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Política

Apoderados del 'bloque constitucional': "El recuento se puede alargar"

Un ciudadano con la típica barretina catalana, ejerce su derecho al voto.

Antes de que los colegios electorales abriesen sus puertas a las nueve de la mañana, numerosos ciudadanos hacían cola para votar antes de ir a trabajar. En contra de lo habitual, la jornada electoral se celebra en un día laborable y muchos han aprovechado la primera hora de la mañana para ejercer su derecho al voto.

Sobre las diez de la mañana, los miembros de las mesas comenzaban a coger agilidad con el sistema. Les vigilaban de cerca multitud de apoderados de los partidos. "Es cierto que hay algo de clima de tensión", reconocía uno de Ciudadanos en un colegio del centro de Barcelona. "Tienen que ver que estamos muy atentos y que no se nos escapa nada", comentaba otra apoderada del mismo partido en un centro cercano, desplazada desde Valencia para colaborar en la tarea. 

Los partidos independentistas han desplegado un ejército de apoderados ante el temor de que pueda darse algún tipo de irregularidad en un panorama donde un diputado o uno menos puede hacer que todo cambie. Los más numerosos eran los de Esquerra Republicana y la CUP."Normalidad absoluta", enfatizaba un apoderado de ERC.

En los colegios visitados por este diario, los menos numerosos eran los apoderados del PP y de Junts Per Catalunya. También había bastantes del PSC. Por otro lado, muy pocos electores portaban el polémico lazo amarillo en recuerdo de los líderes independentistas encarcelados. Abundaban más las bufandas del mismo color, aunque ningún miembro de las mesas portaba símbolos. 

"¡Fora, fora!"

Las colas de hasta media hora han ido disminuyendo a lo largo de la jornada, aunque se mantenían hacia el mediodía en algunos colegios electorales de la ciudad condal. Es el caso de la escuela Ausiàs March, donde ha votado la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Aunque la normalidad y la tranquilidad ha sido la tónica de la primera mitad de la jornada, la líder naranja ha sido increpada a la salida mientras atendía a los medios. 

Apenas una hora antes había votado el candidato socialista, Miquel Iceta, en la Universidad de Barcelona, en pleno centro de la ciudad. A diferencia de Arrimadas, el líder del PSC no ha esperado cola y ha entrado raudo para depositar la papeleta en su mesa.

Ambos han pedido que haya la mayor participación posible por lo que se juega Cataluña en estas elecciones. A la una de la tarde, había votado un 34,7% del censo, cuatro décimas menos que en los comicios autonómicos de 2015. Aquella vez se celebró en domingo, por lo que podría repuntar cuando la gente salga de trabajar. El comentario más repetido entre los apoderados es que el recuento de las papeletas puede alargarse más de lo habitual después del cierre de los colegios a las ocho de la tarde. 

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