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Política

Colau arrincona al hombre de Iglesias y toma el control de Podemos en Cataluña

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha decido entrar en la campaña electoral aprovechando los altercados en la Ciudad Condal. Ella y sus más estrechos colaboradores quieren apartar de la primera línea a Jaume Asens, hombre fuerte de Pablo Iglesias en la región y considerado más afín al separatismo, para dirigir los mítines y reforzar su papel en el partido. “La campaña la ha asumido Ada, es ella contra Íñigo”, aseguran fuentes de Podemos desde Cataluña.

La influencia de Colau en Podemos va in crescendo. Se ha convertido en una importante dirigente territorial que no se ha acercado a Íñigo Errejón y sigue alineada a Iglesias. Pero eso no significa comulgar con el líder morado, sino todo lo contrario. Colau quiere fortalecer su papel y ha decidido que la situación en Barcelona, con los problemas de ERC y un PSC marcado por la deriva 'españolista' de Pedro Sánchez, ofrece el momento ideal para dar un paso adelante y engullir a Podemos bajo su liderazgo.

"Quiere que se vea su presencia"

“Hasta ahora Colau siempre ha evitado las campañas electorales nacionales. No se ha querido mojar para no mancharse. Pero esta vez es diferente: quiere que se vea su presencia para demostrar que puede ganar a Errejón”, señalan fuentes de Podemos en Cataluña.

Con personas de su máxima confianza, como la dirigente Aina Vidal, ha tomado el control de la campaña electoral. Es Colau quien decide cómo, dónde y cuándo celebrar los actos. Y empieza a hacerse ver en persona: por ejemplo condenando la actuación de Quim Torra, que ha tildado de “activista” por su presencia en las Marxes per la Llibertat --palabras que sorprenden ya que a Colau se la conoce como la “alcaldesa activista” por su pasado en la PAH--. Así ha cargado: “No necesitamos un presidente de la Generalitat que se va a las manifestaciones en lugar de explicar cuál es la situación y cómo cree que hay que afrontarla”.

El pasado 13 de octubre, por ejemplo, Colau acudió al Prat de Llobregat en un acto con claros tintes electorales. La acompañaban personas de su círculo, pero no Asens, quien es oficialmente el número uno de la lista de Podemos, y que según fuentes de Podemos ha manifestado a sus afines que está sufriendo algo parecido a un “bullying”. “No va a los actos, y como mucho da entrevista en los medios digitales afines”.  

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Iglesias debilitado

La todopoderosa dirigente de los Comunes, marca catalana de Podemos, quiere fortalecer al grupo menos soberanista que está enfrentado a Asens: “Asocian a Asens al independentismo y les hace perder votos con la situación de Barcelona”, reflexionan en Podemos, y destacan que las relaciones personales entre él y la regidora están rotas. La regidora está maniobrando, además, para que cuando venga Iglesias en Barcelona, Asens se quede al margen.

Los de Iglesias, por su parte, afirman que hay más sintonía con Colau en los últimos meses. Pero todos reconocen que el secretario general tiene las manos atadas. Es decir, que aunque no quiera que Colau gane peso, no le queda más remedio: el partido está desmembrado e Iglesias necesita el respaldo de la catalana, consciente de que, más allá de Madrid, aumentan las críticas, sobre todo en Andalucía con los anticapitalistas.

La clave para Colau es que Errejón está débil en Barcelona, donde logrará como mucho uno o dos diputados el 10 de noviembre. Su cabeza de lista, que estuvo en las listas de la CUP (Juan Antonio Geraldes), no convence a muchos ambientes de la izquierda catalana. Mientras que los federalistas ex de ICV están decepcionados con Más País. Los Comunes, en cambio, aspiran a revalidar sus siete diputados, y Colau quiere que la victoria contra el ex número dos de Podemos en Barcelona lleve su marca.

"Por primera vez se la juega"

La maniobra política tiene una derivada importante en el caso de una repetición electoral en las autonómicas, pero también de cara a las generales. Podemos confía alcanzar al menos 30 escaños: “Este es el colchón que tenemos”, aseguran dirigentes del partido morado. Pero pasar de 42 a 30 diputados reflejará un debilitamiento de Iglesias.

De ahí que Colau desee que, si en Madrid la pugna entre Iglesias y Errejón quedará según todos los pronósticos en un empate técnico (los sondeos plantean entre tres o cuatro diputados por cada formaciones), en Barcelona se aprecie que los equilibrios son muy diferentes. Y eso que Errejón siempre ha considerado que Cataluña era uno de sus feudos. “Por primera vez se la juega”, aseguran personas conocedoras de esas maniobras. “Ella está disputando Barcelona, y después veremos”, comentan.

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