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Política

Casado teme que un Vox fuerte impida un pacto 'a la andaluza'

Pablo Casado durante un acto electoral en Barcelona.

Todos pendientes de Vox. Analistas, 'demóscopos' y, por supuesto, los grandes partidos en liza. El cuartel general de Vox mantiene la esperanza de que las formaciones de centroderecha sumen frente a un PSOE en retroceso. Espera, también, que sea Ciudadanos la segunda fuerza del 'bloque del cambio'. Un resultado potente de Vox haría las cosas más difíciles.

Pablo Casado se erigió en protagonista del último día de campaña al lanzar una oferta inesperada a Vox para entrar en su futuro Gobierno. No tan sólo para pactar una investidura, o una legislatura. "Vox y Ciudadanos, con 10 o con 40 escaños, van a tener la influencia que quieran tener, para entrar en el Gobierno", explicó el líder del PP en esRadio. Era la vez primera que se escuchaba de sus labios una oferta tan explícita. Ciudadanos la despreció, pese a que hace unas semanas Rivera también hablaba de coaligarse con el PP tras las urnas. No quieren los naranjas a Vox en el enunciado. 

Un socio complicado

El resultado del partido de Abascal es la gran incógnita de los comicios. Si logra situarse por encima de los 50 escaños, "será un socio muy complicado de lidiar", comenta una alta fuente de Génova. La salida andaluza resultó más sencilla de lo esperado. Vox dio la campanada pero se quedó en 12 diputados, algo 'manejable'. Ortega Smith, su negociador, mostró una actitud intemperante en la primera sentada negociadora, con un papel de exigencias muy complicadas de atener, pero luego bajaron el tono hasta alcanzar finalmente el pacto de investidura.

"Si Abascal queda por delante de los naranjas, podrá plantear todo tipo de reclamaciones en un posible pacto de Gobierno", señalan estas fuentes. Siempre y cuando, naturalmente, la suma de 'las derechas' lo permita. Hay un buen número de propuestas en el programa de Vox que resultan inasumibles. Y si parten de una postura de fuerza, con un grupo parlamentario poderoso, la solución se adivina muy complicada. 

El empuje de Arrimadas

"No estamos vendiendo la piel del oso antes de cazarla. Primero hay que contar los votos. Pero también es preciso plantearse con qué escenarios nos vamos a encontrar, para que no nos pille el toro", dicen las mencionadas fuentes. Ciudadanos parece haber remontado en la última semana, después de una campaña muy dispar, en la que ni siquiera la presencia de Inés Arrimadas al frente de la lista de Barcelona consiguió un efecto positivo. Confían en el PP en que Rivera, pese a su actitud "intratable y chulesca de estos últimos días", se mantenga por delante de Vox. "Entonces se le planteará un doble dilema. Sumar con nosotros y con Abascal o darle apoyo al PSOE, algo que mucha gente en Cs está deseando", aseguran. 

Casado cierra la campaña con la convicción de que la derrota de Sánchez está más cerca, que los indecisos reforzarán al PP e incluso algo a Podemos, y que la escalada de Vox que circula en forma insistente no será para tanto. No descartan incluso que se repita una situación como la de diciembre de 2015, con un bloqueo institucional y una retorno a las urnas, el panorama menos deseable.

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