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Política

El PSOE empieza a agitar el miedo a Vox para movilizar 'in extremis' a la izquierda

Casado, Rivera y Abascal en la 'Foto de Colón' que el PSOE usó contra los dos primeros

El PSOE necesita, como sea, empezar a movilizar al electorado de izquierda -al suyo, al de Unidas Podemos y al de Más País- en los 12 días que restan hasta las elecciones del 10 de noviembre, si no quiere complicarse aún más la gobernabilidad con el ascenso de la derecha en su conjunto que reflejan los sondeos; y ha comenzado a tirar de un clásico: el miedo a la ultraderecha de Vox, que el pasado 28 de abril le permitió en buena medida obtener 123 diputados.

Un supuesto track que manejaban este lunes círculos socialistas se alejaba completamente de las tendencias que están dando casi todas las casas demoscópicas y daba a Sánchez 130 escaños; al PP una subida solo hasta los 88 -ahora tiene 66, el peor resultado de su historia-; nada menos que 50 diputados a la formación que lidera Santiago Abascal; Podemos se quedaría en 30 diputados y el batacazo sería para Albert Rivera y Ciudadanos, que bajarían de los actuales 57 a 16.   

Y es que a Pedro Sánchez aquel resultado del 28-A le supo a poco, ya desde la misma noche electoral. Esperaba pasar de 84 a 140 a lomos de su año de gestión tras la moción de censura a Mariano Rajoy y de ahí que, casi desde el principio de esta legislatura fallida, La Moncloa en sus distintas versiones transmitiera la idea que el voto útil en otoño iba a hacer posible ese "gobierno estable" que reclama en cada mitin.    

Las alarmas han saltado en las federaciones, que no en Ferraz, al ver que la exhumación de Franco no ha dado mucho rédito al PSOE y que los 123 diputados del 28-A pueden ser menos el 10-N

El problema es que el conflicto en Cataluña se ha envenenado mucho para el Ejecutivo socialista, con disturbios en las calles de Barcelona, y, además, en la mayoría de los trabajos demoscópicos la ciudadanía no culpa solo ni preferentemente a Pablo Iglesias de que haya repetición electoral, sino que cargan las tintas contra el presidente del Gobierno en funciones. La resultante es que el PSOE no despega.

Y, por si fuera poco, los que se publicaron este mismo lunes, cuatro días después de la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco, reflejan que esta decisión ha movido poco voto y el que se ha movido, básicamente, es para Vox y algo, poco, para los socialistas. 

Si esto fuera cierto, el problema de gobernabilidad para Sánchez sería mayúsculo por tres razones: no sumaría solo con Podemos y Más País -necesitaría a ERC-, ya no tendría la opción de un gobierno liberal con Ciudadanos tras el supuesto batacazo de Rivera..., y a Pablo Casado se le pondría muy cuesta arriba abstenerse en la investidura teniendo el aliento de los cincuenta escaños de Vox en el cogote.

El "pacto" Sánchez/Abascal

Los populares son conscientes de que el PSOE está en esa estrategia y desde este mismo lunes ha empezado a dejar entrever que Pedro Sánchez y Abascal tienen "un pacto" secreto para frenar la subida de los populares en los sondeos; es más, fuentes de la dirección nacional del PP sostienen que ha habido contactos para hacer la 'pinza' a Casado

Los asesores del presidente del PP creen que los socialistas están encantados de que el único debate televisado, el próximo lunes 4 de noviembre, vaya a ser a cinco: PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox; creen que eso beneficia a Pedro Sánchez en términos de imagen ante los millones de españoles que verán el choque en prime time, porque diluye la alternativa al partido gobernante.

Tienen claro que "Sánchez necesita a Abascal y Abascal necesita a Sánchez" para no caer. Por eso, el presidente del PP va a redactar en cada una de las 52 provincias una carta a los electores en la que les detallará cuántos votos de Vox fueron a la 'basura' el 28 de abril porque no solo perjudicaron la elección de un parlamentario del PP sino que favorecieron el segundo o tercer escaño socialista.

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