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Política

La paradoja de los candidatos educados en la EGB que tiran de discursos anteriores a la Transición

Candidatos a las elecciones generales del 28-A

Las elecciones del próximo 28 de abril serán las primeras en las que todos candidatos a irrumpir en La Moncloa hayan crecido con Barrio Sésamo. No aparece en sus programas electorales, pero Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Santiago Abascal, Albert Rivera y Pablo Casado tienen una característica en común que les acerca: los cinco fueron educados en la EGB.

Solo el dirigente socialista nació en los últimos años el franquismo. El resto lo hizo en democracia. Pese a que todos se libraron de estudiar Formación del Espíritu Nacional en el colegio, aquella asignatura obligatoria que buscaba inculcar los valores del Movimiento Nacional, se da la paradoja de que sus discursos están copados de temáticas que colean desde antes de la Transición.

En 2019, las discusiones en torno al dictador español, el aborto, Cataluña, la eutanasia, la derecha, la izquierda, el éxodo rural o la familia tienen más peso que el de la transición ecológica o cómo afectan la inteligencia artificial y la robótica al mercado laboral y las pensiones. Así, partidos viejos y nuevos desempolvan debates del pasado en algo tan moderno como Instagram.

Desconexión con ciudadanos

"El último barómetro del CIS vuelve a reflejar que a los ciudadanos les importan problemas como el paro, la corrupción y la regeneración política y democrática, pero todo ha desaparecido en los programas electorales", explica Ignacio Martín Granados, miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP).

En 2015, continúa, la mencionada regeneración era la propuesta estrella y, ahora, cuatro años después de aquellas elecciones, este concepto pasa desapercibido o ni siquiera se menciona. "En cambio, el tema de Cataluña y la cuestión territorial cada vez cansa más e importa menos, pero se sigue manteniendo en los programas. Existe una desconexión entre los ciudadanos y los políticos", considera.

En 2015, la mencionada regeneración era la propuesta estrella y cuatro años después este concepto pasa desapercibido o ni siquiera se menciona"

En el caso de Franco, opina, las heridas aún continúan abiertas aunque hayan pasado cuarenta años de loa dictadura, por lo que, según Granados, los partidos deberían hacer política de Estado al respecto. "En los comicios anteriores había dos bloques enfrentados: partidos viejos contra emergentes. Ahora se han recolocado y se vuelve a hablar de izquierda y derecha porque tiene más carga ideológica", dice.

Modernos "de fachada"

Y añade que, con la irrupción de Vox en escena, el debate está muy supeditado a su discurso porque, entre otros factores, los medios de comunicación hacen el juego a los nuevos actores. La politóloga de Redlines Mónica Contreras opina que "España es muy moderna para lo antiguo y muy antigua para lo moderno".  

La experta en estrategias de campaña electoral explica que, por un lado, la política ha experimentado un proceso de modernización y que, por otro, los discursos de los partidos sobre la exhumación o el eje territorial permean muy bien en las generales.

No hay que olvidar que en España el voto se identifica por la ruptura ideológica entre izquierda y derecha a raíz de la dictadura"

"La fachada refleja que las formaciones políticas se han convertido en entes más modernos, pero aunque estemos en pleno siglo XXI y con una democracia estable, no hay que olvidar que en España ha habido 40 años de dictadura y el voto se identifica por la ruptura ideológica entre izquierda y derecha", comenta.

Según Contreras, en el resto de Europa esa frontera esta mas diluida. "En el tipo de discursos de los candidatos también influye que los cinco son hombres y que sus edades son similares. Si hubiese una mujer u otro hombre de otra generación habría una cosmovisión distinta y se rompería con lo tradicional", apunta.

Estudios previos

Para Eduardo González Vega, consultor en el Centro Internacional de Gestión y Marketing Político (CIGMAP) de la Universidad Camilo José Cela, los temas que tratan los candidatos están estudiados previamente en función del interés de su electorado, ya que el objetivo es obtener su confianza en las urnas a través de los mensajes que se emiten.

"Todo responde a una estrategia que luego hay que ajustar según los movimientos de los rivales y la actualidad con los temas que proponen los medios. Cada partido pretende instalar el marco informativo y que se hable de lo que le interesa, esa es la pelea", considera. 

Probablemente, añade González Vega, en plena campaña veremos otros mensajes específicos a través de las redes sociales para jóvenes, un público al que supongo que intentarán con llegar con fuerza más cerca del día de las elecciones.

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