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Política

Una sueca, una española y una italiana: las tres eurodiputadas que quieren cerrar la Fundación Franco

Las eurodiputadas Ana Miranda, Eleanora Forenza y Soraya Post en rueda de prensa.

En pleno debate sobre si los restos de Franco, una vez exhumados, deben permanecer en el cementerio de La Almudena, en el centro de Madrid, el pleno del Parlamento Europeo ha reclamado esta semana en una resolución la ilegalización de fundaciones que exalten o glorifiquen el fascismo.

El texto está consensuado por hasta cinco grupos políticos, incluidos populares y liberales, que pidieron para sumarse al mismo que no se hiciera mención a ninguna fundación concreta o episodio fascista nacional, pero la española Ana Miranda, que junto a una eurodiputada sueca y otra italiana ha promovido la iniciativa, deja claro que el cierre de la Fundación Francisco Franco es uno de los principales objetivos.

"Esta resolución es el 'nunca mais' de Europa al fascismo y la hemos encabezado mujeres", celebraba recientemente Miranda en una entrevista para el diario Público. Nacida en Cunis, un pequeño municipio de Pontevedra, Miranda se define en su perfil de Twitter, esa suerte de tarjeta de visita 2.0, como "nacionalista gallega e internacionalista".

"Nacionalista gallega e internacionalista"

Es diputada del BNG desde el primero de enero de 2012 y pertenece al grupo parlamentario Alianza Libre Europea-Los Verdes. Estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y en la de Passau, en Alemania, especializándose en Derecho Comunitario en las universidades de La Coruña y en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

Miranda, que es autora de numerosos artículos sobre derechos humanos, relaciones internacionales, migraciones y asuntos europeos, protagonizó una dura crítica este verano contra Pablo Casado a cuenta su discurso en materia de inmigración.

"A Pablo Casado le deseo ir en patera en el mar bravo, o estar en una prisión y que te den palizas, o violaciones múltiples, o torturas, o andar descalzo horas con los pies sangrados, o que te quemen la piel. Lo que pasan muchas personas que huyen por la vida. ¡No a este lepenismo marca Spain!", escribió en gallego en sus redes sociales.

Junto a la nacionalista gallega también promueven la resolución Eleonora Forenza, líder del Partido de la Refundación Comunista, de tendencia marxista, y Soraya Post, dirigente del partido sueco Iniciativa Feminista

En la línea de sus reivindicaciones contra "la normalización del fascismo, el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia" está la eurodiputada italiana Eleonora Forenza, que en septiembre fue agredida por miembros de Casa Pound en Bari, su ciudad natal, tras participar en una manifestación antirracista.

Forenza es una activista italiana que llegó al Parlamento Europeo hace cuatro años. Es la dirigente del Partido de la Refundación Comunista, de tendencia marxista. En su labor de investigación destacan los estudios sobre feminismo y el teórico marxista Antonio Gramsci. Pertenece al Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE-NGL)

La líder del feminismo sueco

La tercera promotora de la resolución para frenar el auge del neofascismo en Europa a través de -entre otras medidas- la ilegalización de fundaciones y partidos es Soraya Post, la eurodiputada sueca de etnia gitana que lidera el partido Iniciativa Feminista (FI). Su formación fue fundada por la empresaria Gudrun Schyman, famosa por quemar en 100.000 coronas suecas (11.000 euros) como protesta contra la desigualdad de salarios y su lema es "¡Fuera los racistas, adelante con los feministas!".

Post pertenece a la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas y en la resolución presentada junto a Miranda y Forenza pide la creación de "unidades policiales contra el odio" y muestra su preocupación en torno a que las nuevas generaciones "estén cada vez menos concienciadas con la historia del fascismo, lo que representa un riesgo de ser indiferente ante nuevas amenazas".

El texto ha sido rechazado por la Fundación Francisco Franco, que ha dicho que se trata de una "resolución liberticida, sectaria y antidemocrática sin precedentes". Además, se compara con las fundaciones de personajes ligados al socialismo y al comunismo como Federico Engels, Largo Caballero o Karl Marx y defiende no ser ningún peligro para la democracia.

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