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Política

Traductores jurados: "Hacer que una frase pierda todo su sentido no es un lapsus"

La frase [escrita en francés] en la que se cambia el significado de las palabras de Llarena.

"El lector ideal es un traductor. Es capaz de desmenuzar un texto, retirarle la piel, cortarlo hasta la médula, seguir cada arteria y cada vena, y luego poner en pie a un nuevo ser viviente". Con esta reflexión del un escritor, traductor y editor argentino-canadiense Alberto Manguel invita a contratar diversos servicios en francés la traductora e intérprete jurada de francés Delia Saavedra, que fue nombrada como tal por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en junio de 1999 y que hoy ha saltado a la palestra mediática gracias a Carles Puigdemont y su abogado, Gonzalo Boye, que atribuyen a un "error" de traducción el supuesto falseo de la demanda contra el juez Llarena remitida a los tribunales belgas.

En el texto se pone en boca del magistrado la frase oui c'est ce qui s'est produit (sí, eso es lo que sucedió) cuando lo que en realidad dijo fue si es que ha sido así, en relación a los delitos que se les atribuye, presuntamente, al ex presidente de la Generalitat y sus entonces consejeros. "Se lo vamos a preguntar al traductor y vamos a informar al juzgado, pero eso no altera en absoluto la demanda", se atrevió a decir el letrado para la perplejidad de la afectada y del sector de traductores-intérpretes jurados.

La polémica en torno a la traducción de la demanda de Puigdemont en Bélgica pone al descubierto la importancia de un trabajo bien hecho"

Aunque Saavedra guardó silencio durante dos días, en declaraciones a La Verdad, la murciana se limitó a asegurar que la traducción se produjo del francés al castellano, y no al revés. Así lo corrobora su firma y así lo defienden otros compañeros de profesión que, tras el problema en el que se ha visto metida su colega a cuenta de las maniobras de Puigdemont, vuelven a reivindicar que se regule de una forma más exhaustiva su trabajo para saber qué características comunes tienen que tener las traducciones.

"La polémica en torno a la traducción de la demanda de Puigdemont contra el juez Llarena en Bélgica ha puesto al descubierto la importancia de que el trabajo de un traductor jurado esté bien hecho y los peligros a los que nos podemos enfrentar", considera Mar Quijada, presidenta de la Asociación Profesional de Traductores e Intérpretes Judiciales y Jurados (APTIJ). "El supuesto error proviene de la demanda en francés que se presenta a la justicia belga; la traductora jurada se limita a traducir de francés a castellano que la demanda le sea ratificada a Llarena", explica.

La validez del sello

Así, el sello de Saavedra sólo aparece en las páginas en las que se incluye su traducción al español, mientras que en las primeras, aquellas escritas en francés, no está su firma, un aspecto clave a la hora de presentar en el juzgado un texto y su correspondiente versión en otro idioma, ya que, según explican fuentes del sector, se exige que ambas partes aparezcan selladas por el traductor para evitar así posibles manipulaciones, un requisito que no se estaría cumpliendo en este caso.

"Ni es un error ni es un lapsus, es que al pasar un tiempo verbal de condicional a afirmativo hace que se pierda todo el sentido de la frase", zanja la presidenta de APTIJ. Y añade que, los documentos jurídicos requieren mayores exigencias: "¡No es algo que pueda traducir alguien que sepa el idioma porque se ha ido de Erasmus un año! Requieren especialización", apunta.

Un traductor jurado está obligado a firmar, sellar y fechar una copia del documento original y adjuntarla a la traducción jurada"

Según Quijada, la normativa que rige la profesión de traductores jurados tiene "lamentablemente" muchos "flecos". "Una traducción oficial siempre va sellada y firmada por un traductor jurado y tiene un carácter oficial ante las autoridades. Siempre hay una copia de los documentos de partida para evitar manipulaciones. Además de sentencias o resoluciones judiciales, también hay otro tipo de documentos que suelen requerirlas como los títulos y expedientes académicos, por ejemplo", dice Quijada.

Desde APTIJ piden un marco regulatorio en el que la administración exija una serie de requisitos y condiciones de formación mínimas para garantizar la profesionalidad de los intérpretes y traductores. La normativa es muy genérica, asegura la presidenta de APTIJ. Así, un traductor jurado está obligado a firmar, sellar y fechar una copia del documento original y adjuntarla a la traducción jurada, pero no hay muchas reglas más que determinen las características de una traducción oficial y con frecuencia surgen dudas sobre si se puede usar una traducción jurada española fuera de España; si hay tarifas fijas o si se tienen que hacer en papel timbrado... "Estamos un tanto dejados", opinan en el sector.

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