC es una cortina de humo para lograr un acuerdo solo con el PSC”. Así de contundentes se manifiestan fuentes de Barcelona en Comú, el partido-plataforma de Ada Colau, la alcaldesa de la Ciudad Condal que lo apuesta todo a repetir en el próximo mandato.

La cuestión del gobierno es esencial para Colau. Sabe que el suyo no es un partido, sino una candidatura instrumental que ha aglutinado corrientes izquierdistas y soberanistas, pero que deben su supervivencia a un único escenario: mantener el gobierno de la capital catalana.

Para lograrlo necesitan el apoyo externo de Manuel Valls, el ex primer ministro de Francia que concurrió a las elecciones municipales de la mano de Ciudadanos, pero que en los ambientes más radicales de Barcelona en Comú es percibido como un socialdemócrata de derechas. Es decir, un político con el que es imposible pactar y cuyo apoyo, aunque sea externo, es cuestionable.

Pragmatismo de Colau

Colau es sin embargo pragmática. Sabe que los socialistas están dispuestos a llegar a un acuerdo, y que aceptarían la condición de que ella siga con el bastón de mando. En cambio, los de ERC, ganadores de las elecciones municipales, empujan para que su candidato Ernest Maragall sea el nuevo regidor. Dada la situación, “es casi imposible que Colau pacte con ERC”, aseguran fuentes de Barcelona en Comú en conversación con Vozpópuli.

Jaume Collboni, líder del PSC en Barcelona

La aceptación de un acuerdo con los socialistas de Jaume Collboni (que apoyaron el artículo 155) y los votos de Valls necesita, sin embargo, de una fase de construcción del relato. Y en esto se encuentra Colau. Su mano tendida a ERC a lo largo de los últimos días es un "farol", reconocen en el partido catalán. Y el plan pasa por dejar en evidencia las aspiraciones de gobierno de los de ERC y señalarles como responsables de la imposibilidad del pacto de las tres izquierdas.

Hubo una asamblea y era necesario escenificar que no hay acuerdo con el PSC. Pero el lunes se arreglará todo milagrosamente", afirman en Barcelona en Comú

Varios ambientes progresistas ya empujan por el pacto entre Colau y el PSC con los votos de Valls. Un artículo escrito en La Vanguardia por Jordi Évole ha sido reenviado por la coordinadora de Barcelona En Comú a los afiliados. Y el pasado jueves este organismo oficializó la candidatura de Colau para la investidura. Es decir, que Colau ha anunciado que se presentará a la espera de que le salgan los números en el consistorio: “Para un gobierno de Barcelona en Comu y el PSC. Firma el manifiesto”, reza el mensaje enviado a los militantes.

"El lunes se arreglará todo"

Los canales con los socialistas están abiertos desde hace tiempo. Aun así, en las últimas horas parece haberse complicado el acercamiento. Colau intenta evitar que entren en el futuro ejecutivo local. Pero las fuentes consultadas aseguran que se trata de algo parecido a “seguir en la ambigüedad”. “Ayer hubo una asamblea y era necesario escenificar que no hay acuerdo con el PSC. Pero el lunes se arreglará todo milagrosamente”, comentan.

Ese mismo encaje los defendían dirigentes de peso de los comunes en el Congreso de los Diputados. “Una cosa es gobernar tras firmar un pacto con Valls, y esto no lo vamos a hacer. Otra es aceptar sus votos sin nada a cambio para la investidura”, explicaban para defender la vía del acuerdo con el PSC.

A falta de siete días de la investidura, Colau tiene cerca su repetición como alcaldesa. Pablo Iglesias y Jaume Asens, portavoz de los comunes en el Congreso, han bendecido la operación. Los socialistas también están de acuerdo, aunque exigen tener peso orgánico en el gobierno. Superado ese escalón, que es lo más previsible de aquí al próximo 15 de junio, todo será más fácil para que la activista antidesahucio siga al mando del gobierno local durante otros cuatro años.

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