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Política

El experimento de Podemos con el PSOE de Page cumple un año con el partido dividido

La entrada de Podemos en un gobierno socialista ha sido uno de los objetos de debate en el seno de la organización morada desde el comienzo de su andadura. En febrero de 2016, el secretario general del partido morado llegó a ofrecer al PSOE un documento con una propuesta para formar un Gobierno conjunto, en el que su partido se quedaría con la vicepresidencia y el control del CNI.

Ahora se cumple un año desde que los morados entrasen a formar parte del Ejecutivo de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha. Un experimento en el que muchos veían algo extrapolable al ámbito estatal, cuando aún gobernaba Mariano Rajoy y el PSOE estaba en la oposición. De hecho, cuando la moción de censura tenía visos de prosperar, el propio secretario general de los morados, Pablo Iglesias, se ofreció públicamente a Sánchez para entrar al nuevo Ejecutivo. 

La imposibilidad de formar un gobierno permitió que Mariano Rajoy llegase a La Moncloa y todos los planes de Podemos quedaran en suspenso. En el seno del partido, la relación con los socialistas siempre ha sido un asunto controvertido. Y cada corriente ha mantenido una postura distinta. Los Anticapitalistas, la tercera de las familias del partido, siempre se ha negado a participar en gobiernos del PSOE. Ni a nivel nacional ni a nivel autonómico. 

Por su parte, los más afines a Íñigo Errejón, siempre han visto con buenos ojos la colaboración para formar un bloque fuerte. Y son los principales defensores de lo que denominan como una "competición virtuosa".  

De hecho, para que Podemos entrase en el Gobierno de Page, el partido realizó una consulta a las bases en las que el sí ganó por mayoría. Pero de los dos diputados autonómicos, el portavoz, José García Molina, defendía el acuerdo, mientras que David Llorente hizo campaña por el 'no'. Este último se mantiene en su tesis y carga duramente contra el pacto con motivo del primer aniversario en un artículo en el diario Público. "la participación de Podemos en el Gobierno de García-Page, además de innecesaria, ha sido inútil y, sobre todo, contraproducente; es decir, un fracaso", manifiesta. 

Tras el triunfo de la moción de censura, en el seno de Podemos también laten críticas al papel adoptado por el partido morado en el nuevo tablero de juego. Y el temor de aparecer como una mera muleta, con la que antes desacreditaban a Ciudadanos por su soporte al PP. Además de eso, el partido pasa por un momento valle, tras la salida de sus dos principales líderes del primer plano tras el nacimiento prematuro de sus dos hijos. 

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