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Política

Los continuos errores de Sánchez obligan al PSOE a centrar su campaña en ‘apagar fuegos’

Pedro Sánchez.

No está siendo la campaña soñada por el PSOE camino del 10-N. Los errores de Pedro Sánchez o de otros miembros de su Gobierno se amontonan en la mesa del partido. Y están obligando al presidente a apagar fuegos casi cada día, en lugar de enfocar su discurso en las propuestas o el desbloqueo.

El PSOE se ha abonado a pisar charcos en estas semanas previas a las elecciones. Y los errores están condicionando mucho la campaña de Sánchez, que se arriesga a verse acorralado por todas estas cuestiones en el debate electoral del lunes.

Las perspectivas poco halagüeñas de las encuestas han forzado al presidente del Gobierno a un maratón de entrevistas sin precedentes. Pero los intentos de movilización están chocando con los continuos traspiés del PSOE. Y eso preocupa en Ferraz.

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No dormir bien y el liberal ibérico

Sánchez lanzó la campaña al 10-N con una entrevista en La Sexta. De aquella larga conversación sólo quedó un mensaje: el presidente no dormiría bien por las noches si hubiera tenido que gobernar con Podemos. Hay quien piensa que fue un error. Otras fuentes aseguran que fue una frase pensada y medida. Un recado que Sánchez quiso dejar aquel día. Y lo dejó.

Esta frase no estuvo en boca de todo el mundo durante días, sino que además ha sido utilizada por el partido morado para uno de sus anuncios electorales. Y no es la única frase ingeniosa del presidente que alguno de sus rivales le ha dado la vuelta para usarla contra él.

Hace unos días, calificó a Ciudadanos de "liberales ibéricos". Y el líder naranja, Albert Rivera, tardó menos de 24 horas en apropiarse de la expresión e incluso serigrafiarse camisetas con la expresión.

Estos errores se pueden considerar anécdotas, pero en tiempos de las redes sociales corren como la pólvora. Y no han sido los únicos. Sánchez confundió recientemente Palencia con Zamora; y dijo que había ofrecido jamón serrano al presidente chino en un foro de jamón ibérico.

Palo de la comunidad judía

A Sánchez se le echó encima la comunidad judía por comparar a Rivera con un negacionista del Holocausto. El jefe del Ejecutivo hizo esta alusión durante un mitin por las críticas del candidato de Ciudadanos a la forma en la que se había gestionado la exhumación de Franco.

Mucho más serio ha sido el toque de atención de la Junta Electoral Central (JEC) por el supuesto uso electoralista de La Moncloa. El Gobierno se ha visto forzado a desmentirlo y recurrir. 

Sánchez se ha visto obligado a salir al paso de otras polémicas más graves, que están marcando toda su campaña. Una de ellas fue provocada por su ministro del Interior. Fernando Grande Marlaska aseguró que Cataluña se podía visitar con "total normalidad" el día que se produjeron los disturbios más violentos en Barcelona tras la sentencia del proceso separatista.

Duque "no se mete"

Además, el ministro de Universidades, Pedro Duque, respondió que "no se metía" en plena polémica por los piquetes separatistas que tratan de impedir a los alumnos ir a clase con normalidad en Cataluña. Duque tuvo que medio rectificar poco después.

Ni siquiera el programa electoral del PSOE se ha visto a salvo de la polémica, y eso que se trata de una repetición electoral. La supresión de las dos alusiones indirectas a la reforma federal de España y el reconocimiento a su plurinacionalidad llevó al PSC a intervenir.

Tal y como informó Vozpópuli, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, telefoneó a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona. Y el PSOE recuperó la alusiones a las Declaraciones de Granada (2013) y Barcelona (2017), que son los dos documentos del partido que piden impulsar este nuevo modelo territorial.

"Somos tan transparentes que lo contamos todo", ironizaba un dirigente socialista preocupado por los continuos errores.

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